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Editorial Jueves 17 de Mayo de 2012

Nuevo espacio verde

La ciudad sumó el Parque Urbano Integrador APADIR, parte de un complejo situado en el sector este del ejido urbano.

Redacción

Por Redacción

En ocasión de delinear algunos de los principales objetivos de su gestión al frente de la Municipalidad de Rafaela, el intendente Luis Castellano, entre otros temas trascendentes como viviendas, capacitación, tránsito y educación, hizo referencia a la necesidad de espacios verdes que tiene la ciudad, habiendo tenido a muy poco tiempo de iniciada su gestión, cuando apenas transcurrieron 5 meses, una satisfacción muy importante como fue el participar como principal autoridad, pero especialmente compartiendo con todos los rafaelinos, la inauguración del Parque Urbano Integrador APADIR.

Esta obra, vale recordarlo, se había puesto en marcha durante la gestión de Omar Perotti al frente de la intendencia y tuvo continuidad en esta última parte, llegando a su conclusión, lo cual habla mucho en favor de la continuidad, para que no sólo sea institucional, como en realidad lo es, sino en los proyectos, que como en este caso se inician bajo una administración y concluyen en otra. Es verdad que se trata del mismo grupo y eso facilita las cosas, aunque mucho más en este caso, donde tanto Perotti que fue el iniciador como Castellano el continuador son reconocidos propulsores y entusiastas de los espacios verdes. Aunque en realidad, situaciones como esta son las que deberían estar más allá de intencionalidades políticas o electorales, que tantas veces se han manifestado como insalvables inconvenientes para demorar proyectos, o incluso llegar a anularlos.

Más allá de estas disquisiciones, que en realidad existen y hacen a la cuestión, lo que importa es que Rafaela agregó un nuevo y muy importante espacio verde, merced al trabajo conjunto, sostenido con el entusiasmo, tanto de la Municipalidad como de APADIR. Justamente, tal la mención de los dos intendentes que tuvieron que ver con esta cristalización, por parte de APADIR sobresale la participación de Edelso Gunzinger, quien junto a un valioso grupo de rafaelinos fue no sólo uno de los fundadores de esta entidad, sino también quien muchísimo trabajo aportó no sólo desde el esfuerzo sino también desde la idea, para que este Parque se transformara en realidad.

La ubicación privilegiada de este nuevo espacio que disponen los rafaelinos, lo sitúa como un lugar que merecerá preferencias al momento de la distracción y el paseo -de lo cual se tuvo constantes pruebas, pues viene siendo utilizado desde mucho antes de su inauguración reciente-, integrándose a todo un complejo existente en esa zona ferroviaria en el sector este de la planta urbana, que si bien ya es una plasmable realidad, lo será mucho más todavía en el futuro, cuando todo lo allí instalado vaya cobrando mayor cuerpo, e incluso se agreguen nuevas iniciativas que ya anidan en el entusiasmo de muchos.

Mencionado al comienzo el respaldo que el intendente Castellano le otorga a los espacios verdes, en esta ocasión de la inauguración ratificó plenamente su intención de invertir en esta clase de obras que sostienen el solaz y esparcimiento de la gente. "Dijimos que esta iba a ser una de nuestras prioridades. Esto forma parte de un plan integrador, que se suma a las mejoras en el Parque de los Eucaliptos, a la futura remodelación de los canteros del bulevar Italia, al Parque del Tren que se construirá próximamente en el entorno de la reluciente locomotora en Mitre y Sáenz Peña, a la refuncionalización de los antiguos galpones del Ferrocarril, contándose además en el sector con el Museo de los Ferromodelistas.

Algo que debe decirse, cuando de espacios verdes se habla, es la permanente lucha contra los actos de vandalismo, que por su reiteración e importancia, se han convertido un flagelo muy difícil de subsanar, menos aún de erradicar, teniendo reiteradamente muestras de cómo es el accionar de esta clase de gente, que disfruta con el solo hecho de hacer daño, de asirse a la violencia casi como una costumbre.

Además del daño que se comete, con impacto en el corazón de la comunidad, se produce un significativo gasto que debe afrontar el municipio -es decir, los bolsillos de todos los contribuyentes- para reparar y volver a poner todo en su sitio. Plazas, farolas, bancos, monumentos, juegos, canteros, plantas y arbustos, suelen ser los objetivos buscados por quienes disfrutan con la necedad. Un mal de este tiempo de los espacios verdes, que entre todos debemos contribuir para que desaparezca.

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