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Editorial Miércoles 2 de Marzo de 2011

Estadisticas en pugna

Desatada la persecución de las consultoras privadas, respecto a los índices de inflación, quedan aún los institutos provinciales, que confrontan decididamente con los registros que mide el INDEC. Una verdadera puja.

Redacción

Por Redacción

Estadísticas en pugna

Al menos hasta octubre en que serán las elecciones, el Gobierno parece haber dispuesto no alterar en lo más mínimo las condiciones impuestas en el INDEC desde enero de 2007, cuando Guillermo Moreno se hizo cargo del organismo, alterando los índices y consecuentemente los resultados desde allí difundidos, buscando "redondear" los números que más le convenían al Gobierno. Hoy, cuando las condiciones han cambiado y el país está en plena expansión, esos "dibujos" no sólo se mantienen inalterables, sino que se está tratando de profundizarlos.

Esa es al menos la impresión que existe luego de las imposiciones dispuestas sobre las consultoras privadas, sobrepasando todos los aspectos legales, con la finalidad de presionarlas para que dejen de difundir índices -especialmente relacionados con la inflación- que están muy alejados de los que se dan a conocer oficialmente.

Pero claro, si bien hasta el momento esa intimidación no produjo los efectos esperados pues los entes privados continúan adelante con la difusión de los datos que recolectan y procesan, aún a riesgo de haber sido calificados por voceros oficiales de "enemigos del país", debe recordarse que también están en actividad los institutos de las provincias, que también muestran resultados de mucha disparidad con el INDEC, razón por la cual la pugna por las estadísticas parece estar a punto de transformarse en una disputa de contenido federal.

El mes de enero fue realmente claro y contundente respecto a las diferencias, ya que mientras el INDEC arrojó un resultado de 0,7% en el alza del costo de vida, sin recurrir a las consultoras privadas, sino a los organismos provinciales, las diferencias fueron pronunciadas. Veamos: para Santa Fe fue 1,1%; La Pampa registró 1,8%; en las provincias de Mendoza y el Chaco hubo un coincidente 1,4% -el doble del nacional-; en tanto que en Jujuy se registró un más moderado 1%.

En este caso no puede acusarse que los entes provinciales operan contra los intereses del país, quedando una clara sensación de confrontación, que en realidad no se vislumbra sobre su resolución, si bien se presume, pues ya hubo algunos intentos en tal sentido. Y no es que aquí puedan aludirse situaciones de contenido político, pues entre las provincias referidas se encuentra, por ejemplo, el Chaco que es gobernada por Jorge Capitanich, de reconocida militancia en el kirchnerismo. Y allí, el relevamiento que incluyó a la capital Resistencia y sus alrededores, el índice obtenido es exactamente el doble que el del INDEC de Moreno.

Pero además, yendo un poco más lejos que este solo mes de enero, sino que retrocediendo todo un año, mientras para ese lapso el INDEC tuvo una medición de 10,6%, la provincia del Chaco tuvo un alza del 26,1% con lo cual queda claramente en evidencia que la manipulación tiene lugar en el organismo nacional, ya que absolutamente ningún otro -sean oficiales de provincias o privados- registra algún nivel de coincidencia.

Pero además, hasta que el INDEC que intervenido por decisión del ex presidente Néstor Kirchner -con Moreno como brazo ejecutor-, sus mediciones eran muy similares a la de los entes similares de la provincias. ¿Qué pasó entonces? Pensar que todo el resto sufrió alteraciones, o que hubo una conjura para actuar contra los intereses del país, sería en realidad disparatado.

Justamente, por la desconfianza que comenzó a generar el INDEC con sus mediciones, es que las consultoras privadas comenzaron a efectuar sus propios trabajos, ya que toda la actividad económica debe contar con ciertos parámetros dónde poder reflejarse, para alejarse de una situación ficticia. Incluso los sindicatos, en su aspiraciòn de ajuste salarial, dejaron de lado las mediciones oficiales, tomando las privadas, pues en casi todas las áreas se reclamaron aumentos de haberes que parten desde un piso del 25% y de ahí hacia arriba.

¿Para qué vale entonces el INDEC?, siempre su utilizó el argumento que merced a ese achatamiento de la inflación se reducía la tasa de interés de préstamos ajustados por ese índice, pero de paso, se daba menor tasa de desempleo, mayor crecimiento -se termina de anunciar que hizo 9,1% en 2010, pero las consultores lo estiman entre 6 y 7 puntos-, menos inflación y por lo tanto una tasa de pobreza e indigencia alejada de la realidad. Es decir, según el INDEC tenemos un país floreciente, cuando la realidad no es esa, aun cuando la marcha tenga un alto nivel de aceptación.

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