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Editorial Miércoles 16 de Mayo de 2018

Un gran banquinazo

El ministro Dujovne, diciendo que habrá más inflación y menos crecimiento, argumentó todo lo contrario que sostuvo hasta ahora.

REDACCION

Por REDACCION

Generalmente, quienes nos gobiernan, en sus ansias de tener protagonismo, suelen irse de boca con expresiones que después, por más fuera de contexto que se les busque, excusas que se argumenten o desmentidas que se ensayen, quedan instaladas y son muy difíciles de revertir, excepción hecha del tiempo, que es el único que suele reducir estos efectos negativas, y no siempre, pues hubo dichos y frases que quedaron instalados a través del tiempo. Recordamos por ejemplo aquello del salariazo de Menem, el que apuesta al dólar pierde de Sigaut, o aquellos otro del les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo de Pugliese. Simples casos, con más de anecdóticos que otra cosa, pero que quedaron instalados, como tantos otros de parecido tenor, para los que le mención requeriría de un espacio que no se dispone.

En este caso bien actual, que nos ocupa, abordaremos el verdadero banquinazo del ministro Nicolás Dujovne, quien parece ser un especialista en hablar demás, y no estamos alentados reemplazar la sinceridad por la falsedad, sino simplemente que cada uno se ajuste al rol que le corresponde. No hace mucho, suelto de cuerpo, habló de sus fondos depositados en el exterior, lo cual le significó una oleada de justificadas críticas, pues ¿quién puede traer su dinero a invertir en la Argentina si el propio ministro en el exterior? Esta vez, el "fuori de pista" fue su anuncio de "la Argentina tendrá más inflación y menos crecimiento". Todo lo contrario de lo que había expresado el jefe de gabinete Marcos Peña y demás funcionarios del gobierno, incluso el mismo presidente Mauricio Macri -en otros términos- algunos días atrás, cuando su insulto mensaje grabado al dispararse esta crisis financiera.

Es que el gobierno viene luchando, en realidad una forma de decir pues la metodología dispuesta -si es que existió- ha dado escasos resultados hasta ahora, contra la inflación. Se recuerda la meta del 15% anual fijada en diciembre, cuando se debió modificar la anterior del 10%, citándose incluso como muy alejada de la realidad ya que la mayoría coincidía en estar más cerca del 20%, lo cual también ha quedado atrás apenas transcurridos los primeros 4 meses del año, con el consiguiente cimbronazo en las paritarias, las tarifas, los precios y todo el andamiaje de la economía diaria de una familia. Sin embargo desde el gobierno se insiste en que se trata sólo de efectos negativos de crisis engendradas en el exterior -que son reales, aunque tal vez no exclusivas responsables-, y que la verdadera mejoría la tendremos en el segundo semestre del año, aunque esta clase de anuncios tengan cada vez efectos más reducidos, carentes del impacto de otras veces. Pero si el propio responsable de un una de las partes de la economía, como Dujovne, sale a decir que tendremos más inflación, en lugar de estar apagando la hoguera le está echando combustible. "Si el ministro lo dice..." es una reflexión valedera para que todo el mundo salga disparado a la remarcación y reactualización de precios, no sólo por el clásico por las dudas, sino esta vez nada menos que alentados por el ministro de Hacienda, quien justamente hasta ahora venía diciendo lo contrario.

Es cierto que hubo devaluación, que el dólar se disparó más allá de lo pensado, y que la reacción del gobierno ha sido tardía como casi siempre, y que por supuesto las consecuencias serán muy negativas, pero si frente a tal panorama quien debe aportar serenidad, quien debe llevar tranquilidad a la gente, sale con estas expresiones, entonces estamos frente a un cuadro escénico simbólico que nos muestra que el bombero no sabe abrir la manguera.

Si lo referido a la inflación es negativo, tanto o más lo fueron los dichos sobre el menor crecimiento que tendrá el país de ahora en adelante, ya que justamente en esto se sostenía el optimismo oficial para dar solución a muchos -casi todos- los problemas que afectan a la Argentina, no desde ahora sino desde hace muchísimo tiempo. ¿Inversiones? la tan temida palabra sufrió una espantada con estas declaraciones.

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