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Editorial Jueves 31 de Enero de 2013

Trabajo en el mundo

La OIT estima que el presente año agregará otros 5,1 millones de desocupados, con lo cual se llegará al récord de 202 millones de personas desocupadas en el mundo.

Redacción

Por Redacción

La falta de trabajo, que tanto hemos sufrido aquí en la Argentina, es un mal que se extiende por el mundo, como inacabable flagelo que siempre tiene algo más para mostrar. Es que según lo advirtió la Organización Mundial del Trabajo (OIT) en su reporte anual, durante el transcurso de 2013 la desocupación afectará a 202 millones de personas, de tal modo viene repitiéndose una advertencia de similares características que viene haciéndose durante los últimos seis años, sin que haya aparecido alguna razón como para tener expectativas en cuanto a la posibilidad de alcanzar soluciones.

Según estos cálculos, la OIT dependiente de las Naciones Unidas, estima que serán 5,1 millones de personas las que este año se sumarán a la enorme legión de los sin trabajo, con lo cual se alcanzará esa cifra de 202 millones ya consignada. Como antecedente anterior, tenemos que en 2012 la falta de empleo se acrecentó en 4,2 millones de individuos, razón por la cual nos hemos mantenido en suba, pero en cambio la misma organización internacional estima que en 2014 la cantidad se incrementará sólo en 3 millones, lo cual constituirá un avance con relación a los años anteriores, teniendo mucho que ver con las posibilidades que vayan extinguiéndose las crisis que vienen afectando a los países desarrollados de la Eurozona y Estados Unidos.

Si los pronósticos se cumplen, el desempleo alcanzará este año un récord y en 2014 llegará a 205 millones de personas afectadas, aunque también aquí existen algunas mediciones que tal vez no reflejen la realidad absoluta, pues la OIT ajustó a la baja todos los años sus cifras de desocupación, en tanto que la cantidad de personas que dejan de buscar trabajo también está en crecimiento, lo cual significa que dejan de ser catalogados como desocupados. Es decir, una metodología parecida a la que el INDEC utiliza aquí en nuestro país, que resta cierta credibilidad a los índices finales, por exceptuar de la tabulación de desocupados a quienes dejan de buscar trabajo, a los que lo hacen por menos cantidad de horas, o bien a quienes reciben asistencia de planes sociales.

Es que, de acuerdo con un análisis de los reportes de los últimos seis años de la OIT, se tiene conocimiento que las estimaciones sobre desocupación fueron recortadas, con lo cual se habrían introducido variantes que no condicen con la realidad. La explicación fue por la cantidad de gente que deja de buscar trabajo, a quien inmediatamente se retira de la contabilización, lo que de ninguna manera significa que haya dejado de ser un desempleado. Sin embargo, aún con esas cantidades acotadas, desde 2007 hasta ahora la cantidad de gente sin trabajo en forma globalizada aumentó en 28 millones, tomándose esa referencia pues fue inmediatamente anterior al comienzo de la crisis financiera que aún hoy sacude a gran parte del mundo. Aunque, en ese mismo período hubo 39 millones de "desalentados" que dejaron de buscar trabajo y retirándose por lo tanto del mercado laboral.

Si tomamos ambas cantidades, tenemos que en lugar de haber crecido en 28 millones los desocupados desde 2007, serían en cambio 67 millones, con lo cual la perspectiva adquiere un tono muchísimo más preocupante.

En cuanto a la llamada "tasa de participación de la fuerza laboral", que mide la proporción de la población en edad de trabajar que está empleada o buscando trabajo, se mantuvo en forma estable en un 64,1% en los últimos 3 años, sin mostrar que la fuerza laboral se redujera. Cantidades que eran superiores al 65% en 2007, pero se contrajeron en los tres años siguientes, lo cual vuelve a constituir una contradicción, pues mientras por un lado se muestra este resultado, por el otro se da cuenta de la existencia de 28 millones más de persona sin trabajo en los últimos 5 años, que en realidad serían 67 millones si se contabilizan debidamente, incluyendo a quienes dejaron de buscar un empleo, sea por las condiciones existentes, por la falta de oportunidades, o directamente por el desaliento que significa el ser constantemente rechazado.

Este es el panorama que tenemos en el mundo en cuanto al mercado del trabajo, que al menos por el presente 2013 no será para nada optimista, ya que durante este período se alcanzará el techo máximo de personas desempleadas.

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