Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Sábado 18 de Mayo de 2019

Jueces, justicia y sociedad

Leer mas ...

REDACCION

Por REDACCION

Curiosamente, el mismo día en que el papa Francisco recibió en el Vaticano a un grupo de magistrados y funcionarios judiciales de la Argentina antes quienes destacó la importancia de sus roles al señalar que "donde hay un buen juez la sociedad anda bien", en nuestro país la Corte Suprema de Justicia decidió analizar los pedidos de las defensas en el marco de la causa por irregularidades en la obra pública conocida como "Vialidad", lo cual según se especuló podría provocar un atraso en el inicio del primer juicio oral contra la ex presidenta Cristina Kirchner, previsto para el martes 21 de mayo al mediodía. En un país donde el rol del Poder Judicial está devaluado, los jueces Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton firmaron una resolución en la que se instruyó a su secretario penal para pedir el cuerpo principal de la causa y estudiarlo. En ese primer momento no se aclaró desde el máximo tribunal por qué se tomó una decisión de este tipo a tan solo seis días del inicio del juicio, lo que disparó una ola de rumores y especulaciones que nada bien hicieron al país y en particular a la Justicia, siempre sospechada de no ser justa. 

Una fuerte presión se llevó a cabo desde el Gobierno y entidades de la sociedad civil ante la medida de la Corte Suprema, que se coronó con una suerte de cacerolazo impulsado desde las redes sociales en la Ciudad de Buenos Aires. Tras esta presión colectiva, tal como la definió el presidente Mauricio Macri, la Corte Suprema salió a aclarar que la solicitud del expediente no significaba un eventual retraso del inicio del juicio. De todos modos, a esta altura no hay certezas si la Corte cedió a las presiones o bien nunca quiso con su solicitud plantear ningún cambio en la agenda del proceso que tendrá sentados en el banquillo de los acusados a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Julio De Vido, Lázaro Báez y José López, todos imputados por el delito de corrupción en la obra pública. 

Se trata de una foto demasiado incómoda para Cristina Kirchner en momentos que su precandidatura presidencial parece el resultado natural de las acciones políticas que lleva adelante en las últimas semanas, desde la presentación de un libro en la Feria del Libro hasta su visita 16 años después a la sede del Partido Justicialista. Pero al mismo tiempo sería una foto prácticamente de campaña para Cambiemos y en particular para Macri, quien aún aspira a la reelección pese a la acelerada caída de su imagen positiva producto de la crisis económica. 

Ahora bien, en los últimos años el ex presidente de la Corte Lorenzetti o el actual titular de ese máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, insisten en esos discursos institucionales que marcan el inicio del año judicial que los magistrados deben recuperar la confianza de la gente y mostrarse cercanos. Sin embargo, con este sorpresivo pedido efectuado al Tribunal que enjuiciará a Cristina y al resto de los acusados no dejó más que generar sospechas sobre sus realices intenciones, a tal punto que hasta se habló de un pacto por la impunidad para Cristina en momentos en que la ex presidenta recupera poder y hasta podría, afirman distintas encuestas, ganar las elecciones. La lectura obvia de este escenario es que los cortesanos intentaron un gesto diplomático hacia quien podría volver a gobernar el país que al final no prosperó ante la reacción colectiva aunque quedó esa sensación. La falta de transparencia de los integrantes de la Corte hizo el resto y facilitó un escenario de especulaciones.  

La sensación al final de esta semana tan cambiante en torno a la situación judicial de Cristina y su próximo juicio es que la Corte tiene la receta de como deben actuar los jueces, pero no la respetan. Es, de algún modo, el viejo axioma que postula "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago". 

El destino quiso que este "desliz" de la Corte Suprema coincidiera con la visita de jueces argentinos al Vaticano. La convocatoria fue para los ministros que integran la Comisión Directiva de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Jufejus) y de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial (FAM).

El Papa recibió a magistrados y funcionarios judiciales en una audiencia y destacó el rol que tienen a la hora de impartir

justicia en el país. "No es nada fácil el trabajo de ustedes, la responsabilidad delante de la sociedad, delante de las personas, delante de Dios. Pero sigan adelante con el corazón abierto, con mucha paz. Donde hay un buen juez, la sociedad anda bien", indicó el Sumo Pontífice en su mensaje que bien podría enmarcarse en letras grandes en el despacho de cada magistrado de la Argentina. 



Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso