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Editorial Jueves 14 de Mayo de 2020

Para tener en cuenta

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REDACCION

Por REDACCION

Reconocidos especialistas dieron a conocer una serie de recomendaciones para cuando se decida ponerle fin a la cuarentena por la pandemia de coronavirus, destacándose, entre otras "el asomarse de a poco y contener a los niños".

El informe fue realizado por el Consejo Consultivo de la Licenciatura en Psicología y se puede resumir en esos dos puntos esenciales, que serán de aplicación obligada para controlar eventuales rebrotes de la enfermedad.

Será necesario salir gradualmente porque el mundo habrá cambiado. Reconstruir hábitos cotidianos, salidas, distancia en la calle y en espacios públicos, uso de tapabocas, medidas higiénicas, sin apresurarse. Haciéndolo, en consecuencia, de forma gradual.

La distancia a respetarse, vale la pena recordarlo, es física, no social. Por lo tanto es importante estimular la solidaridad y la proximidad afectiva.

En las actuales circunstancias, la tecnología digital nos permitió estar solos, pero al mismo tiempo juntos. Desde la flexibilización, las conversaciones volverán a ser más emocionales por el contacto directo.

Por ahora, es indispensable permanecer conectados con las personas de riesgo y en lo posible eliminar el sonido de las notificaciones, para darle una cuota de tranquilidad a los más sensibles.

Cuando todo pueda retornar a la normalidad, algo que ocurrirá dentro de un tiempo que hoy no se puede estimar con una certeza absoluta, habrá que contener a los niños, que deberán readaptarse a un nuevo orden.

Es probable que desconozcan, los más pequeños, a las personas con las que han tenido un contacto frecuente durante un tiempo y al margen de las relaciones virtuales, superada esta pesadilla, tendrán que volver a identificar.

Los adultos, en muchos casos, también deberán reacomodarse a las rutinas de los horarios, que varían de acuerdo a las distintas flexibilizaciones y a las actividades.

La vuelta al trabajo, que es muy necesaria para generar ingresos, podría llegar a generar algunas reacciones no previstas, que en ese caso puntual se superará con rapidez porque se trata de un ejercicio natural, que requiere de una adaptación relativamente breve.

Además, será normal que en la primera etapa de "liberación", surjan algunos temores ante síntomas que en esa eventualidad, los más débiles asociarán al coronavirus.

Será fundamental, también, tener bien alta la moral. Es la única manera de no bajar la guardia y de sentirse fuerte ante cualquier adversidad.

La responsabilidad debe ejercerse individualmente para el beneficio de todos. Ese concepto debe aplicarse con todo el rigor, para dejar atrás un tema que nos preocupa a todos y que seguramente habrá de seguir haciéndolo durante un tiempo bastante prolongado, aún cuando no se registren nuevos casos de contagios o de fallecimientos.

Debemos ser agradecidos al personal de la salud, de las fuerzas de seguridad y de las diferentes actividades esenciales que no tuvieron descanso.

Reconocer esas tareas será un gesto humanitario, como el que tuvieron quienes nos cuidaron en momentos difíciles y merecen nuestro respeto.

No será una tarea sencilla aceptar que la situación económica de la mayoría de los trabajadores, se verá debilitada luego de esta pandemia.

También hay que estar fuertes en un escenario que será diferente para muchos, pero que les otorgará posibilidades laborales a quienes hayan perdido sus empleos en la medida que se vaya saliendo de este laberinto.

Todo acontecimiento que trastoca o disuelve costumbres y modalidades, vale la pena recordarlo, brinda la oportunidad para que la imaginación creativa, el talento y el esfuerzo construyan arquitecturas nuevas y estimulantes.

El tema es resolver con buena predisposición y voluntad las consecuencias psicológicas y actitudinales, luego de vivir una situación inédita para la mayoría.

En especial, para las nuevas generaciones, que no padecieron una situación como la que estamos describiendo, en materia sanitaria como económica.

El estudio señala que la salida de la cuarentena puede provocar reacciones de euforia y hasta maníacas, derivadas del confinamiento prolongado.

La mejor forma de evitar comportamientos de esa naturaleza, será la de buscar una protección en el ambiente familiar y en las amistades más fieles, que en definitiva, sabrán en qué momento aconsejarnos para superar ese tipo de actitudes.

Las reuniones sociales, que tanto deseamos, debemos afrontarlas con prudencia y evitando los excesos. No es aconsejable recuperar en una salida, todo lo perdido a lo largo de un tiempo prolongado.

La fortaleza de cada uno desempeñará un rol importante en un panorama que será complejo para unos y natural para otros.

Por todo lo enunciado, no solamente dependeremos de nosotros, sino también de quienes podrían llegar a contenernos luego de un aislamiento obligatorio para el que nadie estaba preparado.

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