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Editorial Viernes 2 de Noviembre de 2012

España es una noche

Con más del 25% de desocupación, y ajuste tras ajuste en la economía, los españoles viven el peor momento desde la recuperación democrática en 1975.

Redacción

Por Redacción

El elegido para titular esta nota editorial, España es una noche, es una de las tantas y muy contundentes definiciones con las cuales los comentaristas peninsulares se refieren a la durísima crisis en que se encuentra el país. Tragedia social, tristeza, desastre, son algunas de las otras definiciones más utilizadas.

La desocupación es en este momento de 25,02%, con lo cual tenemos que uno de cada cuatro españoles en condiciones de trabajar se encuentra sin trabajo, extendiéndose de tal modo una situación de pobreza que, según los estudiosos de esta clase de fenómenos sociales, trae el recuerdo de las peores crisis de la península hibérica, similares a los tiempos de guerra, Ese por ciento significa que hoy hay en España 5.778.100 personas desempleadas, lo cual es realmente una enormidad, constituyendo el máximo histórico de la era democrática iniciada en 1975. Tales estadísticas fueron difundidas estos días por el Instituto de Estadísticas a través de la Encuesta Población Activa, que siempre es el más ajustado de todos los estudios de la situación social.

Y si faltara algo para establecer un parámetro, ahí tenemos el 21% de desocupación en Grecia, el país más duramente afectado por la crisis, y sin embargo con 4 puntos menos de desempleados, quedando más que en evidencia la magnitud de la catástrofe que está pasando España. Pero además, para su más exacta ubicación en tiempo y dimensión, puede mencionarse que una de las crisis más grandes fue la de la década del ´30 en los Estados Unidos, cuando la famosa "gran depresión", llegando entonces la falta de trabajo al 24,75%, menos que la afectación que sufren ahora los españoles.

Como el turismo es una de las grandes fuentes de ingreso de España, se suponía que la estación veraniega podía haber influido para descomprimir en cierta forma la economía con el ingreso de divisas genuinas, y además reactivar el empleo, pero si siquiera pudo llegar a considerarse un pequeño paliativo, debido a la magnitud de la crisis. Tuvo el efecto que puede tener una aspirina para un enfermo terminal, fue la muy gráfica definición que hicieron algunos medios respecto al resultado y participación del turismo en medio del tembladeral que vive España.

Sólo en el último año la cantidad de desocupados creció en 830.000 puertos perdidos, superando una vez y media el promedio del desempleo de la Unión Europea que es de 10,5%, siendo justamente España el país que encabeza este ranking del "desastre" como suele denominárselo, habiendo enhebrado 5 trimestres consecutivos de fuertes caídas del empleo, con 1.737.900 familias en las cuales la totalidad de sus miembros se encuentran desocupados, siendo también un récord histórico, con el agravante de centralizarse aquí las más duras consecuencias sociales, pues se trata de grupos familiares que quedan en total situación de desamparo.

El sector más afectado por la falta de trabajo, como es frecuente suceda en todos los lugares donde existe este flagelo, es el juvenil. Los menores de 25 años en España sufren una desocupación de  nada menos que el 52,34%, sumando 920.000 los que no tienen trabajo y muy escasas posibilidades de poder encontrarlo, una perspectiva que viene un constante aumento, habiendo subido 6,5% respecto a 2011.

El fenómeno, en cuanto a los extranjeros, tiene una afectación de 34,84% con algo más de 1,1 millón sin empleo, lo cual también ha originado una situación difícil, siendo para muchos emprender el retorno a sus países de origen, en cuanto a los de menos residencia, en tanto que otros establecidos en tierra española de hace mucho tiempo tratan de soportar como pueden, habiendo invertido ahora la situación de unos años atrás, siendo ellos los que esperan ayuda económica de sus familiares.

Lo que se vive es realmente duro, pues data ya de una prolongación durante cuatro años, con distintos niveles de alcance, pero habiéndose agravado en los últimos tiempos, al punto de haberse llegado al máximo de desempleo con este durísimo 25,02%. Justamente, tanto tiempo en crisis, ha hecho que muchos que hubiesen podido soportar mejor los afectos, esperanzados en que los efectos se terminarían y comenzarían a amenguarse, fueron endeudándose y hoy están muchísimo peor, pues además de no contar con posibilidades para la subsistencia, también han resignado sus viviendas.

El seguro social también esta en baja, retrocediendo en cuanto a la cantidad de ayudas, como así también al monto asignado.

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