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Editorial Miércoles 18 de Diciembre de 2019

Especies en extinción

Más de 400 especies desaparecieron en el mundo en la última década.

REDACCION

Por REDACCION

Con tantos cambios en el medio ambiente que se registra a partir del crecimiento de la población mundial y de la actividad del hombre en busca de su supervivencia y de lograr mejoras en la calidad de vida, que a veces implica sobreexplotación y una completa falta de preservación de los recursos naturales, se advierte la desaparición de especies que habitaban el planeta. De acuerdo con un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), durante esta década hubo cerca de 467 especies que se perdieron, que se declararon extintas, ocasionando lo que especialistas nombran como una crisis de extinción.

La UICN, que es una autoridad global sobre el cuidado y conservación de las especies del mundo, reportó que cerca de 467 especies murieron a lo largo de esta década y señaló que las demás especies quedan expuestas al mismo destino, lo que causa preocupación. Según reporta Vox, investigadores europeos quisieron determinar cuánto tiempo tomaría para que 300 especies de mamíferos fueran reemplazados por medio de la evolución y éstos concluyeron que sería entre tres y siete millones de años. A pesar de que varias organizaciones ambientales y gobiernos alrededor del mundo han implementado programas de conservación, el esfuerzo no parece ser suficiente puesto que la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de las Naciones Unidas considera que son alarmantes las cifras sobre las especies en peligro de extinción. Esta dependencia reportó que es casi un millón de especies las que se encuentran actualmente en peligro de extinción y que ese número representa cerca del 40% de los ejemplares de anfibios, un 33% de corales y el 10% de los insectos del mundo.

La Plataforma de Biodiversidad aseguró que a pesar de los programas de conservación que pretenden salvaguardar varias especies, éstos no han logrado salvar a las especies endémicas como es el caso de la rana Ecnomiohyla Rabborum de Panamá, que aunque está tipificada como ‘en peligro de extinción’, especialistas consideran que ya está extinta.

El roedor Melonys de Bramble Cray es otra de las especies que se perdieron en la década debido al calentamiento global. Así lo comunicó el gobierno de Australia tras declararlo extinto en febrero pasado. El pequeño roedor no habría

soportado inundaciones, tormentas y amenazas nuevas en su hábitat.

Los investigadores reconocen por el momento cinco sucesos cataclísmicos en la prehistoria terrestre en los que la mayoría de las especies del planeta murieron. La última de ellas, la del Cretácico Terciario ocurrió hace 65 millones de años y podría haber sido causada por el impacto de un meteorito con la tierra lo que provocó la extinción de los dinosaurios. Pero la tasa a la que las especies desaparecen actualmente hace que muchos biólogos consideren que estamos viviendo una sexta gran extinción de escala comparable a las anteriores -pero esta está siendo provocada por los humanos. En esencia, estamos llevando a animales y plantas al abismo a una velocidad mayor a la que las especies evolucionan.

Científicos encargados de la conservación y dictaminar la extinción de las especies, aseguraron que están preocupados porque algunas especies que no han sido descubiertas puedan extinguirse antes de tiempo y porque la Tierra está perdiendo animales a un ritmo muy acelerado.

En este escenario, la Argentina es un país con una enorme biodiversidad y con más variedad de fauna, paisajes y climas del mundo. Desafortunadamente también es uno de los países que se encuentra gravemente amenazado por la extinción de especies. El riesgo lo corren animales como el tatú carreta o armadillo gigante, el huemul o ciervo sur andino, el oso hormiguero gigante, el yaguareté y el aguará guazú entre otros. Más de 30 especies se encuentran en peligro de extinción en la Argentina y más de 500 en un alarmante estado de vulnerabilidad o amenaza en la actualidad.

No todo es negativo. Para destacar el caso de Fundación Temaikèn, que con más de 15 años de experiencia en manejo de aves silvestres inició el segundo año de reproducción y cría de Guacamayos rojos (Ara chloropterus), que serán reintroducidos en el Parque Nacional Iberá, en alianza con Fundación Rewilding Argentina. La meta es generar una población viable de la especie, considerada extinta en Argentina. La organización advierte que si los guacamayos rojos son mantenidos como mascotas o criados artificialmente, con una fuerte impronta humana, adquieren comportamientos ajenos a su especie. Además, sufren deterioros en sus músculos de vuelo que les impide volar, y luego es muy difícil recuperarlos para ser liberados en la naturaleza.

El rol de Fundación Temaikèn, como el de muchas instituciones en el mundo, es que a través del conocimiento adquirido en el cuidado animal, trabaja dentro y fuera de sus instalaciones en pos de la conservación de especies silvestres y sus hábitats. Es un trabajo en equipo que tiene aliados como comunidades, gobierno y otras organizaciones de conservación. Su compromiso es vital para decenas de especies en peligro de desaparecer. 







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