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Editorial Lunes 11 de Abril de 2011

Un país, dos mundos

En el caso de Santa Fe, los funcionarios del FMI preguntaron a las autoridades del IPEC por qué miden la inflación, cómo recolectan los precios, la metodología que utilizan para calcular y para qué se utiliza el índice en la Provincia.

Redacción

Por Redacción

Varias provincias argentinas comenzaron la semana pasada a defender ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) sus mediciones de precios, que reflejaron en 2010 un aumento bastante superior al del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

La misión técnica del FMI, que por estas horas se encuentra en el país con el propósito de ayudar al polémico organismo a realizar un nuevo Indice de Precios al Consumidor (IPC), se ha escindido en dos grupos de profesionales. Mientras uno permanece en la sede del INDEC y dialoga con las actuales autoridades del ente estadístico, el otro ya realizó una gira por el interior, donde se entrevistó con los responsables de las direcciones de estadísticas provinciales, que exhibieron sus propias metodologías y canastas.

En total, la misión del Fondo visitó cuatro de las doce provincias que tienen sus propios indicadores. Tres de ellas, Mendoza, Cordóba y Jujuy, pertenecen a provincias alineadas políticamente con el Gobierno nacional, en tanto que la cuarta es Santa Fe, gobernada por el socialista Hermes Binner.

La primera escala fue en Mendoza, donde, en 2010, el Gobierno de Celso Jaque reflejó un aumento en el IPC del 20,8%, frente al 10,9% registrado por el INDEC.

La directora de estadísticas de Mendoza, María Inés Crisafulli, les explicó a los dos técnicos del FMI -Carlos Medeiros y Marshall Reinsdorf-, cuál es la muestra para realizar el IPC. Son 353 productos que se traducen en 20.000 precios actualizados en 2010. En cambio, el IPC del Gran Buenos Aires, controlado por Guillermo Moreno, mide unos 440 productos desde 2007, la mitad que antes del inicio de la manipulación registrada desde 2007.

Luego, Reinsdorf viajó a Córdoba, donde se encontró con Pablo Sobrero, director de estadísticas de la administración de Juan Schiaretti, quien le explicó que en 2010 registraron un alza de precios del 13,8%. Los técnicos provinciales explicaron a la misión del FMI que sus encuestadores relevan cada mes una cantidad aproximada de 12.000 precios en alrededor de 1.400 negocios informantes. El IPC Córdoba está compuesto de nueve capítulos; los bienes representan el 69,81%, mientras que los servicios el 30,19%, según el detalle brindado en el encuentro, que duró desde las 8 de la mañana hasta el mediodía.

La gira continuó el miércoles en la provincia de Santa Fe, que en 2010 tuvo un aumento en los precios del 23,1%. Allí, en el conglomerado Rosario, se toman aproximadamente 15.700 precios mensuales, provistos por 1.220 informantes y en el de Santa Fe se toman unos 9.500 precios mensuales, a partir de 700 informantes. En enero de este año, el IPC santafesino trepó al 1,1%, mientras que en febrero aumentó 1,3%, detalló Jorge Moore, titular del IPEC.

Cabe recordar que el IPC provincial se calcula a partir de los registros de Santa Fe (Recreo, San José del Rincón, Santa Fe, Santo Tomé y Sauce Viejo) y Rosario (Funes, Granadero Baigorria, Pérez, Rosario, Soldini, Gobernador Gálvez, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán, Puerto San Martín, Roldán y San Lorenzo), por lo que no incluye ni el Centro-Oeste –donde se hayan ciudades como Esperanza, Rafaela y Sunchales- ni el Norte.

En el caso de Santa Fe, Madeiros y Reinsdorf preguntaron a las autoridades del IPEC por qué miden la inflación, cómo recolectan los precios, la metodología que utilizan para calcular y para qué se utiliza el índice en la Provincia. También, realizó una comparación entre el indicador santafesino y el que el INDEC confecciona para la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, para establecer qué arroja la diferencia en los resultados.

En este sentido, rubros sensibles como los alimentos muestran en Santa Fe un aumento considerablemente mayor al que se carga en las planillas del INDEC, por lo que todos los funcionarios provinciales entrevistados por los funcionarios del FMI coincidieron en descartar que las diferencias con el IPC GBA puedan ser metodológicas.

De este modo queda en claro que la disparidad entre los números nacionales respecto a los provinciales responde a una cuestión política. Y no se trata de una mera apreciación periodística. Las estadísticas de los cuatro distritos visitados por el FMI certifican que la Argentina, en términos de inflación, se encuentra dividida en dos mundos completamente diferentes. Con todos los costos, internos y externos, que eso conlleva.

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