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Editorial Jueves 6 de Octubre de 2011

Manifestación de fe

La reciente caminata a Luján reunió un millón de personas, ratificando su condición de mayor manifestación de fe de la Argentina.

Redacción

Por Redacción

Se realizó el domingo la peregrinación juvenil anual a la Basílica de Luján, participando de la misma alrededor de un millón de personas, con lo cual fue más que suficiente para ratificar su condición de constituir la manifestación de fe mayor de la Argentina. Lo expresado, aunque importante por la magnitud que alcanza esta convocatoria, sirve para desarrollar algunas reflexiones en torno a la homilía pronunciada por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, quien desde la explanada de la Basílica realizó una enfática defensa de la vida en todas sus etapas, es decir, desde la concepción hasta la muerte.

En una muy directa crítica al aborto, el prelado sostuvo durante su mensaje que "a la vida se la cuida desde el momento de la espera hasta el último aliento del camino por este mundo", pidiendo también a la Virgen de Luján "por todos tus hijos, los que vinieron y los que van a venir, para que no queden solos y abandonados".

Estas expresiones de Bergoglio, adquirieron en tales circunstancias un significado muy especial, ya que reflejan con total claridad la gran preocupación que existe en el seno de la Iglesia por el cercano tratamiento que habrá en el Congreso de la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, lo cual puede producirse muy pronto, con posterioridad a las elecciones presidenciales del 23 de octubre.

Quedó expuesto que la caminata a Luján tuvo en esta ocasión, además de ser elegida seguramente por su enorme convocatoria, una impronta de "defensa de la vida", siendo el lema que rigió la misma "Madre, ayúdanos a cuidar la vida", quedando enmarcada además dentro de la determinación del papa Benedicto XVI declarando el presente 2011 como "Año por la vida", que cuenta con la adhesión del Episcopado de nuestro país.

Es por estas razones que tanto el cardenal Bergoglio en esta ocasión, como así también lo han venido haciendo otros religiosos, siempre han venido aludiendo a que la vida se encuentra en riesgo de diversas maneras, aunque evitando centralizar la atención en el aborto, si bien tácitamente ese es el objetivo principal, aunque además se deben destacar también la drogadicción, la inseguridad y las carencias sociales, caldo de cultivo más que propicio para provocar profundas alteraciones en la vida normal y bien orientada de las personas.

"La vida debe cuidarse tanto en los niños como los ancianos, en las dos puntas del camino", sostuvo Bergoglio, para aclarar que "un pueblo que no cuida a sus niños y ancianos es un pueblo en decadencia", remarcando que "los niños, porque son la fuerza que van a llevar adelante la patria, y los ancianos porque son el tesoro de la sabiduría que se vuelca sobre esa fuerza".

La recorrida de 60 kilómetros de caminata, que se extendió durante varias horas y que fue integrando miembros en casi todo su recorrido iniciado desde el barrio porteño de Liniers, tuvo en esta ocasión características muy especiales, incluso más allá de la multitudinaria manifestación de fe, expresada por más de un millón de personas que se contaron como participantes. Es que esta vez, la imagen de la Virgen que encabezó la caravana no fue ingresada al interior de la Basílica, para ser ubicada junto a la original, ya que esas instalaciones no fueron abiertas a los fieles por estar siendo refaccionadas. Desde 1982 que la imagen de la Virgen no era sacada a la explanada exterior, en aquella oportunidad de haberse recibido la visita del papa Juan Pablo II.

Algunos otros aspectos de interés que hacen al montaje de este evento, es que a lo dicho puede agregarse que los peregrinos fueron asistidos a lo largo de todo el recorrido por unos 5.000 voluntarios que atendieron los 50 puestos sanitarios fijos y otros 12 puestos de apoyo.

Y algo puesto en práctica por primera vez, consecuencia de una iniciativa de seminaristas, fue que al final de la caminata y ya frente a la Basílica se procedió al bautizo de 60 personas, quienes terminaban de hacer toda la caminata acompañados por sus futuros padrinos. El sacramento lo recibieron luego de ser confesados en una amplia carpa instalada en las inmediaciones, lo cual constituyó una nueva y muy interesante instancia de esta fiesta religiosa.

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