Sida y prevención

Bajo el lema "Cero nuevas infecciones por el VIH", este sábado 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de lucha contra el Sida. Una enfermedad que desde que fue detectada en 1981 ha provocado la muerte de cerca 30 millones de personas, y aún cuando en todo este lapso se ha avanzado mucho en materia de tratamientos, que en la mayoría de los casos logran contener el avance de los efectos nocivos en el cuerpo de la persona afectada, los medicamentos para la cura definitiva aún no han aparecido -si bien hubo unos pocos casos en que los pacientes fueron declarados libres de la enfermedad, por razones no claramente establecidas-, motivo por el cual y como se viene insistiendo desde los últimos años, la prevención continúa siendo el método más práctico y efectivo para contener el desarrollo de la enfermedad.

El sida ha sido hasta ahora, confiándose en que pronto se encuentre la forma de combatirlo con eficacia total, una de las epidemias más destructivas en cuanto a la cantidad de muertes causadas, aunque es alentador decir que estos últimos años se viene advirtiendo una disminución tanto en fallecidos como nuevos infectados. El año pasado hubo 1,7 millón de afectados que murieron, significando 100 mil menos que en 2010, en tanto que los nuevos infectados fueron 2,6 millones, también aquí con una reducción de 100 mil de acuerdo con las estadísticas que llevan los organismos internacionales. Si bien la retracción no fue demasiado significativa, como se produjo en ambas situaciones, constituye un indicio claramente positivo, que marcha acorde con el avance de los tratamientos cada vez más efectivos como así también de los logros reportados por las campañas de prevención que se han intensificado en gran parte del mundo.

Un dato a tener muy en cuenta al momento de delinear las políticas destinadas al sida, es que el 40% de los nuevos infectados de  cada año con el virus son jóvenes comprendidos dentro de la franja etaria de 15 a 24 años, siendo las mujeres el doble que los hombres. Queda muy claro que deben profundizarse las campañas de prevención, de modo especial entre los jóvenes, que iniciados tempranamente en la actividad sexual y en muchos casos en las drogas, se ven expuestos a dos escenarios donde se producen casi todos los contagios. Corresponde también a los padres, dar una orientación mucho más precisa a sus hijos, como así también hacer un seguimiento de sus conductas en cuanto a evitar esta posibilidad de contraer el virus del sida, del cual serán luego indefinidamente portadores, quedando latente el riesgo que la enfermedad se desarrollo en sus cuerpos, al menos hasta tanto aparezca alguna medicación que logre la cura total.

Precisamente, y tal como lo hemos venido exponiendo, merced a los desarrollos logrados, en la actualidad los medicamentos no curan la infección, pero sí en cambio evitar que el virus se continúe reproduciendo.

Ya que hablamos del sida, justo en un día como hoy en el cual debe prevalecer por sobre todo la información, el mejor canal conducente a la prevención, es que recordaremos algunos datos centrales de esta enfermedad que fue descubierta a mediados de 1981 en la costa oeste de los Estados Unidos, la cual al comienzo fue identificada como "peste rosa", aunque en 1983 y al irse avanzando sobre las evidencias clínicas y sus afectos, se denominó Síndrome de Inmumodeficiencia Adquirida (sida), en tanto que por sus orígenes se la nombró como Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Ahora, algo más de 31 años después, el sida se extendió hacia todos los lugares del planeta, calculándose que además de los 30 millones de muertos causados, hay 62 millones de portadores del virus VIH. Pero la buena noticia es que los efectos de la enfermedad se encuentran en retroceso, ya que al menos en 56 países con estadísticas computadas de los últimos 10 años, las infecciones se redujeron 20%, mientras que en el caso de los recién nacidos de madres con sida, la contracción fue del 25%, lo cual refuerza la esperanza de poder llegar a 2015 con la eliminación de la transmisión de madre a hijo.

El día Mundial de lucha contra el Sida se conmemoró por primera vez el 1 de diciembre de 1988, siendo en consecuencia hoy la décimo quinta vez que tiene lugar, coincidentemente en todo el mundo.