Por REDACCION
Como tantas otras instituciones, la Justicia en la Argentina no goza de buena imagen en términos generales. En la sociedad persiste la sensación de que muchas veces los chicos malos se salen con las suyas con total impunidad y que la justicia se administra según la cara del cliente o en este caso del presunto sospechoso de haber cometido algún delito. En los casos de corrupción es común que los denominados ladrones de guante blanco nunca paguen un costo por sus fechorías. Estas son las percepciones instaladas en el común de los argentinos y explica en buena medida el descrédito que gozan las instituciones de la República, como la Justicia.
En los últimos años, la por algunos llamada justicia garantista pareció imponerse en ciertos ámbitos de los magistrados. Y la gente entendió que para algunos jueces importaban más los derechos de los delincuentes que el de las víctimas, lo que contribuyó enormemente a esa pérdida de confianza en el Poder Judicial que admitieron incluso, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz y la titular de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, María Angélica Gastaldi, en ambos casos en oportunidad de pronunciar sus discursos en los actos de apertura del año judicial en sus respectivas jurisdicciones.
El caso del médico Lino Villar Cataldo constituye un nuevo elemento en este debate sin fin en torno al sistema judicial argentino. Fue juzgado por un hecho que ocurrió el 26 de agosto de 2016, minutos antes de las 20:00, cuando el profesional se retiraba con su automóvil Toyota Corolla del consultorio de la calle Ombú 6865, de Loma Hermosa, y fue abordado por Ricardo Alberto Krabler, alias "Nunu", de 24 años. Según la causa, el asaltante le dio un culatazo en la cabeza, se subió al vehículo con fines de robo y terminó muerto a balazos por el imputado que utilizó una pistola Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros.
La semana pasada, Villa Cataldo fue declarado "no culpable" de haber matado a un ladrón por un jurado popular que analizó su caso en los tribunales de San Martín. La decisión del jurado estuvo en consonancia con el alegato del abogado defensor, Diego Szpiegel, quien pidió la absolución del médico por considerar que actuó en legítima defensa. Por su parte, durante los alegatos, la fiscal Noemí Carreira solicitó que el médico fuese condenado por "exceso en la legítima defensa", delito que prevé penas de entre uno y cinco años de prisión.
Al declarar ante el Tribunal Oral Criminal N° 3 de San Martín, el acusado dijo que defendió su vida cuando vio "de cerca a la muerte" y aseguró que "jamás" tuvo intención "de matar a nadie". Al referirse al momento en el que disparó contra Krabler, el médico dijo haber efectuado "disparos porque sentí que en ese momento me mataban, hubo amenaza verbal en todo momento, y me apuntaba con ese pistolón que asusta a cualquiera".
Al conocerse el veredicto, Silvia Krabler, la madre del ladrón asesinado, dijo que "a su hijo lo mataron de seis balazos" y que hoy el joven "tendría que haber sido juzgado por tentativa de robo automotor", en lugar de estar muerto. "Es un asesino matriculado", dijo ante la prensa la madre de Krabler al referirse a Villar Cataldo.
Precisamente, el profesional aseguró poco después de haber sido declarado no culpable por un jurado popular que hoy que volvería a dispararle a un delincuente si su vida o la de sus hijos corre peligro. De todos modos, el médico admite que ese episodio le cambió su vida al afirmar que no sabe si existe algún proceso para que poder olvidar lo ocurrido porque "realmente vivir a diario con esta carga tan grande es muy fuerte".
Al mismo tiempo, Villar Cataldo dijo que la vida para él y su mi familia "ha cambiado absolutamente" a tal punto que contará con custodia según reveló la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien lo recibió el día después que terminó el proceso judicial. La funcionaria, muy lejana de la política garantista, no tuvo ningún problema en subrayar que "se hizo justicia" con el fallo que lo declaró "no culpable" por haber matado a un delincuente y aseguró que "esto empieza a ordenar a la Argentina".
Para Bullrich, el médico "es una persona que fue atacada y al defenderse tuvo la desgracia de que el delincuente murió, la justicia tiene que mirar el contexto y determinar quien es la víctima y quien el victimario" a la vez que consideró que el jurado popular puso las cosas en orden, salió de cuestiones de carácter secundario que no hacen al fondo de la cuestión, y entendió el espíritu y la razón de quien provocó y quien se defendió. Para la titular de la cartera de Seguridad, en la Argentina "estamos volviendo de una filosofía que siempre convertía a la víctima en el victimario". El debate continuará...
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