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Editorial Martes 26 de Junio de 2012

Expectativas en baja

Para la gente, la inflación es la mayor preocupación que la afecta, luego la posibilidad de perder su empleo.

Redacción

Por Redacción

Las expectativas de los argentinos, en el mes de mayo continuaron en caída, con lo cual ya son siete meses consecutivos que se da esta situación afianzándose la tendencia. De tal manera lo sostuvo el trabajo que elaboran en forma conjunta la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina y el TNS Gallup.

Concretamente, este índice tuvo en el quinto mes del año 105 puntos, con una baja de 3,8% respecto a abril y de 8% en comparación con mayo de 2011. Dentro de esa perspectiva, todos los subíndices tienen bajas, y de modo especial los relativos a "situación actual" y "situación futura", cayendo ambos 5 puntos.

Al momento de dar cuenta de sus principales preocupaciones en materia económica, los entrevistados ubicaron al tope con 39% la permanente suba del precio de los alimentos, mientras que en segundo turno se ubicó el temor a la pérdida del trabajo con 20%, apareciendo luego con 12% los cada vez más altos gastos que demanda la atención de la salud, como así también el costo de los servicios.

Según este trabajo, el aumento de los precios de los alimentos se mantiene al tope como la principal preocupación de la gente desde 2010. Y aquí debe entonces hacerse un paréntesis en esta simple descripción informativa, para formular algunas referencias sobre el tema de la constante suba de precios, consecuencia indudable de la inflación, que en lugar de aplanarse por el enfriamiento de la economía, por el contrario sigue incrementándose.

Se trata sin dudas de la madre de todos los problemas, al menos los que afectan al bolsillo de la gente y modifican su humor. Es que, sin inflación, no habría problemas con el atesoramiento de dólares, ni reclamos salariales ni suba del mínimo no imponible ni tampoco el pago de las asignaciones familiares, se acallarían los reclamos y por lo tanto la presencia callejera interrumpiendo rutas y avenidas que tanto molestan, y por sobre todo si el Estado ajustara sus gastos a la realidad, tampoco tendría necesidad de aplicar esa voracidad que tiene para su financiamiento. En fin, todo un círculo vicioso que se inicia con la inflación, y que sin existir esta última, se transformaría en virtuoso.

Es claro que desde el Gobierno no se advierte una voluntad manifiesta por reducir y controlar la inflación, ya que no se toman medidas ni tampoco se adoptan posiciones claras, pues todo continúa adelante como siempre, prácticamente ratificándose que este es un Gobierno que eligió convivir con la inflación, aunque ahora se ha ido de sus manos, estando oscilando en alrededor del 30 por ciento, según las más recientes estimaciones. Y hoy en el mundo, con esas tasas inflacionarias sólo hay una media docena de países de Africa en constante crisis desde hace décadas e inmersos en la pobreza, además de Venezuela y la Argentina. 

Volvamos entonces al informe sobre las expectativas, además de algunas reflexiones que puedan formularse en torno al mismo. La pérdida del empleo es otro de los grandes miedos, ya que más allá de las estadísticas del INDEC -donde estaría ocurriendo algo similar a la inflación- el mercado laboral se muestra muy precario, multiplicándose las suspensiones, cortes de adicionales e incluso, aunque todavía no en forma masiva, despidos que constituyen un preanuncio bastante complicado. El deterioro de la economía y las restricciones de las importaciones son las dos razones esenciales que impactaron muy fuerte en el deterioro productivo y consecuentemente el laboral, que sufre los coletazos.

En cuanto a los servicios públicos, en 2011 tenían el 9% de preocupación, que ahora subió al 12%, debido a la movilidad de las tarifas, donde los subsidios ya no pueden ser sostenidos por el gobierno, sin evitar el cada vez más pronunciado deterioro de las cuentas públicas.

Como para respaldar lo expuesto sobre el nivel inflacionario, la Universidad Torcuato Di Tella sostuvo que la inflación esperada en el presente mes de junio, con proyección a los doce meses siguientes, da cuenta que el promedio nacional anual será de 34,9%, una cifra realmente impactante. En tal sentido el Centro de Investigación en Finanzas aseguró en cuanto a las expectativas inflacionarias, de acuerdo al promedio, hubo una suba porcentual de un punto respecto al mes anterior, siendo la segunda alza consecutiva.

En este materia, los análisis dan cuenta que para Capital Federal la inflación anual estará en el orden del 31,1%, en el Gran Buenos Aires de 32,6% y en el interior del país -el sector más castigado- en 35,2%, sin dudas el gran mal de este tiempo.

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