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Editorial Sábado 29 de Septiembre de 2012

Fuga de depósitos

Cuando una economía comienza a resentirse, lo primero que ocurre es la fuga de depósitos bancarios que se retiran del circuito.

Redacción

Por Redacción

Cuando la economía de un país cruje, sus sonidos hacen que una de las primeras consecuencias sea la fuga de depósitos, con lo cual se afecta a casi todo el resto de componentes, pues comienza la iliquidez, se elevan las tasas, se resiente la producción y por supuesto el consumo. Es decir, en pocas palabras, la falta de confianza y credibilidad es la razón principal de los tembladerales económicos que hoy se advierten en diversas partes del mundo.

En Europa, en estado de conmoción desde hace tiempo, hay países como España, Grecia, Portugal a Irlanda, donde los depósitos cayeron 326.000 millones de euros sólo en los últimos 12 meses, una situación que en Irlanda y Grecia ya venía de antes, es decir con un peligroso efecto arrastre que no fue neutralizado, al que ahora se agregaron España y Portugal, temiéndose que pueda darse un efecto dominó, extendiéndose hacia otros países europeos donde sus economías y estados financieros son también muy complicados.

Sin embargo, y como para terminar de aportar algunos datos que amplían el panorama, mientras esos cuatro países resignaron la aludida suma conjunta de depósitos, otros siete países del denominado "núcleo duro" de Europa, entre los que se cuentan Alemania y Francia, registraron en el último año una suba de depósitos de 300.000 millones de euros, es decir, gran parte de los que fugaron de los menos creíbles, con lo cual queda muy en claro que el factor confianza es decisivo para el apuntalamiento de cualquier economía del mundo.

Algo parecido estamos viviendo en la Argentina, donde por consecuencia del cepo impuesto sobre el dólar y la alta inflación, los depósitos en moneda extranjera fueron rápidamente desapareciendo de los bancos, estimándose que desde noviembre pasado a la fecha salieron del circuito cerca de 14.000 millones de dólares en lo que hace a cuentas regulares, quedando en cambio por estimarse lo relativo a las cajas de seguridad, en las que se cree podría haber unos 90.000 millones de dólares.

Pero por cierto, el problema es muchísimo más serio en Europa, ya que todo este corrimiento de depósitos y traslado de capitales está llevando a la desintegración de la eurozona, con una clara diferenciación entre centro y periferia, ya que en esta última las empresas deben pagar tasas más altas -entre 1 y 2 puntos- para financiarse, lo cual atenta contra la reactivación, que es el mayor problema que tienen los países europeos en problemas.

Todo tiene un efecto cascada pues los bancos se ven obligados a pagar mayores tasas para tratar de retener depósitos que le permitan continuar operando, reflejándose esas mayores tasas en los préstamos a compañías de producción y comercio, con un último efecto en los consumidores, que son finalmente los que deben absorber estos mayores costos. Un ejemplo comparativo da cuenta que en el pasado mes de julio las tasas eran de 7% en Grecia, 6,5% en España y 6,2% en Italia, mientras que en Alemania y Francia de 4% en ambas, lo cual resulta un factor determinante para diferentes perspectivas de reactivación.

Los bancos de los países centrales, es decir los que se encuentran en condiciones financieras más estables, también fueron achicando sus tenencias de títulos públicos de España, Italia, Portugal, Irlanda y Grecia, en tanto que los bancos de la periferia en cambio han comprado más deuda de sus gobiernos, constituyendo un claro contraste para las posibilidades futuras de esas instituciones. Lo cual explica que además de estar comprometido el presente, también quedan grandes dudas para el futuro, envuelto en una nebulosa.

El retiro de depósitos en los países mencionados se da tanto de parte de empresas como los de propiedad familiar, habiendo tenido una especial intensificación en lo que va del año. Datos concretos: en España desde enero a julio cayeron 7% frente a 4% del semestre anterior, mientras que en Grecia en igual comparación se pasó del 1% al 6%, en tanto que en la península hibérica sólo en el mes de julio los retiros ascendieron a 26.000 millones de euros, de acuerdo con datos difundidos por el Banco de España.

Todos los analistas coinciden en que es una cuestión de confiabilidad, ya que los depósitos volverán recién cuando la gente esté convencida de que sus ahorros están seguros en los bancos, quedando de tal manera claramente expuesta la situación que se vive en Europa. Credibilidad es lo que falta, y que los actuales conductores políticos no pueden darla, al menos hasta ahora.

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