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Editorial Martes 15 de Enero de 2013

Recuperar reservas

El Banco Central difundió un documento, según el cual la prioridad en 2013 será recomponer las reservas internacionales.

Redacción

Por Redacción

Pocos días atrás fue difundido el documento "Programación 2013" del Banco Central de la República Argentina, en el cual se fija como objetivo prioritario para el año actualmente en marcha, la recomposición de las reservas, tratando de recuperar parte de la cantidad perdida en los años 2011 y 2012. Concretamente se señala en ese informe "el ingreso de divisas permitirá el objetivo de recomponer el nivel de las reservas internacionales, aún después de los pagos de deuda externa en moneda extranjera". 

Si bien no se establecen cifras determinadas, se especula que las compras de divisas deberán estar en el orden de los 12.000 millones de dólares, muy significativa aunque estará lejos del récord alcanzado en 2006 cuando se había adquirido 14.100 millones de dólares, en momentos en que la economía estaba en su punto álgido, sostenida por los ingresos del sector agroalimentario.

En la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont existe optimismo debido a la espera de un fuerte ingreso de dólares por la cosecha y también por el crecimiento de las exportaciones a Brasil, país con el cual se está achicando ostensiblemente el déficit comercial que vinimos teniendo en la última década.

Un dato clave a tener en cuenta para que el Central pueda comprar muchos dólares, es que se mantenga el cepo cambiario, y no sólo eso, si no cada vez más rígido y extendido, algo que ya fue anunciado que tendrá absoluta continuidad durante este 2013. Lo cual, por un lado permitirá esta recomposición de las reservas, mientras que por otro seguirá generando dificultades en la producción por las restricciones que significa para las importaciones que frenan muchas líneas productivas, y además en los sectores de la construcción y el inmobiliario, que a raíz del cepo experimentaron fuertes bajones el año pasado, sin llegar a amoldarse a la pesificación de la economía pretendida por el gobierno, lo cual es prácticamente imposible en tanto y en cuanto se mantenga una tasa inflacionaria de 25 puntos, con posibilidades de ampliarse en lugar de contraerse.

Se descuenta, que conjuntamente se mantendrá también la medida que impide el giro de parte de las empresas de sus utilidades al exterior, lo cual provoca una perspectiva muy negativa para las inversiones, las que son indispensables para la ampliación de la actividad económica. Algo que, como preciso ejemplo, se advierte en la reestatizada YPF, a quien le cuesta muchísimo obtener fondos en el exterior.

Con referencia a la balanza comercial, el BCRA se limita a destacar que el superávit estará por sobre los 10.000 millones de dólares, no significando un aporte novedoso, ya que el 2012 que acaba de concluir dejó un saldo a favor de 12.500 millones de la divisa estadounidense. El informe vuelve a centralizar aquí sus expectativas favorables en las dólares que ingresarán por la próxima cosecha.

Claro, que además de todas las variantes analizadas, lo que no se menciona es el rubro gastos, pues si continúa creciendo como lo viene haciendo -aun cuando hubo algún pequeño freno en los meses de noviembre y diciembre recientes-, considerando además que estamos en un año electoral en el cual el kirchnerismo se jugará el resto para lograr la posibilidad de reformar la Constitución y acceder a una re-reelección de Cristina Fernández, no habrá reservas que alcancen para sostener el financiamiento del Estado.

Justamente, las reservas experimentaron fuertes caídas en los dos últimos años, de 5.814 millones de dólares en 2011 y de 3.084 millones en 2012, contabilizando hasta el 21 de diciembre. Con lo cual el total de reservas quedó en 43.400 millones, bastante lejos de los 52.000 millones que había en 2010.

¿Cómo viene la situación para este año? Pues de acuerdo con el Presupuesto, que puede citarse aunque pocas veces se cumple, se prevé el uso de unos 8.000 millones de dólares de las reservas, la mitad para afrontar pagos de la deuda y la otra para gastos de funcionamiento del gobierno, los que se supone estarán destinados casi en su totalidad para el pago de importación de energía.

Aunque las reservas entre 2003 y 2012 crecieron 32.000 millones de dólares, esto fue por lo sucedido hasta 2010, ya que de allí en adelante la caída fue sostenida. Incluso, el resto de países de la región el año pasado registraron importantes subas de sus reservas, contrastando claramente con lo que sucede en la Argentina.

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