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Editorial Lunes 8 de Febrero de 2021

Inflación, adversario invencible

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REDACCION

Por REDACCION

Un fracaso tras otro acumulan gobiernos, presidentes y ministros de economías de derecha, centro o izquierda a la hora de enfrentar la todopoderosa inflación argentina, una variable que estresa a los argentinos porque obliga a discutir periódicamente el precio de productos, alimentos, el valor de los salarios y de los alquileres, con el lógico desgaste que ello implica. Ni Néstor, ni Cristina, ni Mauricio ni Alberto han logrado con este enemigo que genera distorsiones e inconsistencias a lo largo de nuestra vida. Hay generaciones que prácticamente no saben lo que es vivir sin inflación, entiéndase por ello que los precios aumenten muy sutilmente en un año como sucede en países "normales", cuando los precios al consumidor crecen apenas entre uno y dos puntos en el término de doce meses. 

En este contexto, el debate sobre precios, salarios, rentabilidad empresaria y otras yerbas ocupará esta semana el centro de la agenda pública. El Gobierno convocó a gremialistas y empresarios para inventar una fórmula mágica que frene la inflación y permita recuperar el salario porque, según entiende, es la forma de reactivar la economía a través de un mayor consumo de bienes y servicios. 

Por ahora el Gobierno nacional se aferra a su meta de inflación anual para este 2021 del 30 por ciento. Por eso sugiere que las paritarias no superen ese porcentaje, tal como sucedió en el sector bancario cuando se anunció un acuerdo para incrementar los salarios un 29 por ciento. De todas formas, cabe aclarar que se trata de un trato abierto, es decir que se revisará en septiembre en función del avance de la inflación. 

También es preciso apuntar que las últimas previsiones del Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, que se conoció el viernes pasado, señalan que la inflación proyectada es del 50% este año. Por tanto, hay una enorme brecha de lo que desea el Gobierno y lo que esperan los privados.

El jueves el INDEC dará a conocer la inflación de enero. Hasta ahora se confirmó que en el 2020 el índice de precios al consumidor aumentó 36,1 por ciento, aunque en el caso de los alimentos subieron en promedio más del 40 por ciento. El Gobierno puede decir que la inflación del año pasado bajó en comparación con la del 2019, cuando fue del 53,8 por ciento. Es cierto, pero de qué sirve el logro si los salarios no le ganan a los precios a la vez que crece la pobreza. 

La consultora Ecolatina señaló en un informe que el salario real cayó 3% en 2020 que sumado al 17,5% de los dos años previos da un total de 20,5% de pérdida de poder adquisitivo. En este contexto asegura que la política de ingresos será uno de los principales desafíos del Gobierno durante este año electoral pero que aún así la proyección es caerá 1% este año. El trabajo destacó que si el Coronavirus y las restricciones operativas se van relajando a lo largo del 2021 y si el Gobierno pospone los ajustes tarifarios, habría una recuperación del poder adquisitivo entre puntas, mayor al 3% en el caso de los empleados formales. Este avance, aunque no lograría compensar la pérdida del año pasado, y mucho menos la acumulada desde 2018, podría ayudar a apuntalar el alicaído humor social.

Para Ecolatina, más allá de qué porcentaje se analice, se observa una clara tendencia general: los trabajadores perdieron poder de compra sistemática y constantemente en los últimos tres años, en un primer momento por la disparada del dólar y en una segunda instancia por la profundización de la crisis económica que generó la pandemia.

La consultora Orlando Ferreres estimó que la inflación de enero último fue del 3,6% . En tanto, la inflación núcleo, que no tiene en cuenta ni efectos estacionales ni los precios regulados por el Gobierno, mostró una aceleración ya que trepó desde el 3,8% hasta el 4,4% según los números de la entidad. El rubro de mayor incidencia en el IPC, alimentos y bebidas, arrojó un aumento de precios promedio del 3,7%, elevado pero inferior al 4,2% observado en el último mes de 2020. 

En este análisis, bien vale remarcar que los tres incrementos de los combustibles en lo que va del año sumarán directamente 0,5 puntos porcentuales a la inflación que esperaban los analistas para los primeros meses del año. Entre las subas promedio de 1% del lunes pasado, la de 2,9% del 5 de enero y la de 3,5% de hace tres semanas acumulan una escalada de 7,4%, pero su efecto sobre la inflación será acotado.

Lo que está claro es que en los últimos años, quizás décadas, mucho se ha hablado como derrotar a la inflación. Los candidatos a presidente parecen tener la receta, aunque siempre antes de la elección. Una vez que asumen, extravían esa receta y nada cambia en este país. 


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