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Editorial Jueves 5 de Mayo de 2011

Ingresos fiscales

De acuerdo con el Gobierno la recaudación fiscal marcha viento en popa, para economistas de la oposición, en cambio, se recurre a un maquillaje.

Redacción

Por Redacción

Ingresos fiscales

La balanza fiscal tiene al parecer, diferentes resultados de acuerdo a quién analice sus resultados. Es que, cuando se hace desde despachos oficiales, todo parece ir sobre rieles, sin inconvenientes, alcanzando índices que traslucen un horizonte no sólo muy positivo sino también con una proyección que abre inmejorables perspectivas futuras. Pero en cambio cuando el análisis parte desde consultoras  privadas, generalmente relacionadas con la oposición, todo cambia de tonalidad, hablándose de maquillaje, de recurrencia a traspasos de recursos para sostener el superávit, cuando en realidad -según estas fuentes- se estaría operando en situación deficitaria.

Frente a una disyuntiva tan distanciada en cuanto a la obtención de alguna coincidencia, es entonces que brindamos algunos datos que permiten no sólo interiorizarse sobre los números que se dan desde cada sector sino también llegar a propias conclusiones. Las estadísticas oficiales del pasado mes de abril arrojan una recaudación de 39.738 millones de pesos, que fue un 32% superior en la comparación interanual, es decir abril de 2010, lo cual significa para el cuatrimestre un total de 154.719 millones, lográndose estar 34,5% por encima de igual lapso del año pasado.

Esa cifra total de los cuatro primeros meses ya se encuentra 10.000 millones por sobre lo estimado en el Presupuesto que no fue aprobado por el Congreso en su oportunidad, aún cuando es habitual que la estimación presupuestaria siempre se hace muy por debajo de lo que luego establece la realidad, con lo cual consigue acceder a una libre disponibilidad de recursos sobrantes que, según lo que se estima estará en el orden de los 60.000 millones de pesos en el presente ejercicio.

Para llegar a estos casi cuarenta mil millones de pesos de abril,  el IVA resultó el mayor aportante con 7.366 millones por el aportado por el consumo -lo cual es sin duda una expresión absolutamente regresiva en lo impositivo- en tanto que lo cobrado desde la Aduana por igual concepto sumó 4.491 millones, alcanzando por lo tanto un total de 11.578 millones; mientras que el Impuesto a las Ganancias explicó ingresos por 6.695 millones, las retenciones a las exportaciones aportaron 4.573 millones, el impuesto al cheque 2.687 millones y el gravamen a las importaciones fue de 1.000 millones, consignándose de tal manera a los principales recursos que sostuvieron la recaudación. Por cierto, una perspectiva más que positiva, que alienta una visión optimista de la marcha de las finanzas.

Si en cambio se observan algunos de los análisis que se hacen desde consultoras alineadas con sectores de la oposición, tenemos la otra cara de la moneda. Respecto al primer trimestre, aún sin la contabilización de abril, se sostiene por ejemplo que sin considerar los aportes que el Banco Central y la ANSeS hicieron al Tesoro nacional, las cuentas hubiesen arrojado un déficit del orden de los 3.000 millones de pesos. De todos modos, y aún con el aporte de esos dos entes, una vez incorporado el pago de los intereses, las cuentas públicas tuvieron un rojo de 348 millones de pesos en esos tres primeros meses del año.

En el análisis también se destaca que desde 2009 se viene utilizando esta metodología de recurrir a los aportes tanto de la ANSeS como del Central para sostener el estado superavitario de las cuentas públicas, citándose por caso lo sucedido durante 2010, cuando esa balanza terminó el ejercicio con un saldo positivo de 3.035 millones, pero sin esa ayuda extra a la cual se hace referencia, el déficit hubiese trepado a los 26.380 millones.

Puede verse entonces que la campana tiene muy diferentes tañidos, según quién la hace sonar. Pero claro, más allá de esto, algo que se advierte en la cotidianeidad de los presupuestos hogareños, como es la inflación, encuentra motorización en vista de la exagerada emisión monetaria que se hace desde el Banco Central, el cual de acuerdo con la consultora ACM, este año terminará aportando 12.000 millones de dólares al Tesoro, los que solamente se contabilizan como ingresos corrientes. Una metodología que, de ser realmente así, más temprano o más tarde terminará con un fuerte impacto en la economía, ya que toda la inflación que va acumulándose, y que de alguna manera y aunque con mucho esfuerzo se puede ir recuperando, en determinado momento no se podrá hacer. Y entonces ahí será cuando el problema será mucho más complicado de tener bajo control.

 

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