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Editorial Miércoles 17 de Julio de 2013

Emergentes en baja

Las nuevas estimaciones del FMI para la economía mundial se encuentran en caída, además con una advertencia a los emergentes.

REDACCION

Por REDACCION

Para los países emergentes no hay buenas noticias de parte del FMI, organismo que acaba de bajar las expectativas mundiales del crecimiento mundial y que advirtió especialmente a los emergentes por los riesgos de una fuerte desaceleración de sus economías.

En el informe "Perspectivas Económicas Mundiales" difundido por el Fondo, se señaló que las proyecciones de crecimiento de la economía global bajaron a 3,1% para el presente año y al 3,8% para 2014. En un apartado refiere que "las economías de los mercados emergentes en general han sido las más afectadas, luego que recientes incrementos de las tasas de interés en las economías avanzadas y volatilidad en los precios de los activos, combinados con una actividad doméstica más débil que provocara algunas salidas de capitales, declinación en los precios de los activos, incremento de los rendimientos locales y depreciación de la moneda".

De acuerdo con estas estimaciones que se hacen sobre los países emergentes -entre los cuales se encuentra la Argentina-, el crecimiento de sus economías será a un ritmo más moderado, de 5% en 2013 y 5,5% en 2014, habiéndose bajado un cuarto de punto las proyecciones que se habían difundido en el mes de abril.

Igual situación se plantea para el grupo de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), cuyas economías estarán en sintonía hacia la contracción en diferentes niveles que oscilan entre 0,25 y 0,75 por ciento.

Como también se encuentran en baja los precios de las materias primas, la afectación alcanzará irremediablemente a todos aquellos países exportadores de esta clase de insumos primarios, como es nuestro caso respecto a la soja, aunque ello dependerá de la magnitud que tenga el impacto de los precios, que en muchos casos han mostrado hasta ahora una situación volátil, entre bajas y subas permanentes. En tal sentido se menciona que "debido a los efectos dilatados de las restricciones de la capacidad interna, un crecimiento más lento del crédito y las condiciones externas desfavorables" es la perspectiva que se presenta.

En definitiva, este informe tiene la importancia que en cada país se le adjudique al FMI, que debido a sus desaciertos en la previsión de algunas crisis bastante profundas, ha resignado la influencia que tenía hasta tiempo atrás.

Acceso a la vivienda

Las posibilidades para tener acceso a una vivienda digna siguen sin mejorar. En la actualidad, el 11% de los hogares urbanos, lo cual equivale al 13% del total de la población, vive en viviendas precarias y conforman la masa que aspira poder llegar a una vivienda que disponga de los principales aspectos que hacen al confort, que tienen un impacto muy fuerte en la preservación de la salud. Es que, por ejemplo, quienes viven en esas condiciones precarias, no cuentan con baño interno, retrete o descarga mecánica de agua.

Un informe de la Universidad Católica Argentina, además de estas estadísticas, sostiene que "en la Argentina, el acceso a una vivienda digna constituye una problemática estructural que durante las últimas décadas no ha recibido una solución efectiva. Dos de las consecuencias inmediatamente observables del estancamiento en la posibilidad de acceder a una vivienda digna han sido la casi inmovilidad de las tasas de propiedad, alquiler y tenencia irregular durante las últimas cuatro décadas, y el crecimiento y expansión de las urbanizaciones informales como villas y asentamientos precarios, donde habitualmente habita cerca del 5% de la población del país".

Algunos de los aspectos centrales que son analizados en este trabajo incluyen los cinco indicadores que son considerados centrales para reflejar el déficit existente para llegar a una vivienda digna por parte de los grupos familiares que habitan en las condiciones aludidas, mencionándose la tenencia irregular por parte del 12,4%, la precariedad material el 11%, la ausencia de baño o inodoro, o presencia de retrete sin descarga mecánica el 8,7%, el hacinamiento -3 o más personas por cuarto- el 7%, y el temor a perder la vivienda el 7,1%.

Pero el informe incluye además las condiciones ambientales, ya que existen zonas y barrios con una situación saludable en ese sentido, aunque otros en cambio están seriamente afectados por la degradación ambiental, citándose que entre 2010 y 2012 los barrios situados en cercanías de basurales creció al 20,7%, lo cual equivale al 22,1% de la población.

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