La gran deuda

Por REDACCION

La deuda pública nacional viene creciendo a sostenido ritmo desde 2012, es decir incluyendo algo más de 2 años de la gestión macrista y los 3 últimos años del gobierno kirchnerista. De acuerdo con el último dato consolidado conocido, de casi un año atrás -mediados de 2017- el nivel alcanzó al 54% del PBI.

Según un trabajo de análisis difundido por la Bolsa de Comercio de Santa Fe, se da cuenta que durante la década comprendida entre 2004/2014 los niveles de deuda como porcentaje del PBI se redujeron de 117,9% a 44,7%, alcanzándose el nivel más bajo en 2011 con el 38,9%. Luego a partir de 2012 se interrumpió esa tendencia, comenzando desde allí hasta el presente un ciclo alcista. Es decir, en pocas palabras, la deuda externa del país registró una fuerte evolución desde entonces.

Uno de los factores que hizo subir la proporción de la deuda con el PBI de 44,7% a 53,5% fue el alza del tipo de cambio luego de la devaluación de 2015, ya que el producto bruto interno medido en dólares tuvo entonces una significativa reducción.

Esos casi 10 puntos que aumentó la deuda, considerando en tal sentido la Secretaría de Finanzas que los montos de deuda pública expresados en dólares -tanto la contraída en moneda local como extranjera-, se convierten en relación al tipo de cambio, tomándose la cotización del último día del lapso analizado y no el promedio surgido del mismo. Por lo tanto, luego de 4 años de vigencia del cepo cambiario, el PBI medido en dólares experimentó una merma considerable, llevando por lo tanto a una fuerte suba de la deuda medida con relación al producto. Por tal motivo es que en 2016 el nivel total de la deuda pasó a aumentar de manera significativa, aunque su relación con el PBI sólo subió 0,7% llegando en consecuencia a 54,2%.

Con relación a los últimos datos disponibles sobre la deuda pública en situación de pago normal más deuda no presentada en el canje, corresponden a los del segundo trimestre de 2017, fecha en la cual se alcanzaba a 293.789 millones de dólares, que representaba el 53,8% del PBI.

Pasando al pago de intereses, de acuerdo con el análisis realizado en tal sentido, los compromisos financieros presentan una mayor concentración en los primeros años, más precisamente entre 2018 y 2022, siendo que en el año en curso se deberán abonar 15.236 millones de dólares por servicios de deuda. En tanto entre 2023 y 2026 los intereses promedian unos 6.000 millones de dólares anuales, avanzándose con posterioridad en un ciclo descendente. En cuanto a los vencimientos de capital, las mayores concentraciones aparecen en 2018, 2021, 2022 y 2025.

Para el presente año el vencimiento de capital es de 41.036 millones de dólares -a los que se recuerda, deben sumarse 15.236 millones de intereses-, razón por la cual queda descontado que gran parte de este vencimiento, sino todo, deberá refinanciarse para años venideros, por lo cual todo el programa de pagos experimentará alteraciones, prolongando seguramente sus efectos nocivos sobre la posibilidad de desarrollo e inversión interna. Ya en 2025 los vencimientos de capital será algo menos de la mitad del consignado para este año, mientras que ya en 2028 el monto descenderá por debajo de los 5.000 millones de dólares.

Sobre la conformación de la deuda, siempre a mediados del año pasado, la pública era del 51%, en tanto el resto se repartía en 38%el sector privado y 9,3% entre organismos multilaterales y bilaterales. En cuanto a su composición, la deuda fue variando desde 2004 hasta el presente, ya que ese año inicial del análisis la pública era del 76,7% y otros organismos 19,8%. 

¿Cómo estamos en comparación con otros países de nuestra región? Es que deuda externa ha sido el origen de numerosas crisis y el temor a que se repitan se mantiene latente. Los países con más episodios de impagos o reestructuraciones de deuda hay una fuerte presencia latinoamericana en las primeras posiciones: Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina, Perú, México, Costa Rica, Chile y Paraguay, entre otros. El año pasado, la deuda externa bruta en América Latina (tanto privada como pública) ascendió a 1,47 billones de dólares. Eso es casi un 80% más que en 2009, según los datos publicados la por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).