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Editorial Lunes 3 de Diciembre de 2012

Lechería en espera

A pesar del conflicto desatado y de los compromisos asumidos, los productores siguen demandando mejoras.

Redacción

Por Redacción

El sector lechero comienza a cerrar un 2012 que volvió a marcar un punto de quiebre entre los actores que componen la cadena, pero que a pesar de los conflictos, anuncios y acuerdos, no ha logrado modificar sensiblemente el panorama del eslabón más débil: la producción. 

El repaso de lo sucedido durante este año indica que, tras un verano seco, el precio de la leche se mantuvo quieto en los primeros meses del año y eso comenzó a alterar los ánimos de los tamberos. De a poco las negociaciones comenzaron a tomar efervescencia hasta llegar al mes de agosto, donde la recordada protesta que incluyó derrames de leche, volvió a traer imágenes que hace tiempo no se veía en la región.

Las protestas de mediados de año concluyeron con la firma de un convenio que, entre otras cosas, prometía mantener estable el precio de la leche hasta la finalización del año. Algo que finalmente no ocurrió y que habla a las claras de lo infructuoso del reclamo concretado.

El otro compromiso asumido por entonces, en este caso proveniente del Gobierno Nacional, fue la promesa de aportar un estudio de competitividad que clarifique los números que se manejan a lo largo de toda la cadena del sector, y que permita allanar las discusiones entre los protagonistas de la cuestión. 

La Subsecretaría de Lechería se había comprometido a tenerlo listo en septiembre, pero aún nada se dio a conocer. Al mismo tiempo, la reconsideración de precios sigue postergándose y el segmento productivo continúa evidenciando signos de estancamiento.

En medio de todo esto, las entidades que representan a los tamberos volvieron a mostrar divisiones, dando lugar a la reaparición en este escenario de entidades más ligadas al gobierno nacional, cuya intervención fue clave para la firma de los acuerdos propuestos, y que con el correr de los días demostraron tener poca eficacia.

En este sentido, este miércoles se realizará la última reunión del año de la Mesa Nacional de Productores de Leche, donde debería definirse la fecha de encuentro regional para esta cuenca lechera, donde se escucharán a los productores y se expondrá el ritmo y rumbo de las futuras acciones conjuntas de 13 entidades.

Por el lado de la industria, el titular del Centro de la Industria Lechera, Miguel Paulón, acaba de evaluar como complejo al año que va concluyendo. De todas maneras, reconoció que la industria llegaría a una expansión del 0,5 por ciento de la producción de materia prima. 

Una realidad que está dada principalmente por el impacto que han tenido las condiciones climáticas, y que beneficia a una industria que no pudo crecer al ritmo esperado y que sigue presentando algunas indefiniciones al momento de determinar su expansión internacional. 

Es que, a pesar de los discursos oficiales, por ahora sólo Sancor está avanzando hacia el mercado chino, mientras que Venezuela sigue controlando el tema de las importaciones. 

En cuanto a inversiones, Sancor acaba de informar sobre un proyecto ambicioso para la economía regional. Su presidente, Oscar Carreras, declaró esta semana que el objetivo es levantar un nueva planta para ampliar el actual volumen de procesamiento de leche en polvo. Las nuevas instalaciones se construirían en Sunchales y el proyecto implicará un desembolso de unos 80 millones de dólares para “secar” un volumen de 1,5 millón de litros de leche.

Y mientras los productores siguen esperando mejoras y la industria quiere dar señales de crecimiento, el Gobierno Nacional ha dado señales de querer avanzar en una nueva ley que regule el funcionamiento de todo el sector. 

El proyecto, que todavía no fue puesto a la luz, y que aseguran será debatido con todos las sectores, vendría a traer un marco legal para las discusiones sobre precio y condiciones de producción. Pero las demoras en el debate de la futura ley genera incertidumbre y malestar entre las entidades de la producción, que temen ser dejadas de lado en las definiciones importantes. 

En medio de todo esto, la lechería sigue desarrollándose sin cambios estructurales y los tambos continúan cerrándose. Como tantas veces se ha dicho, lo que se necesita es una solución estructural al tema y no salidas transitorias ante cada cuello de botella que marca la coyuntura. 

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