Nivel académico local

Uno de los principales desafíos que tiene Rafaela como polo universitario es apostar no sólo a la ampliación de su oferta sino también a la consolidación de un nivel académico de calidad que la ubican en iguales condiciones frente al resto de las universidades de la región.

En este sentido, el reciente reconocimiento que recibió la UTN Facultad Regional Rafaela de parte de la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) parece marcar el camino que deben seguir nuestras casas de altas estudios. 

Se trata de la acreditación de las carreras de Ingeniería Electromecánica y Civil e Ingeniería Industrial lográndose los estándares de calidad en las áreas académicas, de investigación y de extensión y vinculación con el medio, asegurando la calidad en la formación de los futuros profesionales.

Se trata de un sistema de control de calidad que excede lo académico y que incluye la currícula, el plantel docente, la calidad universitaria, los trabajos prácticos, los laboratorios, la investigación con proyectos propios, la infraestructura, entre otros.

En el área de investigación hoy hay 16 proyectos en funcionamiento con la participación de un centenar de investigadores entre 60 docentes y 30 alumnos (en 30 proyectos), contando con docentes con dedicación exclusiva. Cabe destacar también el crecimiento edilicio que hoy permite contar con dos laboratorios y un área especialmente destina a los posgrados, entre ellos, la Maestría en Desarrollo Territorial; la Especialización en Higiene y Seguridad en el Trabajo; y la Especialización en Agronegocios.

Más allá de esta realidad que presenta una de las casas de estudio más tradicionales de la ciudad, lo cierto es que este presente de la UTN se enmarca en el contexto de una ciudad que desde hace años viene apostando a la formación universitaria. 

En este sentido, en 2013, ingresaron en las universidades locales un total de 1.492 estudiantes. Además este año se contará con un total de 5.231 matriculados. En comparación con 2006, los estudiantes de tercer nivel en la ciudad son un 33% más que los 3.507 que hubo en aquel entonces.

De todas maneras, tanto en la cantidad de ingresantes como en el total de los matriculados en las diez casas de estudio (entre universidades y terciarios públicos y privados) que funcionan en nuestra ciudad, hubo una pequeña reducción (entre el 3 y 4% respectivamente) de lo sucedido en 2012.

Se estima que del total de estudiantes universitarios y terciarios que hay en la ciudad, más de la mitad provienen de alguna localidad de la región, por lo que se trata de un polo educativo de alcance regional.

Actualmente los establecimientos en los cuales pueden realizarse estudios de este nivel terciario, tanto públicos como privados, son la Universidad Católica de Santiago del Estero; el Instituto Tecnológico Rafaela; la Universidad de Ciencias Sociales y Enpresariales; el Instituto Superior del Profesorado; la Universidad Tecnológica Nacional; la Universidad Católica de Santa Fe; la Universidad Nacional del Litoral (a través del aula a distancia de la Municipalidad); la Universidad Siglo 21; la Escuela de Enfermería; y la Universidad Del Salvador.

En el listado habrá que agregar el proyecto de creación de una Universidad Nacional en esta ciudad. Una iniciativa que necesitará de mucho gestionamiento y respaldo, pero constituye una posibilidad de enormes perspectivas, que terminaría por consolidar de manera muy significativa el posicionamiento de Rafaela como polo universitario de la región.

En cuanto a las posibilidades de carreras que aquí se ofrece, aparecen las más tradicionales hasta otras más novedosas que se fueron incorporando, totalizando medio centenar, siendo una oferta muy abarcativa e importante. De todas maneras, en el abanico local aún falta fortalecer carreras que tengan que ver con el sector productivo de la región y de estudios vinculados a la genómica, la genética aplicada, la cadena láctea, la cadena alimentaria, la agroindustria, y la metalmecánica. Algo que tal vez podrá alcanzarse cuando se concrete el proyecto de la Universidad Nacional.

Como se puede ver, la base para este polo educativo en cuanto a cantidad de instituciones, cifras de alumnos y variedad de las carreras se ha logrado alcanzar. A partir de ahora la apuesta deberá ser en favor de seguir formando profesionales altamente capacitados para enfrentar las exigencias del mundo laboral actual.