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Editorial Miércoles 26 de Enero de 2011

El mercado laboral

El sector privado aumentó en los dos últimos años sus plantillas de personal regularizado en sólo 86.328 empleos, lo cual significa un modesto 1,5%, siendo el Estado el más importante empleador.

Redacción

Por Redacción

El mercado laboral
Aun cuando la economía se mantuvo en constante expansión en los dos últimos años, la cantidad de empleos formales apenas si logró superar la marca alcanzada en 2007 y 2008, cuando parte de ese lapso fue afectado por la crisis financiera. Es que en dicho período se generaron 86.328 empleos en blanco, lo cual encuentra explicaciones en la mayor parte por la presencia del sector público como empleador, aun cuando tal causa obedecería más a un blanqueo de personal contratado que a la suba real de puestos de trabajo.
Es que, según datos del propio INDEC relacionados con la ocupación formal, tanto en la administración nacional como en las provincias se incorporaron -o blanquearon- 131.639 empleos, con una suba de 10,7 por ciento.
Factores que tuvieron una fuerte incidencia fueron por ejemplo, el pase a planta permanente de aquellos beneficiarios de planes sociales, el traspaso de empleados de las AFJP a la ANSES, la AFIP y otros organismos estatales, como así también el incremento de personal en las provincias y en las sociedades del Estado. El empleo público creció fuertemente en 2009 con respecto a 2008 y volviò a reiterarlo en 2010, con lo cual de a poco se está desembocando en situaciones que pueden llegar a convertirse en muy complicadas de volver a registrarse alguna clase de remezón en los ingresos fiscales, tal como se presume puede llegar a ocurrir en mérito al constante aumento que tienen los gastos por sobre los ingresos.
En el sector privado en cambio las cosas fueron diferentes, ya que en 2008 aquí se desempeñaban 5.804.429 empleados, mientras que un año después se había bajado a 5.715.973 como consecuencia del fuerte impacto de la crisis, y aún con los subsidios otorgados por el Estado. En la ùltima medición, y ya con la plena recuperación de la actividad, se contabilizaron 5.890.605 trabajadores.
Es por esa razón que computando altas y bajas, el sector privado tuvo en esos dos años un saldo positivo de 86.328 nuevos empleos regularizados, respecto a dos años atrás, lo cual apenas significa el 1,5%, quedando en plena evidencia que fue muy escasa la evolución del mercado de trabajo, que poco y nada tiene que ver con una economía que crece a razón de tasas promedio del 8 por ciento.
Pero existen más detalles curiosos dentro del mercado laboral, siempre confrontado con la expansión económica, ya que, por ejemplo, tanto la industria como el sector agropecuario, dos rubros que sustentaron el crecimiento y que fueron los que más fuerte crecieron, en cambio mostraron una caída de 1,6% en cantidad de trabajadores, mientras que la construcción, un sector que muestra gran movilidad positiva, registró una disminución de trabajadores de 6,4% la cual en cantidad concreta significa 26.254 menos que en 2008.
Los datos que hacen a esas tres actividades son realmente llamativos, mostrando una faceta poco conocida del mercado laboral, ya que todos logran crecer y expandirse pero con menor cantidad de personal, lo cual cubre con un manto de bastante incertidumbre el futuro, pues si no se amplió la cantidad de nuevos empleos en expansión, lo que puede llegar a suceder en tiempos de crisis o de caída de actividad, puede ser realmente grave.
Tenemos en cambio, analizando esos datos del INDEC, que la ocupación formal creció en el sector de servicios, donde aparecen encabezando las estadísticas la salud, educación privada, hotelería, transportes y servicios sociales, siendo en cambio la excepción a la regla la intermediación financiera que tuvo una merma de 4,5 por ciento. Una situación que puede explicarse por el traspaso de empleados de las ex AFJP al Estado, aunque los bancos concretamente aún con mayor actividad financiera, al igual que las aseguradoras, mantuvieron estables sus plantillas de personal.
En el plano manufacturero los más afectados resultaron los sectores textil y de metales, en este último caso a pesar de la fuerte participación de la industria automotriz, que es junto al campo y el consumo, los pilares que sostienen el crecimiento. El dato estadístico revela que las terminales automotrices mantuvieron estable la cantidad de 27.000 trabajadores, en tanto hubo caídas en los niveles de empleo en carrocerías, autopartes y motocicletas.
¿Y cómo estuvieron los salarios? pues el bruto -antes de los descuentos- en el sector privado hace un promedio de 3.939 pesos, mientras que en el público el promedio es de 4.546 pesos.


 

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