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Editorial Domingo 9 de Julio de 2017

La Independencia

Justo 201 años atrás un día como hoy se proclamaba la Independencia de nuestra patria.

REDACCION

Por REDACCION

Luego de la Revolución de Mayo de 1810, que marcó el comienzo, llegamos al 9 de Julio de 1816, cuando la declaración de la independencia, señaló el definitivo despegue institucional de la República Argentina, aún cuando quedaran por delante una infinidad de batallas por librar, muchas de las cuales todavía hoy siguen en debate, y tal vez con mayor profundidad que otras veces, estando en juego nuestro futuro. Que sin dudas llegará con toda la potencia que una nación como la nuestra merece, aunque con la incertidumbre cronológica del tiempo que demandará una tarea, que a la vista de los acontecimientos, no será sencilla.

Es que esta profunda grieta de hoy en día, existió desde siempre y no la hemos conseguido restañar, a pesar de los intentos, prevaleciendo siempre más las diferencias que las coincidencias. La búsqueda sin embargo no se detiene, pero por sobre todas las cosas, requiere el esfuerzo, el sacrificio y la resignación general, pues jamás se podrán superar los objetivos cuando la mezquindad de espíritu siga prevaleciendo en muchos de los actores centrales que, anteponiendo intereses personales o sectoriales no hacen otra cosa que entorpecer esa marcha directa hacia el objetivo central de la Argentina de este tiempo. Que es, ni más ni menos, el de siempre.

Repasemos un poco la historia, más que por el conocimiento, por la búsqueda de ejemplos que dejaron muchísimos patriotas, quizás olvidados en el tiempo cuando en realidad deberían ser el espejo permanente en el cual observarnos. San Martín, Belgrano, Moreno, Sarmiento son nombres que no deben sonar vacíos de contenido al momento del repaso retrospectivo.

Hacia fines de 1815, la situación de los revolucionarios en esta parte del mundo era desesperada. Venezuela y Colombia fueron reconquistadas por los realistas. Sólo el Río de la Plata seguía en pie, amenazado desde Chile y el Alto Perú. A nivel internacional -según cuenta la historia-, la situación era preocupante: Austria, Rusia y Prusia habían formado la Santa Alianza para defender a los absolutismos y apoyaban a Fernando VII en su búsqueda de recuperar su imperio. En medio de esa gran emergencia, en 1816 las Provincias Unidas decidieron convocar a un nuevo congreso, que se reunió en Tucumán para decidir qué hacer. Todas las provincias de la Liga de los Pueblos Libres (Banda Oriental, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe) no lograron participar del encuentro, ya que sus representantes fueron aprisionados por el Directorio unitario instalado en Buenos Aires.

El Congreso se inició el 24 de marzo de 1816 con la presencia de 33 diputados, en una casa de San Miguel de Tucumán, alquilada a Francisca Bazán de Laguna, hoy Monumento Histórico Nacional. Pese a una hegemonía de representantes de todas las provincias partidarias del centralismo porteño, el Congreso expresó en gran parte intenciones federales mantenidas por José de San Martín, Manuel Belgrano y Bernardo de Monteagudo. Luego de acaloradas discusiones, el Congreso del 9 de julio de 1816 proclamó la declaración de independencia argentina respecto de España y de toda otra dominación extranjera. 

Concluyendo este somero repaso, qué mejor que recordar la parte introductoria de la declaración de la Independencia, que decía: "Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias".

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