Por REDACCION
De acuerdo lo desarrolla con matices muy interesantes el periodista especializado en temas económicos Ismael Bermúdez, desde que se produjo la caída de la convertibilidad en el mes de diciembre de 2001, hasta la actualidad, los precios experimentaron una suba de 711%, lo cual no requiere de demasiadas argumentaciones para tener a nuestro alcance la comprobación más irrefutable de la inflación que hubo estos años, en su mayor parte durante la "década ganada", lo cual fue negado empeñosamente por el gobierno, difundiendo otras cifras manipuladas desde el INDEC, pero que ya hoy, frente a la catarata de problemas que se originó como consecuencia de esa situación que se tornó indisimulable -aun cuando los mismos responsables de ahora, Jorge Capitanich y Axel Kicillof sigan insistiendo en que la inflación es en realidad "dispersión de precios"-, habiendo sido el rubro más impactante el correspondiente a los alimentos, es decir, el que mayor incide en el presupuesto de los trabajadores, jubilados y sectores más necesitados.
Estas cifras fueron posible de obtener gracias a los conocimientos en la realización de estadísticas de la ex funcionaria del INDEC Graciela Bevacqua, quien había sido desplazada del organismo en 2007 cuando en el mismo irrumpió Guillermo Moreno para llevar adelante todo el desaguisado que allí se produjo.
La citada ex funcionaria continuó llevando sus propias estadísticas, sostenidas en el conocimiento que le daba su larga experiencia en el organismo estatal. Sus resultados tienen mucha coincidencia con los de la Dirección de Estadísticas y Censos de la provincia de San Luis, una de las pocas que conservó su independencia del gobierno nacional en este sentido. Así fue entonces que hasta fines de 2006 la inflación registrada desde la caída de la convertibilidad había sido del 91%, en tanto que desde entonces a la actualidad con la proyección completa de 2013, se le debe agregar otro 324%, llegándose de tal manera al acumulado, punta a punta, del 711%.
Durante todo este lapso se produjeron ciertas situaciones especiales, las que se puntualizan en el trabajo, como por ejemplo al freno que hubo al aumento de precios en 2009, consecuencia de la crisis de Estados Unidos y el bajo crecimiento que tuvo nuestro país. Algo que fue totalmente diferente en 2012, cuando también la expansión económica fue de muy bajo nivel, pero sin embargo los precios tuvieron una suba sostenida, lo cual se mantuvo a lo largo del presente 2013, con una generación inflacionaria muy importante durante todo este ciclo.
Algo sobre lo cual se da cuenta es que esta suba de 711% no fue de manera generalizada y pareja, pues en algunos sectores siguen rigiendo precios congelados y bajo control del gobierno, es decir, aquellos que están dentro de un régimen subsidiado, donde aparecen el transporte y los servicios públicos. Estos rubros también registraron aumentos, pero por debajo del nivel inflacionario promedio. Sigue el detalle dando cuenta, que contrariamente a esas subas moderadas, en cambio los alimentos con 995% y la indumentaria con 1.042% fueron el otro extremo. En situación que se podría considerar intermedia dentro de toda esta perspectiva tan complicada, tenemos que los servicios de la vivienda se expandieron 430% y los vinculados al transporte sin subsidios de 390%
Como los alimentos tienen una influencia mucha mayor en los salarios más bajos, el estudio revela que los mismos pesan el 31% en la canasta de consumo de los hogares, trepando al 46% entre las familias de menores ingresos y del 40% en los de ingresos medios, con lo cual tenemos que la suba de precios de los alimentos por sobre el nivel inflacionario impactó con muchísima más fuerza en los hogares de más bajos ingresos, incluso en los de nivel medio, y aunque tuvieron cierta compensación por el transporte u otros servicios del hogar, no alcanzó para nivelar la situación.
Finalmente puede decirse que este 711% arroja un promedio de 19% anual, el que puede dividirse en dos etapas: la primera de ellas cubriendo 2002-2006 con el 14% anual, mientras que 2007-2013 en cambio arroja el 23% anual de promedio. Datos que dejan muy claro el cambio de políticas, o el error de instrumentación de las mismas, que hubo dentro de la misma década de la administración kirchnerista.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.
