Por REDACCION
Para salir del estancamiento de la crisis estructural que atraviesa la Argentina, uno de los problemas centrales a resolver lo constituye la infraestructura en general desde hace muchos años.
En el reciente informe Indicadores de Condiciones de Vida de los Hogares el Instituto nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó un conjunto de indicadores elaborados a partir de la combinación de algunas de las variables relevadas en forma continua por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en 31 aglomerados urbanos de la Argentina.
El relevamiento procura establecer distintas dimensiones referidas a las condiciones de vida de los hogares, en términos de su acceso a un conjunto de bienes y servicios. Un dato saliente corresponde al acceso de servicios públicos, que tiene importante incidencia en el nivel de pobreza de la población.
El INDEC analizó el acceso de los hogares a los servicios de suministro de agua corriente y gas a través de redes públicas, y a las redes de desagües cloacales. El 90% de los hogares cuenta con acceso a la red de agua corriente, pero esta tasa se reduce a 70,8% en cuanto al acceso a la red de gas natural, y al 70,6%, a la red de cloacas.
De allí surge que el 10% de los hogares no accede a la red pública de agua corriente; el 29,2% no dispone de gas de red; y el 29,4% carece de conexión a las redes cloacales.
Como los hogares más pobres, por lo general, cuentan con más integrantes que aquellos con mayores ingresos, el número de personas que no accede a los servicios públicos es mayor. Por ello, uno de cada tres argentinos no tiene acceso a la red de gas natural o cloacas, según el sondeo del INDEC.
"Si bien aquí se presentan los resultados para el total de los 31 aglomerados urbanos relevados en forma continua por la EPH, cabe señalar que este indicador puede presentar resultados disímiles según cada región, en función de cuán extendidas se encuentren estas redes en cada territorio", aclaró el informe.
"Por otra parte, el acceso a estos servicios no solo depende de la existencia de las redes en las inmediaciones de la vivienda, sino también de que, en caso de que existan, los hogares puedan realizar las conexiones domiciliarias a estas", añadió el organismo.
Dentro de las características habitacionales el ente estadístico incluyó el indicador de calidad de los materiales de la vivienda, el cual se basa en un grupo de variables referidas a los materiales constructivos de los pisos y techos y la presencia de cielorraso.
El INDEC tuvo en cuenta la protección o abrigo del medio natural y de factores ambientales adversos que dichos materiales proporcionan y, en función de ello, se establece la suficiencia o insuficiencia de su calidad.
De allí resultó que, al primer semestre de 2018, el 80,4% de los hogares y el 76,6% de las personas habitan en viviendas cuyos materiales poseen calidad suficiente.
Por otro lado, el 6,6% de los hogares habita en viviendas cuyos materiales poseen una calidad insuficiente y el 13% lo hace en viviendas cuyos materiales poseen una calidad parcialmente insuficiente. En el caso de las personas, estos porcentajes ascienden al 8,2% y 15,2%, respectivamente.
¿Cómo está la ciudad Rafaela en materia de servicios en los hogares?
Según el Relevamiento Socioeconómico 2017, que presentó el Instituto de Capacitación y Estudios para el Desarrollo Local (ICEDEL) el 23 de noviembre del año último, el 95,2% de los hogares tiene agua corriente, el 83,6% la red cloacal (los índices son superiores a la media nacional) y el 47,7% con gas natural (por debajo del porcentaje en todo el país). Sobre esto último, a principio de este año empezaron los trabajos de ampliación del gasoducto que están realizando las empresas TGS y SACDE, y continuará en el 2019; esta obra arrancó desde Esperanza, pasando por Rafaela hasta Sunchales, lo que permitirá la ampliación domiciliaria del gas natural en la región. El trabajo del ICEDEL incluyó una encuesta efectuada sobre una muestra de 690 viviendas, con 695 hogares y una población relevada de 2.039 personas (1.759 de 10 años o más y 280 menores de 10 años). Otro dato significativo es que el 99,9% de los hogares rafaelinos cuenta con el servicio de energía eléctrica.
Volviendo al tema central de esta columna editorial, una de las políticas de Estado debe ser continuar trabajando para mejorar los servicios de agua corriente, cloacas y gas natural, lo que redunda en calidad de vida y creación de nuevas fuentes laborales en un contexto complejo. De hecho los sectores más pobres son los más vulnerables, especialmente sobre el gas, que deben recurrir a las garrafas de gas, cuyos precios suelen ser más caros comprados con la red de gas natural.
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