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Editorial Domingo 12 de Junio de 2011

Indisciplina escolar

EDITORIAL

Redacción

Por Redacción

Según las conclusiones a las cuales ha arribado el Programa  para la Evaluación Internacional de Alumnos, un trabajo realizado en 2009 con la evaluación de aptitudes de 470.000 alumnos de 15 años de 65 países, la Argentina terminó ocupando el último lugar, es decir, fue 65 entre 65. Es que no se encuentran las estrategias adecuadas para lograr imponer disciplina, sin la cual es imposible de obtener buenos resultados en el estudio.

Ese casi medio millón de estudiantes juveniles fue evaluado en tres áreas: lectura, ciencias y matemáticas, ranking en el cual a nuestro país le fue algo mejor pues fue 58 entre los 65 países relevados. Pero complementariamente se evaluó a los alumnos respecto de la dinámica en el aula y su relación con los profesores, donde sí la Argentina terminó en el último puesto. Es decir, en conocimiento andamos bastante mal, pero mucho peor en comportamiento, ya que la indisciplina parece haberse convertido en algo normal en los establecimientos educativos, en este caso los de nivel secundario, ya que se trata de adolescentes de 15 años.

Respecto a la disciplina, las preguntas para efectivizar la evaluación, fueron por ejemplo el tiempo que tardaba el profesor en ordenar el aula y poder comenzar la clase, si se producían interrupciones por indisciplina, si el ruido dificultaba el desarrollo de las clases, y se consideraba que el mal comportamiento dificultaba  el aprendizaje. Con las respuestas sobre estos temas se elaboró el ranking, en el cual la Argentina terminó en el 65 lugar entre igual cantidad de países participantes, quedando atrás de Perú (11), Colombia (15), México (21),  Uruguay (49), Brasil (54) y Chile (59) entre los latinoamericanos. El primer puesto en comportamiento le correspondió a Japón, y en conocimientos a Sanghai-China.

De todas maneras, quedó en evidencia que no siempre el buen comportamiento y el aprendizaje van de la mano, ya que hubo casos de muy buen nivel disciplinario, como Japón que es primero en ese sentido, pero octavo en conocimiento, o bien mayor diferencia aún en Perú de nuestra región, undécimo en comportamiento y en el puesto 63 en conocimientos.

Docentes argentinos coinciden en que la indisciplina existió desde siempre en el nivel secundario, influyendo la edad de los alumnos, ya que en la primaria tienen pocos años para indisciplinarse y llegados a nivel terciario, demasiados como para perder el tiempo. Sin embargo, se admite que el avance de la tecnología ha influido muy negativamente para  mantener el buen comportamiento en el aula, ya que suenan los celulares, escuchan música con y sin auriculares, todo en pleno desarrollo de las clases, que muchas veces deben interrumpirse por ese motivo.

Esta evaluación sufrió cuestionamientos de parte de autoridades educativas y también de docentes, más que buscando amenguar el efecto de las malas ubicaciones de la Argentina, atacando la manera de efectuar los relevamientos, ya que las costumbres son diferentes en los países, y por lo tanto -según se estima- también deben modificarse los sistemas de evaluación.

Si bien es probable que haya parte de razón en ese planteo, no puede ignorarse que en la Argentina el nivel educativo viene cediendo posicionamientos en los últimos años, ya que en ese sentido coinciden casi todos los informes internacionales realizados sobre la materia. Hace algunos años, nuestro país era holgado primero en la puntuación latinoamericana sobre nivel educativo, pero en la actualidad se retrotrajo al sexto lugar, y ni hablar con este nuevo informe recientemente conocido, 58 entre 65 en conocimientos y 65 en comportamiento.

Lo que sucede en la Argentina no es que no se destinen recursos, ya que por primera vez se está cumpliendo en exceso, con 6 puntos del PBI, pero indudablemente si los resultados no aparecen y en cambio el retroceso es cada vez más evidente, algo está sucediendo en el destino equivocado de esos recursos.

Pero si grave es el deterioro educativo, no lo es menos el disciplinario, ya que por demás conocidas son las situaciones que se viven en los establecimientos educativos de nivel secundario, aquí mismo en la ciudad por ejemplo, donde la autoridad de los profesores se encuentra socavada por las mismas directivas que bajan desde los más altos niveles, en el sentido de aplicar la menor cantidad posible de sanciones, siempre corregir y evitar castigar. Como eso está en el conocimiento de los alumnos, es que se aprovechan de la situación y llegan a ignorar la autoridad tanto de sus docentes como del personal directivo, lo cual ha desembocado en situaciones realmente insostenibles.

Confiemos en que se comenzará a cambiar.

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