Por Redacción
Desde hace dos años Siria se encuentra inmersa en una guerra que además de miles de vidas, está provocando una destrucción sin límites, de la cual costará muchísimo reponerse, no sólo por la necesidad de recursos sino también por la demanda de tiempo. Toda contienda bélica es incomprensible, y siempre al final de las mismas, se comprende que pudieron ser evitadas y llegarse a los mismos desenlaces, o muy parecidos en todo caso.
Más aún prevalece ese concepto cuando se trata de guerras civiles, es decir, confrontaciones entre diferentes sectores de un mismo país, tal como está sucediendo en esta larga contienda entre facciones sirias que inicialmente desataron la lucha, tratándose de derrocar al régimen dictatorial de Bashar Al Assad, el que resiste alternando éxitos con derrotas. Una situación derivada del equilibrio que tienen las fuerzas en pugna, lo cual hace que la contienda siga extendiéndose en el tiempo, y por lo tanto haciendo más voluminosa la cantidad de muertos, que anda de acuerdo con las estimaciones en 80.000 víctimas, además de los cientos de miles de heridos, y con el agregado de una enorme destrucción de edificios, estructuras e incluso algunas localidades que fueron prácticamente arrasadas.
Si todo este es ya grave, ahora el conflicto en Siria está incrementándose por lo que se ha dado en denominar su internacionalización, ya que están tomando partido potencias extranjeras, algunas de ellas vecinas que tienen el justificado temor que la lucha bélica se extienda tanto que termine afectando a sus propios territorios, ya que este caso de guerras civiles no se ajusta a normas del respeto de fronteras, mucho menos de tratados o acuerdos que son ignorados al momento de los combates.
Algo de este es lo que está sucediendo con la guerra civil en Siria, la cual está desbordándose hacia algunos países fronterizos, como el caso de Irán que está tomando protagonismo a través de una de sus organizaciones armadas más poderosas como el Hezbolá, que además de estar incursionando en Siria continúa con su permanente ofensiva contra Israel, que es además su principal enemigo en la región.
Turquía es otro de los países de la región que está plenamente dispuesto a tomar parte en el conflicto interno sirio, advirtiendo al régimen de Assad que tiene plazo de vencimiento, constituyendo una advertencia de enorme peso considerando el poder bélico de los turcos, que en caso de llegar a tener que utilizarlo, pondría en riesgo el complicado equilibrio existente en la región. Aunque también aparece en escena Israel, decidido a tener alguna clase de intervención en Siria, ya que la inacabable guerra de dos años corre el riesgo de extenderse, apareciendo los israelíes muy preocupados por la seguridad de sus fronteras, siempre complicadas y con problemas.
De llegar a concretarse la internacionalización de este conflicto, tal como puede llegar a ocurrir, sería el peor de los desenlaces. Es por eso que deben abocarse todos los esfuerzos y gestiones por llegar a un acuerdo entre las partes en lucha como forma de iniciar el recorrido de un camino que lleve a la paz, mediante una salida en que sea el pueblo sirio el que defina su futuro. Por cierto, no puede continuar Al Assad gobernando un país como lo viene haciendo desde hace décadas en forma autoritaria y sostenido en la fuerza con un régimen sangriento, ni tampoco los que se oponen mediante la fuerza, sino que debería ser provisoriamente administrado por un ente designado en los foros internacionales, para llamar a elecciones que definan el nuevo comienzo de Siria, y lo que es tanto o igual de importante, poner en marcha la reconstrucción.
Este es un escenario, aunque existe otro simultáneamente, como la preocupación de las grandes potencias, que están siguiendo con mucha atención lo que sucede en Siria, incluso no debiéndose descartar que en algún momento pueda llegarse a una intervención armada para detener de una vez esta guerra. Un dato trascendente en tal sentido da cuenta de un reciente encuentro entre el premier británico David Cameron y el presidente estadounidense Barack Obama, en el cual aquel le advirtió que el gobierno sirio ha utilizado armas químicas para enfrentar a las fuerzas de la oposición, existiendo pruebas en tal sentido.
Confiemos en una pronta salida para este terrible conflicto que tiene en vilo al resto del mundo.
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