Por REDACCION
En materia de accidentes carreteros y sus consecuencias, en primer lugar de víctimas fatales y lesionados, y además por las pérdidas materiales, siempre nos abruman las malas noticias, la interminable espera sobre obras que se anuncian y nunca se concretan. Esta vez, al contrario de la dicho, tenemos algo positivo que decir sobre el tema, y es que según lo informó la Agencia Nacional de Seguridad Vial, la cantidad de muertos en accidentes ocurridos durante el pasado mes de enero en las rutas que conducen a la costa atlántica, se redujo en un importante 53%. Pero además, aunque en cantidad de 20% esa contracción se registró en todo el país.
Es que en esas rutas bonaerenses, y aun cuando eso también aconteció los veranos anteriores aunque no con la rigurosidad de esta vez, se desarrolló el Operativo Verano 2014, con un rígido sistema de control y prevención en todas las principales rutas hacia la costa bonaerense. Se dispuso mucho más personal, más de 150 vehículos controlando y participando de operativos en esas carreteras, donde los excesos de velocidad -en definitiva uno de los factores principales de los accidentes- tuvieron un estricto control y con la aplicación de multas muy severas, tanto en la económico como en la posibilidad de resignar la licencia de conducir.
Lo dijimos y reiteramos, eso muy bueno que sucedió en las carreteras hacia la costa, en menor medida también se produjo en todo el país, donde hubo 20% menos víctimas fatales que en enero de 2013, un mes que tiene gran cantidad de siniestros ya que se trata del comienzo de las vacaciones y cuando es elevada la cantidad de conductores que salen a la ruta aisladamente, a veces, cometiendo imprudencia que en ciertos registros de velocidad suelen tener consecuencias fatales. Otro dato que fue difundido, es que en todo el territorio nacional fueron controlados 1.910.580 vehículos en esas primeros 31 días del año, con el saldo de 30.028 actas de infracción, de las cuales 29.280 fueron por exceso de las velocidades permitidas, además de 425 por alcoholemia, 130 por irregularidades en la documentación, 34 por carencia del seguro obligatorio, y otras 69 a camiones que no respetaron la veda de circulación. Para completar el informe, digamos que se retuvieron 427 licencias y 119 vehículos.
Un aspecto que sin dudas sobresale del detalle de infracciones sancionadas, es la amplia mayoría de excesos de velocidad, además causante de un altísimo porcentaje de los accidentes con víctimas fatales. Es que los automóviles, tanto nacionales como los de alta gama importados, cada vez son más veloces, y aún no contándose con los escenarios adecuados y con restricciones que limitan la velocidad, muchos conductores se exceden y hacen uso de esas velocidades no permitidas, que en el caso de autopistas suelen tener un tope de 130kph y en las autovías 110kph, no pasando de 100kph en el caso de carreteras con doble sentido de circulación. Limitaciones que en muy pocos casos son contempladas, salvo cuando se sabe de antemano que existen controles que no pueden detectarse -radares fijos y también móviles como se han incorporado últimamente- y que las fuertes multas no pueden evitarse, pues cuando son registradas con la correspondiente fotografía, más temprano o más tarde deberán ser abonadas.
Hay un dicho que dice "el hombre es hijo del rigor" y de esa manera parece ser en el tránsito, aunque esté su propia vida de por medio. Donde se sabe anticipadamente que hay controles muy severos y que las multas no pueden esquivarse -rutas de la provincia de Córdoba y las de la Costa atlántica- existe un alto grado de acatamiento a no superar las velocidades permitidas, no adelantarse con líneas amarillas, o bien circular con las luces medias encendidas. Pero ni bien se desvía hacia otras carreteras con menos controles, se da rienda suelta a los excesos de todo tipo, que son en definitiva los que causan los accidentes luego lamentados.
El denominado Operativo Sol en las costas atlánticas se extendió por 1.200 kilómetros, por los cuales en el mes de enero circularon 6,5 millones de vehículos. Hubo 28 puestos fijos de control y puestos móviles, cuyo fruto de tal labor puede sintetizarse en que la cantidad de víctimas fatales se redujo nada menos que 53%.
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