Por REDACCION
Lejos de asegurar que la economía inició un proceso de reactivación consistente, lo que sí se observa por estos días en la Argentina es una suerte de recreo que nadie puede garantizar que duración tendrá. La calma cambiaria que se ha logrado es una pequeña victoria contra el estrés nacional y además se ha traducido en una reversión del costo de vida, que se ha desacelerado en los últimos tres meses. En el país todo parece girar en torno a lo que sucede con la moneda estadounidense, puesto que si ingresa en una etapa de inestabilidad todas las variables de la economía empiezan a temblar y con ello todos los argentinos, claro está.
No obstante, este mini veranito económico en el que no hay triunfos pero al menos no hay derrotas por amplia diferencia no puede ocultar los indicadores sociales del dolor, como el aumento de la pobreza y su efecto asociado como lo es la mayor demanda de alimentos por parte de los sectores más cruelmente castigados por la crisis. Tampoco la realidad del mercado laboral, donde hay miles de puestos de trabajo que se han destruido y otros tantos que penden de un hijo. Hoy día crear nuevo empleo es, prácticamente y lamentablemente, una utopía.
Al mismo tiempo, la economía está atravesada por la campaña para las elecciones presidenciales y legislativas que tienen escala en agosto y octubre. En este escenario, los últimos datos sobre la actividad industrial o de la construcción, que fueron negativos como desde hace 15 meses, pueden ser considerados hasta positivos según la mirada del Gobierno nacional. Es el caso del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien consideró que la economía tiene "perspectivas positivas", tras analizar los indicadores sobre industria y construcción publicados por el INDEC. El funcionario afirmó que en mayo, casi el 60% de la industria espera que la demanda interna mejore o se mantenga, comparado con un 53% del mes anterior y un 42% en diciembre pasado. Es decir, rescató el leve cambio de humor del empresariado que vislumbra una mejora en un país que está muy mal. Dujovne sostuvo que la industria se encuentra 6% del nivel de diciembre y que la construcción acumula una suba del 12,1% desde diciembre pasado.
En esta línea, el 55% de los empresarios consultados pronosticó que la situación económica mejorará el año próximo y la mayoría consideró que el nuevo gobierno debería reducir impuestos, según un sondeo realizado en el marco del IAE Summit 2019. En ese encuentro, empresarios, docentes, emprendedores y profesionales participaron en una encuesta sobre economía e industria 4.0 en Argentina. En el evento participaron más de 1.100 personas, de las cuales 388 respondieron la encuesta.
El decano del IAE Business School, aportó una mirada muy interesante al señalar que se está viviendo en la Argentina un "momento de incertidumbre, de no saber hacia adonde irá la política o la economía del país, pero al mismo tiempo contamos con las herramientas que están transformando las empresas y la sociedad a nivel global". Entre los asistentes se encontraban personas del mundo de la empresa, emprendedores y profesionales de Argentina y toda la región. Entre los resultados de la encuesta se destacó una actitud optimista de los encuestados sobre la situación económica futura nacional y de las empresas, en particular.
Otro punto clave sobre el que se indagó fue sobre la capacidad de la fuerza laboral argentina para afrontar el "trabajo del futuro". Ante esta cuestión, el 53% afirmó que los argentinos están "poco preparados" y el 38% que están "algo" capacitados. En los extremos se sitúo un 2% que considera que los trabajadores argentinos están muy capacitados y un 7% que cree que no están en absoluto preparados.
Sobre el Gobierno 2019-2023, los encuestados afirmaron que la reducción de impuestos y la estabilización de la economía a largo plazo y consensos sobre políticas de largo plazo, entre otras cuestiones, deberían ser las "prioridades para generar el desarrollo de las empresas a nivel nacional".
Para cerrar este análisis sobre el mini veranito económico se cita la publicación del influyente periódico británico The Financial Times, que aseguró que la estabilidad del dólar, la baja del riesgo país y la suba de bonos y acciones registrada en los últimos días incluso en Wall Street parece demostrar la recuperación del "entusiasmo" de los inversores sobre la Argentina. De todos modos, hay opiniones que contrastan, como la del economista Gabriel Rubinstein quien señaló que hay "incertidumbre" en la plaza financiera ante el período electoral y por ese motivo "las variables no pueden terminar de acomodarse".
Por último, en medio de este clima más relajado, el Gobierno dio a conocer sus expectativas en un adelanto de la ley de Presupuesto que envió al Congreso, en el que espera para este año una contracción económica del 0,8%, una inflación menor al 40% y un crecimiento del 3,5% para el 2020. Por ahora, hay que pasar otro invierno.
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