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Editorial Viernes 14 de Febrero de 2014

La productividad

En el mundo la productividad laboral estuvo en retroceso durante 2013, bajando a 1,7%, la más baja de los últimos períodos.

REDACCION

Por REDACCION

El aumento de la productividad en todo el mundo, durante 2013 con 1,7% fue de las más bajas de los últimos años, ya que en 2012 fue de 1,8%, en 2011 de 2,6% y en 2010 de 3,9%, de acuerdo a lo establecido en un informe del Conference Board. Y aún yendo más atrás, hacía desde 1990, cuando la aparición en los grandes mercados mundiales por parte de China y la India, no tenía un incremento tan bajo como sucedió el año pasado, excepción hecha de los períodos 2001-2002 y 2008-2009 en que se registraron crisis muy fuertes que afectaron fuerte al nivel de la producción.

Se explica, como parte de las conclusiones por esta situación, que en las economías más afianzadas la productividad logró estabilizarse, pero en cambio en la mayoría de los demás países hubo tasas muy bajas. Dada esta perspectiva, las principales publicaciones periodísticas del mundo, correctamente interpretaron la existencia de una crisis de productividad.

La suba de la productividad del trabajo tiene directa relación con el aumento de la producción que se ve reflejada en el PBI, con la variación de la cantidad de personas empleadas o del total de horas trabajadas. Entre las economías más avanzadas, o también denominadas "maduras", el incremento de producción por empleado se mantuvo estable con 0,9% el año pasado, mientras que en Europa -por recurrir a una de las regiones del mundo con economía afianzadas y que sin embargo en muchos de los casos estuvieron seriamente afectadas por la recesión- en 2013 la productividad aumentó 0,5% contra el 0,1% que habían subido en 2012.

Mientras tanto en las economías emergentes y en desarrollo el aumento de productividad continuó perdiendo vigor en 2013, bajando del 3,7% de 2012 a 3,3% del reciente período.

De acuerdo con estimaciones que realizaron los autores del informe, se afirma que "los años de mejora rápida y fácil parecen haber terminado", dejándose además consignado que "los emergentes  y especialmente China, siguen representando el grueso del aumento mundial de la productividad".

Una de las mayores preocupaciones, que deberá salvarse en el futuro, es la ineficiencia en el uso de los recursos, aunque también se menciona una segunda causa, la productividad total de los factores, que es la que da cuenta de la productividad alcanzada en conjunto por el andar armónico de capital y trabajo. Ambos, sumados a otros factores periféricos, hizo que en 2013 la productividad total haya bajado a menos cero para el conjunto de la economía mundial, lo cual significa primordialmente un estancamiento en la asignación de los recursos, refiriéndose que "si bien en parte es el resultado de la desaceleración de la demanda mundial en los últimos años, la caída en el uso productivo de los recursos se relaciona además con una combinación de rigideces del mercado y de estancamiento de la innovación en esas economías". 

Aun cuando la tendencia viene en baja en los últimos años y el pasado alcanzó el más bajo de los índices, igualmente existe confianza en lo que acontecerá este año, consignándose concretamente que "se espera una mejora sustancial" del aumento de la productividad en el mundo, fijándose en 2,3% la cifra probable, luego de cuatro declinaciones consecutivas, lo cual permitirá ·reflejar un efecto procíclico de las reactivaciones de las economías maduras, aunque también colaborarán las economías en vías de desarrollo".

La China continúa siendo uno de los países donde más crece la productividad, habiendo registrado en 2013 nada menos que 7,1%, que reluce frente al promedio de 1,7% que hubo en el mundo, pero de todas maneras se encuentra en retraso con respecto a 2012 cuando la expansión había sido de 7,4% y más aún con el 8,8% de 2011. Si bien sigue siendo uno de los grandes motores de la productividad, el hecho que el índice del año pasado haya sido el más bajo de la última década en China, constituye un indicativo de alerta a considerar.

Digamos finalmente que la productividad tiene una muy directa relación con el comportamiento que alcanzan las economías, siendo un indicador más que claro respecto a la expansión que se pretende alcanzar. Con el nivel de productividad, sea en crecimiento, estancamiento o retroceso, un país tiene el diagnóstico más preciso de lo que le aguarda en el futuro inmediato.

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