Por REDACCION
Por mucho tiempo la discapacidad fue uno de esos temas incómodos de los que era mejor no hablar. Pero a medida que pasaron los años la perspectiva fue cambiando en términos positivos, ya que se reconocieron derechos y se crearon redes institucionales entre Estado y la sociedad civil para dar respuestas con la integración como valor esencial para sustentar las distintas acciones.
Según la Organización Mundial de la Salud se considera que la discapacidad es toda limitación en la actividad y restricción en la participación, originada en la interacción entre la persona con una condición de salud y el entorno físico, humano, actitudinal y sociopolítico, para desenvolverse en su vida cotidiana.
Como en cualquier área, la información constituye un insumo clave para la definición de políticas públicas pero también para ordenar las acciones del amplio universo de organizaciones no gubernamentales que dan una mano a las personas con algún grado de discapacidad y a sus familias.
La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) presentó un estudio preliminar que revela que en la Argentina viven 3.571.983 personas de 6 años y más de edad que padecen algún tipo de discapacidad, una cifra que equivale en forma estimada al 10,2% de la población. Del informe surge que aproximadamente 10 de cada 100 personas que viven en localidades de más de 5.000 habitantes poseen algún tipo de dificultad.
En cuanto al tipo de dificultad, entre la población con solo una se observa que, en orden, la que más prevalece es la motora, seguida por la visual, la auditiva y la mental-cognitiva, mientras que las del habla y la comunicación, y del cuidado de sí mismo son las menos relevadas.
Asimismo, esta radiografía estadística a este sector indica que la cantidad de personas con discapacidad es mayor entre las mujeres que entre los varones y, si se considera la edad, los más afectados son los individuos mayores de 40 años y, más específicamente, a partir de los 65 años. Los datos forman parte del Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad elaborado por el INDEC impulsado por la vicepresidenta Gabriela Michetti.
El organismo indicó que el porcentaje de personas con dificultad "presenta variaciones según se trate de varones o mujeres, y aumenta según la edad". En general, la prevalencia es mayor para las mujeres que para los varones, en especial a partir de los 80 años, donde alcanza una diferencia de 10 puntos porcentuales entre ambos sexos. Una de cada dos mujeres de 80 años o más posee alguna dificultad, sostiene el informe oficial.
Una interesante síntesis de la asociación española Aspadex repasa la mirada sobre la discapacidad intelectual durante buena parte de la historia. Así, detalla que en las culturas antiguas predominaba el enfoque mágico-religioso, se creía que la discapacidad se debía a la intervención de poderes sobrehumanos que ponían a prueba o castigaban a esas personas por algún motivo para nosotros desconocidos. Esta idea llevaba a culpabilizar a estas personas y en muchos casos a sus familias, siendo objeto de rechazo e incluso llegando a causarles la muerte.
Mientras que a partir del siglo XV, se pasó a un enfoque técnico y seculariado, se hablaba de la discapacidad como una enfermedad que requería tratamiento, por lo que se pasó al internamiento masivo en manicomios, que buscaban la cura de estos pacientes.
En tanto, a finales del siglo XIX y al término de la II Guerra Mundial, se produjo un giro hacia un enfoque médico y asistencial, con una atención educativo-asistencial. En este período se crearon centros especiales de forma que estas personas dejan de formar parte de la sociedad, creando además una dependencia con respecto a esas instituciones.
En la segunda mitad del siglo XX, el movimiento asociativo se hace más fuerte, tanto las personas con discapacidad como sus familias defienden sus derechos, así como la inclusión y normalización tanto escolar como laboral.
Por último, en la actualidad continúan los avances en esta línea, las personas con discapacidad son, ante todo, personas. "Todos tenemos limitaciones y todos necesitamos apoyo en distintos momentos y circunstancias de nuestras vidas", dice esta organización española. "Como podemos comprobar, los conceptos y la imagen de la discapacidad nos ha llevado a una u otra forma de ver y tratar a las personas con discapacidad, por lo tanto la forma en que hablamos en realidad ´son más que palabras`, porque el lenguaje es el reflejo de lo que pasa en el día a día con estas personas", concluye.
Se destaca, en este marco, la Cumbre Global de Discapacidad que se realiza en Londres. Se trata de la primera cumbre de discapacidad que se realiza, la cual tuvo como ejes de trabajo la dignidad y respeto para todos, educación inclusiva, empoderamiento económico, y uso de tecnología e innovación.
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