Por REDACCION
A decir verdad, Julio César Strassera protagonizó un momento emblemático para la historia argentina, al ser el fiscal que lideró las acusaciones contra la Juntas Militares, que terminó condenada por delitos de lesa humanidad.
"Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: Nunca más", expresó Strassera al terminar su alegato en el juicio contra los militares.
Strassera nació el 18 de septiembre de 1933, se recibió de abogado en la UBA y en 1976 fue nombrado secretario de Juzgado y durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional fue promovido como fiscal general.
Desde ese cargo, Strassera fue uno de los que se encargó de recibir los hábeas corpus que pedían los presos políticos durante los últimos gobiernos militares y jugó un papel preponderante a la hora de la lucha por los derechos humanos.
En esos días, uno de los hechos que lo tuvo más activo fue la investigación por el asesinato de sacerdotes y seminaristas conocido como "Masacre de San Patricio" y solicitó el sobreseimiento provisional de la causa por no haber elementos para individualizar a los autores, lo cual fue aceptado por el juez Rivarola.
Para 1981 Strassera fue designado Juez de Sentencia, pero fue con la vuelta de la democracia, en 1983, que volvería a tener un rol fundamental cuando aceptó ser el fiscal que enjuiciaría a las Juntas Militares, en 1985.
El 9 de diciembre de ese año, la Corte Suprema de Justicia dictó la sentencia condenando a Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Viola a 17 años de prisión, a Armando Lambruschini a 8 años de prisión y a Orlando Ramón Agosti a 4 años de prisión.
"Tengo que destacar algo. Tuve una entrevista con (Raúl) Alfonsín, un día antes de las audiencias, y cuando me despedía me dijo: ´No tengo ninguna instrucción para darle, haga lo que quiera´, cuando era una época en que el Poder Ejecutivo podía hacerlo", puntualizó.
Strassera varias veces recordó que llevar adelante el juicio contra los militares fue algo "muy difícil", pero también mencionó que tanto él como los camaristas que estaban en ese momento "estábamos seguros, que se iba a terminar, pese a que algunos pensaban que no".
Una vez concluido el juicio contra las Juntas Militares, Strassera fue representante argentino ante los organismos de derechos humanos con sede en Ginebra. Tras los indultos dispuestos por el ex presidente Carlos Menem para los militares que habían sido condenados, Strassera decidió retirarse de la función pública y se dedicó a su profesión de abogado, y a participar de la actividad de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
En 2004 el presidente Néstor Kirchner pidió perdón a los ciudadanos "en nombre del Estado argentino por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia tantas atrocidades". Strassera le respondió: "me parece de una injusticia notoria porque si algo se hizo, si algo marcó un inicio, fue el juicio a las Juntas Militares".
Estuvo enfrentado a la gestión de Cristina Fernández y calificó a la actual administración de "un gobierno de delincuentes". El fiscal agregó que "todas las investigaciones que se hicieron así lo demuestran, sobre todo en torno a Lázaro Báez, quien era socio directo de la familia Kirchner".
Incluso el fiscal se mostró contrario a la designación del jefe del Ejército César Milani, acusado de haber participado en la dictadura militar, y en ese sentido expresó que "es un gran revés para los derechos humanos".
Además, Strassera fue crítico con el actual Gobierno, al señalar que no le gustaba "la utilización política de los derechos humanos", y en una entrevista con Infobae.TV comentó que "...derechos humanos que ninguno de los dos Kirchner (sic), nunca se interesaron".
"Las Madres de Plaza de Mayo jamás pudieron ir a Santa Cruz mientras gobernaba Kirchner. No les importó nunca los derechos humanos", afirmó Strassera, quien también dijo que durante su trabajo como fiscal, con los hábeas corpus que presentó, "nunca vi uno firmado por Néstor Kirchner o Cristina Fernández".
Strassera dijo que "ninguno de los Kirchner se preocuparon nunca por sacar a los militares, cuando él ni ella firmaron ningún hábeas corpus, y ella no creo que pudo haberlo firmado porque no es abogada".
Strassera fue un hombre decente, modesto, austero y sobrio, quien tuvo un papel protagónico en la reciente historia negra de la Argentina, un paladín de la novata democracia. Su bandera del "Nunca más" debe ser el norte para aplicarla a la corrupción y a los abusos de poder...
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