Por Redacción
Para el gobierno hay buenas perspectivas, esperanzas depositadas en el futuro cercano que trata de transmitir al conjunto de la sociedad, pero la realidad es muy distinta, al menos luego de estos primeros 9 meses de gestión, con indicadores que se van sucediendo de manera sostenida, todos con números negativos. En estos últimos días por ejemplo, se conoció que la demanda de energía eléctrica retrocedió 2,5% y la actividad industrial cayó 4,6% en el mes de agosto, en tanto que crecieron las ventas en los supermercados un 30%, pero su efecto positivo pierde resonancia cuando se compara con la inflación, ya que los precios durante el lapso analizado se incrementaron 47%, estampando nada menos que 17 puntos de diferencia.
Respecto a la baja de consumo de energía de 2,5% en el mes de agosto, en la comparación interanual tenemos que la residencial aumentó 2,2%, en tanto que la comercial se redujo 6,5% y la industrial 5,9%, marcando estos dos últimos índices la realidad de una retracción de actividad, que es la generadora de trabajo. De todos modos, este retroceso de agosto fue el segundo del año, habiendo sido el anterior en marzo con un mucho mayor 9,6%, no alcanzando entonces a marcar una tendencia, siendo lo que alivia en parte la situación que el balance anual de esos 8 primeros meses arroja un crecimiento de demanda de 2,3% en comparación con igual lapso de 2015.
La menor demanda de electricidad fue más fuerte en el interior del país con 3,1%, siendo en la Capital de sólo 0,7% y en el Gran Buenos Aires de 0,2% en el área de Edenor y de 1,4% en la de Edesur. Respecto al interior donde la caída fue más pronunciada fue en Mendoza -10, en Jujuy -9, en nuestra provincia de Santa Fe -8, Corrientes -7, Tucumán, Santiago del Estero y Chaco -5, Chubut y San Luis -4 y Córdoba -3 puntos.
La demanda de energía eléctrica es un índice muy importante a considerar para estimar la marcha de la actividad económica y productiva, pues de la misma depende en gran parte la industria y en casi totalidad el comercio, habiendo tenido ambos un retroceso en agosto, si bien -lo reiteramos- en el balance anual se observa una suba de algo más de dos puntos, que de todos modos no está a la altura de lo esperado para una reactivación del volumen que se necesita.
En cuanto a la industria, en agosto el Indice de Producción Industrial cayó 4,6%, aunque la actividad creció 4,9% respecto a julio considerando los factores estacionales pero en términos desestacionalizados cayó 0,8% de acuerdo al informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). En los primeros ocho meses la producción industrial bajó 4,4%, con lo cual tenemos que la fase recesiva se extiende durante los últimos 14 meses en forma consecutiva, es decir, desde junio del año pasado, aunque como alivio se menciona que "viene comportándose en forma moderada", observándose perspectivas de mejora en los próximos meses.
Un dato interesante es que la industria automotriz dejó de ser el sector con mayor caída interanual como venía sucediendo, registrando en agosto un retroceso de 13,2%, habiendo sido superada por la siderurgia que se contrajo 13,5%, apareciendo luego en esta escala de bajas cigarrillos con 11%, metalmecánica 6,4%, petróleo procesado 5,1%, minerales no metálicos 3,7%, alimentos y bebidas 2,4% y en niveles mínimos papel y celulosa 0,4% e insumos textiles 0,2%. Dentro de esta perspectiva, debe referirse la baja en alimentos y bebidas pues el rubro está directamente relacionado con el consumo familiar y la situación socioeconómica.
Cerramos con algunas referencias a las ventas en supermercados y shopping, que según datos oficiales del INDEC crecieron en la comparación interanual 30 y 28 puntos, respectivamente. Subas que, de todos modos volvieron a ubicarse por debajo del nivel inflacionario que en el lapso de julio a julio llegó al 47% -según consultoras-, explicándose que durante los últimos meses se advirtió una caída en el nivel de consumo, en especial por los aumentos de tarifas que se mantuvieron en línea con los objetivos del gobierno de ir corrigiendo los desequilibrios de los precios relativos.
En julio las ventas en los súper ascendieron a 25.129 millones, totalizando en los primeros 7 meses del año 158.173 millones de pesos.
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