Por REDACCION
"La más esperada", tituló LA OPINION un comentario publicado el lunes, junto al detalle del anunció que ese mismo día iba a hacer el gobernador Miguel Lifschitz, respecto a la confirmación del préstamo de 80 millones de dólares del Fondo Abu Dhabi para el Desarrollo, destinados a comenzar las obras de la 2da. etapa del acueducto Desvío Arijón, la cual arrancará en Santo Tomé y finalizará en Rafaela. Con esas tres palabras, bien simples pero contundentes, definimos la obra más aguardada por los rafaelinos, ya que la misma vendrá a solucionar el serio problema del abastecimiento normal de agua, el que nos viene afectando muy duramente desde hace muchos veranos, cuando se produce el pico de demanda, y ni que hablar cuando ocurren inconvenientes en el viejo acueducto que viene desde Esperanza, el que nos viene abasteciendo desde 1981 -cuando Rafaela cumplió el centenario-, pero que por falta de mantenimiento, el paso del tiempo que fue deteriorando los materiales y los inconvenientes derivados de la falta de energía en las estaciones elevadoras o de inundaciones que hubo en esos sectores, debimos padecer situaciones muy complicadas.
Tal lo efectivamente anunciado el lunes en Santa Fe, con una presencia múltiple de autoridades provinciales y de la ciudad, efectivamente se dispone del préstamo de 80 millones de dólares proveniente de Abu Dhabi -a 15 años con 3 de gracia e interés del 5% anual-, que se destinará a la reanudación de esta obra alcanzando para la financiación de la misma, estando prevista completarla luego con el aportes de recursos provenientes de las arcas provinciales, que serían unos 1.400 millones de pesos.
En ese mismo acto fue anunciado que el 23 de agosto se realizará el llamado a licitación y como la obra completa tendrá un plazo de ejecución de 24 meses, bien podría inaugurarse hacia fines de 2019 siempre que todo se vaya cumpliendo dentro de los plazos previstos, e incluso, que cuando llegue el momento del aporte provincial no aparezcan problemas de disponibilidad de recursos, aunque estando comprendido dentro de la misma gestión de Lifschitz, seguramente se facilitarán los mecanismos en ese sentido.
El gobernador Lifschitz vino de este modo a cumplir una promesa de 10 años, que pasó durante los mandatos de Hermes Binner primero y de Antonio Bonfatti después, si bien durante esta última gestión fue cuando se construyó la toma y planta de potabilización en Desvío Arijón sobre el río Coronda -que recién ahora está ultimándose para habilitarla-, como así el tendido de la primera etapa hasta Santo Tomé, que igualmente servirá a sus habitantes recién ahora, tras disponer de la planta mencionada en condiciones óptimas.
Casi medio siglo pasó desde aquél eslogan "Rafaela tiene sed", que llevó a la construcción del acueducto desde Esperanza, útil cuando la ciudad tenía menos de 60 mil habitantes, pero insuficiente cuando la densidad demográfica está cerca de duplicar aquella cantidad. Ahora, por fin, luego de tantas gestiones, todo está encarrilado a la concreción del nuevo acueducto, el que vendría a convertirse en la solución integral, y esperamos que definitiva, para la provisión de agua a nuestra ciudad, reemplazando de tal manera todas las soluciones provisorias e intermedias que se fueron implementando a lo largo de todo este duro período, el que aún se extenderá por otros dos años o tal vez algo más, pero que será más sencillo de afrontar, pues estaremos asistidos por la esperanza.
Además de traer agua a esta ciudad, el acueducto desvío Arijón también proveerá en esta segunda etapa a las localidades de Matilde, San Mariano, Sa Pereyra, Angélica, Susana, San Carlos Centro y San Carlos Sur, con lo cual incluyendo el primer tramo, prestará servicios a unos 300.000 santafesinos. Vale también recordar que en una siguiente etapa, que sería la tercera, también alcanzará a la vecina ciudad de Sunchales.
Sin dudas una excelente noticia para la ciudad pues el acueducto se agregará a una serie de obras muy importantes que están realizándose, como la autopista en la traza de la ruta nacional 34, el nuevo hospital en el sector norte, el desvío del tránsito pesado por la zona este que se agregará a la circunvalación oeste conformando un anillado, además del complejo de la Universidad Nacional de Rafaela.
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