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Editorial Sábado 7 de Mayo de 2011

El deshielo

De acuerdo con nuevos estudios el deshielo en todo el mundo va tomando una aceleración realmente grande, unas diez veces más rápido que los cálculos científicos anteriores.

Redacción

Por Redacción

El derretimiento de los hielos en todo el mundo está tomando un nivel de aceleración que supera todos los cálculos y estimaciones científicas, con el enorme riesgo que ello significa para una total alteración de las condiciones climáticas en muchas regiones, como así también el peligro ante el cual se verán las poblaciones costeras, consecuencia de la mayor altitud de los mares, ya que los hielos derretidos van directamente a los océanos.

Que la tierra está subiendo en forma sostenida la temperatura es algo conocido desde hace rato, pero que el ascenso está muy por sobre las estimaciones es una situación que queda claramente expuesta, con el deshielo por ejemplo, que está tomando características dramáticas.

Un grupo de científicos suecos y británicos abocados al estudio e investigación sobre este tema difundió nuevos cálculos sobre las capas de hielo de la Patagonia, trazando un mapa de aquellos lugares donde habían tenido su máximo alcance los glaciares y capas de hielo durante el período conocido como "pequeña edad de hielo", que se extendió entre los siglos XVI y XIX. Esa labor fue facilitada por las marcas dejadas por los glaciares en sus puntos de máximo alcance, lo cual permitiría además establecer con bastante exactitud la altura que habían tenido en esos tiempos.

En base a estos estudios se pudo llegar a establecer las pérdidas que los hielos vinieron registrando desde siglos pasados, posibilitando la confrontación con la pérdida actual, mediante lo cual se pudo establecer que el derretimiento de los glaciares en la Patagonia se aceleró en forma drástica en estas últimas décadas, al menos en un régimen diez veces más rápido que en el pasado. Es que, según estas comprobaciones, la tierra se vino recalentando en forma acelerada desde 1980 en adelante.

Consecuencia de estas investigaciones, se concluyó que el campo de hielo patagónico norte perdió 103 kilómetros cúbicos de hielo desde su punto máximo a fines de 1870, y que el campo de hielo patagónico sur perdió 503 kilómetros cúbicos desde 1650.

Toda esta agua se desliza hacia los océanos, que aumentan su caudal y consecuentemente los mares que se estrellan contra las zonas costeras, encendiendo una luz de alerta para las poblaciones allí ubicadas, que se verán en serios problemas de mantenerse este nivel de crecimiento de la altura del agua, que hasta ahora lo hace a razón de 30 centímetros por siglo, pero que se encuentra en franca expansión, existiendo ciertas coincidencias científicas que señalan que en 2100 el mar podría subir de nivel unos 90 centímetros, y que incluso no debe descartarse que se podría incluso duplicar esa cifra, es decir, llegar hasta 180 centímetros, lo cual de llegar a producirse, sería realmente catastrófico para las poblaciones costeras, muchas de las cuales quedarían frente a la posibilidad de extinción, al verse sometidas a muy grandes inundaciones.

Esta misma situación de afectación y riesgo la tiene el casquete polar nórdico, tema que si bien no se incluye en este estudio, sí lo ha sido en otros anteriores, dejando en clara evidencia un estado de deterioro muy avanzado, que está llegando incluso a la afectación de la fauna y flora que va experimentando enormes cambios, incluyendo la extinción de numerosas especies. Uno de los casos, tal vez el más notorio, es el de los osos polares, que van teniendo un territorio cada vez más pequeño, quedándose además sin sus fuentes de alimentación por el retiro de focas y lobos marinos, además de peces que están sufriendo los efectos del retiro de los hielos.

¿Qué se hace en tanto? Poco y nada, pues desde hace varias décadas se vienen desarrollando cumbres del clima, se establecen plazos y límites para la emanación de gases con efecto invernadero, que son los que provocan los enormes agujeros de la capa de ozono que nos protege contra los rayos ultravioletas del sol, pero nunca se cumplen, pues en cada evento siguiente, y luego de rimbombantes declaraciones, lo único que se hace en concreto es poner nuevas fechas de ampliación de plazos para iniciar la reducción de los gases, cuando el daño que provocan es realmente alarmante.

Que muchos países, como Estados Unidos, China y la India, dejen prevalecer el interés de sus industrias por sobre el resguardo del planeta, es realmente incomprensible. Pero bueno, este es el mundo que tenemos.

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