Trasplantes récord

Por Redacción

Las estadísticas del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) correspondiente al año pasado, establece  un récord en cuanto a la cantidad de trasplantes, con un total de 604 donantes que posibilitaron que 1.376 personas recibieran un trasplante de órganos.

Sobre el tema se explayó la periodista Mariana Iglesias en una publicación en el diario Clarín, tomando como sustento los datos del referido organismo, el cual depende del Ministerio de Salud de la Nación, habiéndose alcanzado además una tasa de 15,1 donantes por cada millón de habitantes, y aún pareciendo una cifra porcentual muy pequeña, la misma ubica a la Argentina en la vanguardia de la región sudamericana.

Esta expansión lograda en materia de trasplantes de órganos contó con un importante respaldo motorizador como lo es el Programa Federal de Procuración de Organos, que comenzó en 2003  y desde entonces fue haciendo subir de manera constante la cantidad de personas donantes, y consecuentemente de trasplantes, habiéndose afianzado todavía más cuando en 2010 se lanzó el Plan de Trasplante Renal, siendo justamente los riñones los órganos más requeridos y por lo tanto el tipo de trasplante que se hace con mayor frecuencia, siendo por lo tanto el que reúne mayor cantidad de pacientes en la lista de espera.

Merced a un paciente y muy largo trabajo se ha logrado superar muchas situaciones en materia de donación de órganos y trasplantes, lo cual es muy bienvenido pues habla muy en favor de una sociedad, pero de acuerdo con quienes se encuentran a cargo de los organismos abocados a resolver estas situaciones, resta todavía mucho por hacer en el sistema sanitario, de manera especial en el instante álgido de comunicar la muerte de alguien cercano y hablar de donación de órganos, siendo la reacción inicial de los familiares de dolor y negación de esa posibilidad.

La cantidad de inscriptos en el Registro Voluntario de Donantes es muy pequeña, apenas de 2 millones de personas sobre un total de más de 41 millones de habitantes que cuenta el país, razón por la cual la mayor cantidad de trasplantes es producto de los imprevistos, y por lo tanto del convencimiento de los familiares.

Sobre los 1.376 trasplantes realizados en el país durante 2011, nada menos que 901 fueron renales, apareciendo luego en forma decreciente 321 hepáticos, 101 cardíacos, 25 pulmonares, 9 pancreáticos, 4 intestinales, mientras que los restantes 15 fueron combinados. Pero además se efectuaron 931 trasplantes de córneas y 68 de células hematopoyéticas con donantes no emparentados, las que fueron conseguidas a través del INCUCAI. De ese total, si bien la mayoría de los trasplantes fueron de cuerpos cadavéricos, hubo 218 renales y 31 hepáticos con donantes vivos. 

La tasa alcanzada por nuestro país en materia de donantes resultó entonces de 15,1 personas por millón de habitantes, superando la de 14,5 del año 2010, y ubicándose -como ya se dijo- en la vanguardia de esta región del mundo, donde se escalonan luego Uruguay (14,8), Colombia (12,3), Cuba (9,9), Brasil (9,9), Chile (5,4), Venezuela (3,4), Ecuador (2,5) y Bolivia (1,4). De todos modos, si por un lado podemos mostrar cierto nivel de satisfacción por este posicionamiento regional, en cambio aún estamos muy alejados de los niveles que tienen Estados Unidos y países de Europa, lo cuales oscilan entre 20 y 30 donantes por millón de habitantes, destacándose en tal sentido España con una tasa de 35,3.

Volviendo a lo estrictamente nacional, digamos que los distritos que en 2011 superaron la media nacional de 15,1 por millón en cuanto a donantes, fueron Buenos Aires, Corrientes, Mendoza, Tierra del Fuego, Formosa, Chaco y Entre Ríos, mientras que las provincias que se encuentran en esa misma condición pero son las que mayor crecimiento registraron fueron Tucumán, San Juan y Misiones.

La perspectiva es interesante y positiva, pero debe continuar mejorándose, para de esa manera incrementar la nómina de donantes y por lo tanto posibilitar que haya más trasplantes. Es que donar órganos es dar vida, permitiendo que muchos que están aguardando pacientemente en la lista de espera, prolonguen su existencia o bien mejoren sensiblemente su calidad de vida.