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Editorial Viernes 7 de Febrero de 2014

Energía y la balanza

El retroceso del saldo de la balanza comercial encuentra su mayor explicación con el déficit de 6.163 millones de dólares del sector energético.

REDACCION

Por REDACCION

La energía le cuesta a nuestro país una fortuna y sin embargo los resultados que se obtienen son desastrosos, lo cual es directa consecuencia del arrastre de una década de políticas erróneas en la materia que llevaron del autoabastecimiento a esta cada vez mayor necesidad de importación. El sistema de subsidios que hoy no saben cómo eliminar y el congelamiento de tarifas que alcanzó tanto a quienes necesitan asistencia como a los demás, impactó negativamente en las inversiones del sector, que fueron prácticamente nulas, conformándose un cuadro explosivo, cuyas mayores detonaciones se produjeron durante la reciente ola de calor que cubrió la mayor parte del territorio nacional.

Esta situación, que venía siendo advertida por varios de los secretarios de Energía de las últimas décadas -la mayoría de ellos peronistas-, fue sin embargo ignorada por el gobierno que continuó adelante con una metodología que tal vez fue adecuada al comienzo de la etapa kirchnerista, aún con los errores de su implementación, pero que luego debió irse eliminando gradualmente hasta asistir sólo a quienes en realidad no tienen capacidad de pago de las tarifas reales por el suministro de energía eléctrica, y otros fluidos, como el gas por ejemplo.

La consecuencia financiera de este grueso error en la planificación energética, puede notarse claramente en el cuadro de la balanza exterior de 2013, que aún registrando un superávit de 9.024 millones de dólares significó un retroceso del 27% con relación a 2012 cuando se había tenido un saldo favorable de 12.419 millones. Y para que eso haya sucedido, la mayor responsabilidad le cabe al sector energético, según datos del propio INDEC, organismo que siempre trata de disimular e incluso llegar al ocultamiento de estadísticas que son desfavorables a los intereses del gobierno. Si como ejemplo alcanza una sola muestra, recordemos que para ese ente la inflación de todo el año 2013 fue de apenas algo más del 10 por ciento.

Diciembre pasado, el último mes contabilizado en la estadística de los doce meses de la balanza comercial, arrojó un superávit de sólo 272 millones de la divisa estadounidense, cuando un año atrás había tenido un saldo favorable de 835 millones, quedando entonces más que claramente reflejado el retroceso experimentado, con una tendencia que se vino acentuando hacia fines de año.

Todo el año pasado las ventas argentinas al exterior crecieron apenas 3% totalizando 83.026 millones, en tanto las compras al exterior subieron 8% para llegar a 74.002 millones. El saldo ya citado de 9.024 millones fue inferior 1.532 millones al que había proyectado el Ministerio de Economía y asentado en el Presupuesto.

La mayor explicación que se encuentra en esta caída de los números, tal como decimos al comienzo de esta nota editorial, fue el sector energético con un rojo de 6.163 millones, ya que durante el período las importaciones de combustibles y energía aumentaron 23% para totalizar 11.415 millones, habiendo caído en cambio las exportaciones un 23% para llegar a 5.252 millones. La diferencia, muy importante, viene ampliándose cada vez más cada año, por lo cual las perspectivas para este 2014 y por supuesto 2015, ya que las soluciones son muy graduales, resultan en exceso complicadas. Es decir, que si el panorama es hoy complicado, lo será todavía más en el mediano plazo.

Volviendo al análisis de la balanza comercial, las exportaciones tuvieron un aumento de 1% en productos primarios con total de 19.302 millones, las manufacturas agropecuarias crecieron 9% con 30.059 millones y las de origen industrial un 3% para sumar 28.413 millones. Por su parte las importaciones de bienes de capital subieron 8% con 12.767 millones, los bienes de consumo 3% con 7.508 millones, piezas y accesorios 7% con 15.419 millones, las de energía 23% con 11.415 millones y los vehículos automotores de pasajeros se expandieron 32% hasta 7.096 millones. En cambio la compra de bienes intermedios se contrajo 2% quedando en 19.573 millones de dólares.

Queda claro entonces el fuerte impacto negativo que tuvo en la balanza comercial el sector energético, pues con el solo hecho de haber sido equilibrado, el superávit hubiese estado por encima de los 15 mil millones de dólares.

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