Por Redacción
Las finanzas públicas están comenzando a complicarse, por una serie de consecuencias entre las cuales se destacan la importante disminución del superávit de la balanza comercial, el déficit que presentará la balanza fiscal al cabo de este año con una estimación de 11.000 millones de pesos, las escasas reservas de libre disponibilidad que existen en el Banco Central, como así también en la ANSeS y el Banco Nación a los cuales se vino recurriendo en los últimos meses. Todo eso, por tomar los grandes rubros, si se combina con los efectos de la crisis, que altera el comportamiento que venían teniendo los mercados, termina por describir una situación que si bien está todavía lejos de la que afrontan muchos de los países desarrollados, es preocupante y para prestarle la debida atención.
Veamos por ejemplo el caso de las provincias, cuyas perspectivas son realmente complicadas, pues concluirán este 2011 con un déficit de 9.000 millones en sus cuentas, a lo cual deben añadir un panorama aún más desalentador para 2012, habida cuenta que desde el mes de enero son numerosos los distritos que deberán comenzar a pagar el endeudamiento que contrajeron con la Nación, tras recibir adelantos de los fondos que les corresponden por coparticipación.
Esta situación, tanto la actual como la por venir, profundizará aún más la dependencia que desde hace años les impuso el gobierno nacional a las provincias. Es que en 2012 muchas provincias tendrán un ahogamiento financiero importante, quedándoles a sus gobernadores la casi exclusiva alternativa de recurrir al gobierno para salir del encierro que significará tener que afrontar el pago de salarios que cada vez fueron siendo más voluminosos en monto pero también en cantidad de agentes, ya que fue esta última una de las maneras de paliar el desempleo, de modo especial en aquellos distritos donde hay muy escasas posibilidad de producción, y por lo tanto de empleo del sector privado. Y además de eso, tener que atender las demandas sociales, que se encuentran en alza permanente.
El presupuesto del año que viene tiene asignados 6.984 millones de pesos para la asistencia de jurisdicciones con problemas para afrontar el pago de las cuotas del Programa Federal de Desendeudamiento que comenzará a efectivizarse desde enero, aunque en realidad eso está por verse, ya que al menos media docena de las 16 provincias que ingresaron en este Programa, ya tendrían gestiones en marcha para que se disponga una prórroga de un año. Lo cual, de acordarse, significaría una vez más un premio para quienes peor administraron sus distritos, y un castigo para quienes lo hicieron más ajustadamente, sin tener que recurrir a endeudamiento.
Este Programa de Desendeudamiento tiene por cobrar un total de 68.353 millones de pesos en 227 cuotas hasta 2030, con una tasa anual del 6%, teniendo la coparticipación como garantía, razón por la cual la Nación puede cobrarse en el acto efectuando reducciones en los envíos de fondos que corresponden a los deudores.
En lo que hace a 2012 las provincias que tomaron esos préstamos deberán pagar un total de 7.293 millones, lo cual significará un muy serio inconveniente para muchas de ellas, por lo cual inevitablemente deberán volver al déficit de sus finanzas, de las cuales habían logrado recuperarse en 2009 merced a los adelantos recibidos desde el Tesoro nacional.
La consultora Economía & Regiones, considera que el déficit conjunto de las provincias puede estar muy cerca a fin de año a los 10.000 millones de pesos -mil millones más de las estimaciones del área pública- citando casos concretos como Santa Fe que tendrá un déficit del orden de 1.100 y 1.200 millones de pesos; Mendoza en el orden de los 1.000 millones; y Tierra del Fuego con rojo de 550 millones. Mientras que Buenos Aires, Corrientes, Formosa, Jujuy, Córdoba, Río Negro, La Pampa y Santa Cruz, de acuerdo con las estimaciones al respecto ya que no presentaron todavía sus presupuestos, también podrían encontrarse en situación deficitaria.
Los distritos que en cambio presentaron presupuestos equilibrados, son San Luis, San Juan, Capital Federal -con la emisión de un bono- Chaco y Santiago del Estero.
Como se advierte, las cuentas provinciales finalizarán el año muy comprometidas y lo estarán todavía más en 1012 de no disponerse alguna modificación en el pago de las cuotas de desendeudamiento que deberán comenzar a efectivizarse desde el mes de enero.
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