El mapa laboral

Uno de los índices estadísticos que más relación directa tiene para delinear una fotografía de la realidad es sin dudas el relativo al mercado laboral. Es que cuando hay trabajo, incluso dentro de un marco con algunos condicionamientos que no encajan dentro de una absoluta regularidad, la perspectiva es optimista, sucediendo todo lo contrario cuando el que gana terreno es el desempleo, ya que allí no existe solución posible más que el asistencialismo o la espera a largo plazo.

Aquí en Rafaela termina de conocerse un anticipo sobre la situación laboral, mediante un informe parcial de la Encuesta Permanente de Hogares que cada año realiza el ICeDel, merced a la toma de datos en 714 hogares y con un total de 2.197 personas encuestadas, cuyo trabajo de campo fue llevado a cabo por estudiantes universitarios de centros de estudios de la ciudad.

Se ha mejorado medio punto con relación a 2012 cuando el nivel de desempleo estaba aquí en 8 puntos, siendo ahora por lo tanto de 7,5%, pudiéndose considerar como aceptable al medir comparativamente con otras ciudades, teniendo Rosario 8,2% y Santa Fe 7,7%, cabiendo recordar que la media nacional es de 7,2%, aunque existe una diferencia que debe ser tenida en cuenta, pues mientras la medición en Rafaela es realizada por un organismo local y confiable, las restantes en cambio responden a las estadísticas del INDEC, con todas las sospechas que existen sobre ese desprestigiado organismo, que desde diciembre de 2006 fue intervenido para adulterar los índices inflacionarios, con repercusión sobre todo el resto de sus trabajos, que no pueden quedar exentos de sospecha ya que todo, o casi, se ajusta a los deseos de la Casa Rosada para tratar de respaldar un relato que difiere con la realidad.

Si retrocedemos un poco más, buscando ambos extremos de estas mediciones, tenemos al año 2003 con 19% de desocupación, que marcó el tope hacia arriba siendo cuando se produjeron masivos despidos en la industria frigorífica y en la del cuero, en tanto el registro más bajo fue en 2008 con sólo 5,4% de desempleo. Datos que, confrontados con la marca actual de 7,5%, hace que la misma sea calificada como aceptable, y más aún cuando la actividad productiva y comercial en general se encuentra atravesando un momento bastante complicado.

Se difundieron también otros datos complementarios que permiten comprender más el cuadro del mercado laboral, en este caso del desempleo. Como por ejemplo que el 62,6% de los afectados corresponde a menores de 30 años, confirmando esta tendencia reiterada de ser el sector joven siempre el más alcanzado por la falta de trabajo, y más aún, siendo el más afectado el sector femenino, ya que 2 de cada tres desocupados son mujeres. Y un dato a tener muy en cuenta es que el 20% no concluyó sus estudios secundarios, mientras que en cambio otro 25,3% aún se encuentra cursando estudios. Un tercio de los desocupados son nuevos postulantes, es decir, que por primera vez salieron en la búsqueda de un empleo, pero los dos tercios restantes lo integran quienes están buscando trabajo desde hace menos de 2 años.

Con referencia a la tasa de actividad, a la cual se llega tomando como porcentaje entre población económicamente activa y población total, tenemos que aquí asciende a un muy importantes 50,5%, bastante por encima del 45,3% que se registraba el año pasado. Y también estableciendo su positivismo cuando se la mide con otros distritos, teniendo Rosario 48,6%, Santa Fe  44,1% y el promedio nacional de 46,4%.

Del total de ocupados en la ciudad, algo más de la mitad de la población, tenemos que el 81,4% corresponde a empleos formales, en tanto 6,4% son subocupados demandantes -se trata de quienes trabajan hasta 30 horas semanales en empleos no formales y que aspiran a modificar su situación laboral- y 4,7% subocupados no demandantes.

Finalmente, el mapa laboral rafaelino establece que el 44,8% de los ocupados corresponden al sector servicios, el cual se expandió 4 puntos con relación a 2012, apareciendo en segundo sitio la industria con el 28,1% de los trabajadores, el comercio concentra 19,6%, la construcción 6,6%, mientras que el sector rural reúne el 0,9%. De todo este volumen el 84,3% corresponde al sector privado, en tanto que el 15,7% restante al área pública.