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Editorial Jueves 9 de Enero de 2014

Realidad salarial

En el país hay 8,1 millones de asalariados que ganan menos de 4.000 pesos mensuales. La inequidad distributiva refleja el fracaso de las políticas aplicadas en ese sentido.

REDACCION

Por REDACCION

La mitad de los 16 millones de personas asalariadas del país, de acuerdo con datos oficiales del INDEC obtenidos en el tercer trimestre del año recientemente fenecido, gana menos de 4.000 pesos mensuales. Se trata de personas ocupadas como obreros, empleados, profesionales y cuentapropistas, se encuentren o no registrados en el sistema de seguridad social. De ese modo lo reveló la Encuesta Permanente de Hogares difundida en los últimos días del mes de diciembre, datos sobre los cuales se sustentó para hacer el análisis correspondiente el periodista especializado en temas económicos Ismael Bermúdez.

Gran parte de estos 8 millones de personas que ganan mensualmente menos de 4.000 pesos son subocupados -es decir, porque no consiguen empleo a tiempo completo-, trabajan en negro formando parte de un universo integrado por el 34,6% de la masa laboral, como personal doméstico, cuentapropistas, o bien ocupados en blanco de muy bajos sueldos.

Tomando el total de las personas asalariadas, es decir un poco más de 16 millones, el promedio general de ingresos es de 4.751 pesos, universo en el cual la peor parte les corresponde a las mujeres, como sucede en casi todos los relevamientos de índole laboral, ya que justamente el sexo femenino siempre aparece más postergado, al punto que la mitad de las mujeres que trabajan tienen un promedio de ingresos de 3.500 pesos, en tanto la mitad de los varones llega al promedio de 4.500 pesos. La diferencia aparece entonces bastante pronunciada.

De todo ese volumen salarial de 16,1 millones de personas, la mitad se queda con el 24,1%, mientras que en el otro extremo de la pirámide salarial, el más encumbrado, lo integra el 10% de la población que se queda con el 27,1%. Es decir, las estadísticas oficiales revelan claramente que la tan proclamada búsqueda de equidad en la distribución de los ingresos no tuvo ni cerca el resultado favorable que se dice, pues los más ricos siguen quedándose con la mayor parte.

El análisis de todos estos ingresos, revela algunas cuestiones realmente preocupantes, pues queda en evidencia que el 30% de los trabajadores, que constituyen 4,8 millones de personas, gana mensualmente menos de 2.800 pesos. Completándose con 1,2 millón de desocupados -siempre de acuerdo con las "generosas" estadísticas del INDEC-, quienes dependen de subsidios sociales o bien de asignaciones mínimas en carácter de desempleado.

Se destaca en el análisis del periodista aludido que "para este vasto contingente de trabajadores 'década ganada', 'inclusión social', y 'mejora en la distribución del ingreso' no dejan de ser meras frases alejadas de la realidad". Sin dudas una contundente conclusión, la cual está sustentada en números y estadísticas oficiales, más allá de las apreciaciones de contenido político que puedan formularse desde otro enfoque muy distinto.

Con tales ingresos, gran parte de los 16,1 millones de salariales que había en el tercer trimestre de 2013 si es que están al frente del sostén de un hogar quedan ubicados por debajo de la línea de pobreza, ya que todas las mediciones privadas sobre la canasta alimentaria están muy por encima de esos valores. Claro, si se toman las canastas básica y alimentaria del INDEC, entonces la situación varía sustancialmente, pues establecen, entre otras puntualizaciones respecto a estos valores, que una persona en la Argentina de este tiempo puede alimentarse con monedas más de 6 pesos por día. 

Claro que este relato se ha terminado desde hace un tiempo largo, aunque desde el gobierno se continúa insistiendo con el mismo, describiendo un país de ficción, totalmente alejado de la realidad. Con la inflación sucede otro tanto, pues mientras la oficial del INDEC -y ahora sin Guillermo Moreno, lo cual vale decir que todo sigue igual que antes de los pequeños cambios que hubo en el gabinete de la presidenta Cristina Fernández- ronda 10,5% para todo el año, la real y que es medida por todo el abanico de consultoras privadas e incluso de algunas pocas provinciales que quedan en funciones como San Luis, además de organizaciones como la CGT o la Universidad Católica, ronda entre 26 y 30 por ciento, con tendencia a la expansión.

Esta es entonces la comprometida realidad salarial que hay en la Argentina de este tiempo.

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