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Editorial Miércoles 6 de Abril de 2011

Energía eólica

Aun cuando aquí la generación total es muy escasa, entre 2009 a 2010 la Argentina fue el que más invirtió en el mundo con 58 por ciento.

Redacción

Por Redacción

Una excelente noticia es que nuestro país fue el que más creció durante 2010 en la utilización de tecnología limpia -es decir, muy baja en carbono- en la producción de energía. Si bien en la estadística mundial de los países con mayor inversión total en el sentido referida la Argentina se encuentra lejos de los puestos de avanzada, en cambio encabeza la clasificación en cuanto al crecimiento año por año, ya que desde 2009 a 2010 se expandió 568 por ciento.

Aquí no se llega a los 25 megavatios instalados y solamente se fabrican equipos chicos, habiéndose importado los muy pocos de gran tamaño que pueden verse tanto en la pampa bonaerense como en la patagónica, merced al aporte que en ese sentido hicieron algunas cooperativas que fueron pioneras en el rubro.

De modo especial la estepa patagónica tiene características muy apropiadas para la implementación de fuentes de generación de energía, ya que en la mayoría de los lugares la velocidad del viento supera los 9 metros por segundo, alcanzando en otros a 11 y 12 metros, mientras que en Europa por ejemplo, y como para tener una clara apreciación comparativa, rara vez los vientos alcanzan a superar los 8 metros por segundo. Lo cual es esencial para la producción de energía, ya que la potencia aprovechable tiene relación cúbica con su velocidad, es decir, al doble de velocidad significa la producción de ocho veces más potencia.

Debe también destacarse otra característica del viento patagónico, que además de raudo es pertinaz, ofreciendo en consecuencia altos factores de capacidad que indican el porcentaje de tiempo en el cual alcanza su performance nominal. 

En la Patagonia los factores de capacidad son mayores en alrededor del 40% mientras que en Europa y Estados Unidos se hallan en un nivel entre 20 y 30 por ciento, con lo cual también en ese sentido se logra una apreciable ventaja. Es por esa razón, que molinos de origen europeo instalados en la Argentina generen el doble de electricidad que en sus sitios de procedencia.

De todas maneras, y aun cuando en forma interanual entre 2009-2010 se alcanzó tan destacado nivel de inversión en cuanto a la producción de energía eólica, aquí la producción sigue siendo muy baja, se utiliza muy poco. Alemania por ejemplo, un país poco ventoso, dispone de 10.000 megavatios eólicos instalados, con un total de 60.000 empleos que dependen de la industria del sector; luego sigue Estados Unidos con 4.400 megavatios, mientras que tercero está España, un país que avanza muy firme en la exportación de molinos. 

El volumen total en el mundo de la industria eólica moviliza 30.000 millones de dólares, lo cual demuestra su significación, aunque es muchísimo más trascendente el futuro que tiene por delante, en especial luego de los cuestionamientos que hay en todo el mundo de la energía nuclear por los desastres ocurridos en Japón, con alcances aún no establecidos en su verdadera magnitud, ya que la radiactividad va expandiéndose por diferentes lugares del planeta.

En la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia se encuentra instalado el mayor parque eólico de América del Sur, con un total de 16 molinos de origen europeo, los cuales aportan entre el 7 y 10 por ciento de la energía eléctrica que consume la ciudad mencionada, aunque por ahora es imposible amortizar los equipos importados con las tarifas que se cobran, por lo cual la única posibilidad existente de despegue que tiene en nuestro país el uso de la energía eólica, es que comiencen a fabricarse aquí los molinos, con precios más accesibles que los importados de Dinamarca y España.

Justamente, la fabricación de estos equipos que generan energía con el solo uso del viento, es uno de los desafíos que tiene la empresa INVAP de Bariloche, en la provincia de Río Negro. Debemos recordar en tal sentido, que esta empresa que se dedica al desarrollo de equipos de alta tecnología, fue la que iba a ofrecer tanto el acelerador lineal como la construcción del bunker, cuando aquí en Rafaela se estuvo muy cerca de poder instalar un Centro de Radioterapia, el cual ya estaba con los pliegos de licitación confeccionados, aunque luego todo quedó en la nada cuando el actual Gobierno provincial lo resolvió de esa manera, echando al olvido lo que había dejado en marcha la anterior administración.

Durante dos décadas INVAP invirtió en investigación, desarrollo y fabricación de equipos eólicos chicos, que hoy sigue vendiendo, pero se confía en que en el futuro afronte la fabricación de equipos de mayor porte.

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