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Editorial Domingo 20 de Enero de 2013

Nuestra basura

En nuestra ciudad se generan 90.000 toneladas de basura por año, lo cual constituye toda una problemática para resolver satisfactoriamente.

Redacción

Por Redacción

La basura de todo orden que producimos los humanos, es un serio problema en todo el mundo, pues casi todas las formas de enfrentar su eliminación produce alguna clase de inconveniente, desde la contaminación a los enormes espacios ocupados pasando por una larga serie de problemas ulteriores. Aseguran que la solución ideal no existe, o bien no ha sido encontrada todavía, aunque es cierto se ha ido avanzando.

Veamos aquí en Rafaela por ejemplo, lo que tenemos más cerca. Hace años que fue eliminado el depósito de basura a cielo abierto, siendo frescos los malos recuerdos que trae, con aquellas grandes humaredas que según la dirección del viento, solían cubrir la ciudad, con consecuencias contaminantes muy importantes. Desde hace una década se cuenta con el sistema conocido como relleno sanitario, ubicado en un predio de 33 hectáreas a unos 10 kilómetros del centro de la ciudad, funcionando a pleno y habiendo incorporado estos años nuevos sistemas y metodologías para el tratamiento y la eliminación de los residuos, además de la formación de una cooperativa que se encarga de esos menesteres, en la cual trabajan 70 personas.

Un dato del cual puede partirse para estar más interiorizados sobre la problemática de la basura, es que aquí en Rafaela se generan 90.000 toneladas anuales, lo cual arroja un promedio de 720 gramos de basura diaria por cada habitante de la ciudad. Una responsabilidad que a cada uno de nosotros nos corresponde, ya la misma puede reducirse con un efecto multiplicador en la suma total, además de darle un correcto destino según sean la naturaleza de ese material desechable. Un aspecto en el cual los rafaelinos estamos bastante avanzados, lo cual no es óbice para seguir mejorando, como lo es que el 80% de los hogares separa los residuos entre recuperables y no recuperables, facilitando de esa manera el funcionamiento del relleno sanitario.

En realidad, nuestra ciudad se encuentra adelantada con la implementación del sistema de relleno sanitario, aplicado aquí en el año 2003, mucho antes que la mayoría de los alrededor de 260 municipios que cuentan hoy en día con este método de tratamiento y eliminación de sus residuos, y además, por sobre todas las cosas, lo ya mencionado de que 8 de cada 10 hogares de la ciudad que generan residuos que son llevados al "relleno", lo hacen de la manera correcta, separando los mismos. En muy pocos sitios, por lo que se conoce, se cuenta con tan alto porcentaje de cumplidores, lo cual por un lado debe destacarse, pero no por esa razón dejarnos en el conformismo, si no que se debe insistir con la educación de ese 20% que aún no se adaptó al sistema, para alcanzar cifras ideales, que van en beneficio de todos.

Mientras los vecinos colaboran de esa manera, separando sus residuos, la recolección que hace el Municipio cuenta con seis diferentes frecuencias: la recolección en puerta de residuos recuperables, no recuperables y biodegradables; basura de patios; aceites vegetales; papel blanco de oficina; y sitios de recepción de residuos especiales, como punto verde móvil y estación de residuos clasificados que funciona frente al cementerio municipal.

Los residuos son debidamente separados -recordamos que el 80% llega de esa manera-, quedando por un lado los recuperables y reciclabes, en tanto que por el otro van los destinados a las celdas subterráneas, contándose con 4 de ellas en el relleno sanitario, de 100 por 500 metros, cuyos fondos y paredes están recubiertas por una capa impermeable de polietileno de muy alta densidad que evita la filtración de líquidos contaminantes al suelo y de allí a las napas freáticas, siendo cubiertos con tierra los residuos depositados en ese lugar, cada día al cabo de los trabajos.

Cuando se creó el relleno la duración estimada entonces fue de 20 años, pues en ese lapso se iban a completar las cuatro celdas de enterramiento, aunque ahora una nueva evaluación  de acuerdo a la cantidad de basura que se recibe y con mejoras que se fueron implementando se estableció la duración en 40 años, mientras que con el Plan Girsu de reducción de residuos a enterrar, la durabilidad se extendería a 60 años.

Esta es la realidad que se vive con la basura y todos los demás residuos que se general en Rafaela día tras día. Una problemática que requiere de la participación y el aporte de todos.

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