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Editorial Viernes 29 de Noviembre de 2013

Glaciares patagónicos

El calentamiento global está provocando un enorme deterioro en los glaciares de la Patagonia argentina, con una comprobada aceleración del proceso.

REDACCION

Por REDACCION

El calentamiento global del planeta está haciendo estragos, obteniéndose cada vez más comprobaciones que lo certifican, pero ni aún así se alcanza a la toma de medidas que podrían llegar a contener este avance en un futuro no muy cercano, ya que lo deteriorado hasta ahora no tiene más solución.

Esta vez, quien difundió informes fue la Agencia Espacial de los Estados Unidos, conocida por NASA según sus siglas en inglés, avalando todo lo que vienen exponiendo los científicos que estudian la descomposición que están teniendo los dos polos.  En este caso preciso la alusión está enfocada directamente sobre la Antártida, más concretamente en el glaciar Upsala, en la provincia de Santa Cruz, al cual se le hizo un seguimiento fotográfico satelital en los años 2001, 2004, 2009 y 2013, arrojando un resultado que no requiere de mayores explicaciones, pues sólo en los últimos 12 años el glaciar perdió 3 kilómetros de longitud por hielos que se derritieron, constituyendo nada menos que el 5% del total de su superficie.

Pero además, el informe ofrece otros claros signos de deterioro que se aprecian en toda esa región de nuestro país, pues el color del agua del Lago Argentino ha ido cambiando, consecuencia del volcado en su interior del flujo de los glaciares, lo cual produce un exceso de recepción de lo que se conoce como "polvo de roca", por lo cual el agua va tomando una coloración grisácea, que contrasta notoriamente con el azul verdoso de otros dos pequeños lagos que aparecen en las cercanías y que no tienen contacto con los glaciares.

De tal manera, este estudio de la NASA ratifica el deterioro que está produciendo el calentamiento global en esta parte de América del Sur, es decir, en el sector que corresponde a la Argentina, donde se advierte claramente no sólo la retracción de la masa de hielo, sino además la delgadez de la misma. Esto se corresponde con un estudio efectuado en el lugar tiempo atrás sobre 63 glaciares, todos los cuales han experimentado claros retrocesos, mientras que por el contrario los dos únicos glaciares que no se han visto afectados hasta ahora y además han tenido algún leve crecimiento de sus masas de hielo, son el Pío XI en Chile y el Perito Moreno en nuestro país.

El organismo estadounidense, que cuenta con equipamientos para la obtención de fotografías muy nítidas y con la apreciación de hasta los más mínimos detalles de toda la tierra, viene formulando advertencias en base a la comparación de los registros obtenidos en cada ocasión.  Los estudios permitieron por ejemplo, llegar a la conclusión que desde finales de la década del 60 y hasta mediados de la del 90, la retracción de los glaciares en esa región fue de más de 4 kilómetros, comprobándose que está existiendo una aceleración de este proceso, ya que en el caso del Upsala hubo una pérdida de 3 kilómetros sólo en los últimos 12 años.

Aun cuando los grandes países industriales rechazan esa posibilidad para continuar permitiendo la actividad masiva de sus industrias, entre los científicos -incluidos los de la NASA- no existen dudas que este fenómeno es causado por la emisión de gases con efecto invernadero, los que están provocando un muy fuerte impacto en los glaciares de la Patagonia.

Respecto al glaciar Upsala, que es uno de los más afectados, el mismo se encuentra en el Parque Nacional Los Glaciares, en Santa Cruz, con una extensión de 765 kilómetros cuadrados y una longitud de 53,7 kilómetros y un ancho de 13 kilómetros, alcanzando  sus paredes una altura promedio de 40 metros.

El mundo, o bien los países más poderosos, no parecen haber tomado verdadera conciencia de la magnitud que puede alcanzar el deterioro de las condiciones ambientales del planeta, reduciendo notablemente las condiciones para la vida humana. Desde hace varias décadas, desde que se tuvo conocimiento del daño provocado en la capa de ozono -que nos protege de los rayos ultravioletas del sol- por la acumulación de gases con efecto invernadero lanzados a la atmósfera, hubo numerosos intentos por ir limitando paulatinamente esas emanaciones hasta llegar a su eliminación, pero cada vez que llegaba el vencimiento de un plazo, inmediatamente se lo postergaba, incluso con algunos de los principales países responsables como Estados Unidos, China y la India -entre los tres explican más del 60% de los gases-, que directamente desoyeron las resoluciones. Mientras tanto, la situación se agrava. 

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