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Editorial Martes 4 de Septiembre de 2018

La migración de venezolanos

Ya son más de tres millones los migrantes que huyeron de Venezuela por la crisis.

REDACCION

Por REDACCION

A esta altura la crisis económica de Venezuela dio lugar a un drama humanitario que a su vez derivó en una ola migratoria sin antecedentes en esta región del planeta según la propia Organización de las Naciones Unidas. Las estadísticas reflejan que hasta agosto de este año, 3.029.240 de venezolanos decidieron escapar de la crisis en busca de oportunidades en otros países y es su vecino Colombia el destino favorito, pues recibió a 1.100.000 personas. En esa lista sigue Perú que ya acogió a 410.000 venezolanos, Estados Unidos con 390.000, Chile con 240.000, España con 230.000, Ecuador con 180.000 y Argentina con 120.000. 

La magnitud del éxodo de Venezuela obligó a considerar la problemática en el ámbito de los organismos internacionales. Así, trece países de Latinoamérica discuten esta semana en Quito una fórmula común para regularizar a los cientos de miles de venezolanos que han migrado a causa de una crisis que el gobierno del presidente Nicolás Maduro insiste en desconocer.

Precisamente, la gestión chavista de Caracas se marginó de la cita técnica de dos días que comenzó ayer en la capital ecuatoriana y acusó a funcionarios de Naciones Unidas de convertir un flujo migratorio normal en una crisis humanitaria justificadora de una intervención. No obstante su negativa a reconocer la gravedad de la situación, los gobiernos buscan hacer frente al éxodo de venezolanos que se mueve por el continente, mediante una política común y mayores aportes externos.

El canciller encargado de Ecuador, Andrés Terán, proclamó que Venezuela está en el centro de una "crisis migratoria y humanitaria" a la vez que consideró "importante intentar propuestas para resolver la situación de cientos de miles de venezolanos que por diferentes razones no han tenido o no tienen acceso a un estatus migratorio laboral y regular en nuestros países". 

Según el diagnóstico del diplomático ecuatoriano, los venezolanos que emigran "son altamente vulnerables a la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes, la explotación laboral, la falta de acceso a la seguridad social, la extorsión, la violencia, el abuso sexual, el reclutamiento para actividades delictivas, la discriminación y la xenofobia".

El encuentro en Quito antecede a una reunión extraordinaria de la OEA programada para este miércoles, para tratar el mismo tema. El embajador de Argentina en Ecuador, Darío Giustozzi, destacó la necesidad de "unificar" documentos para el tránsito de venezolanos, que dependiendo de la nación deben presentar cédula, pasaporte o visa.

A Quito llegaron delegados de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, quienes prevén emitir el martes una declaración conjunta.

Además de debatir un marco regulatorio común, América Latina pretende visibilizar el impacto que tiene en las finanzas de varios países la llegada masiva de migrantes. El representante de la ONU en Ecuador, Arnaud Peral, celebró el esfuerzo regional por afrontar el fenómeno e instó a donantes de la comunidad internacional a seguir aportando.

Estados Unidos ya ha desembolsado ayuda a Colombia y Brasil para atender a los venezolanos, mientras el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció la semana pasada recursos europeos por 35 millones de euros.

A excepción de Bolivia y Nicaragua, la mayoría de gobiernos en la región rechazan al gobierno de Maduro como una dictadura y lo culpan de la crisis que desencadenó en el histórico éxodo. Al mismo tiempo, como es el caso de Colombia, alientan una mayor presión internacional que dé paso a una transición democrática.

La migración de venezolanos es una de las más grandes de la historia de América Latina. La situación ha desbordado la capacidad de atención de los países, donde ya han aparecido brotes de xenofobia y violencia por enfrentamientos con la población local, como en el limítrofe estado brasileño de Roraima, donde militares reforzarán la seguridad por orden del gobierno.

A espaldas de la mayoría de sus vecinos, Maduro pretende sacar a Venezuela de la crisis con un plan que incluye alzas del salario mínimo (de 3.400%), de impuestos y del precio de la gasolina, la más barata del mundo. Pero lo que sucede en estos días es que la profunda crisis económica, desabastecimiento de alimentos y medicinas, la mayor inseguridad de la región, presencia de grupos criminales afines al régimen chavista y un Gobierno que persigue y amedrenta a todo aquel que no se alinea a "la revolución" explican por qué millones de venezolanos deciden dejar todo atrás para migrar. 




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