Por REDACCION
Sin duda que la Argentina vive una semana traumática después de las elecciones primarias donde las reglas se han modificado abruptamente a partir de un resultado sorpresivo que no esperaban los mercados, esa actor sin rostro que cogobierna el país desde un trono invisible y que desató la furia sin perder un minuto desde el mismo lunes. Quizás también del domingo a la noche cuando se percibía en los sitios de venta online de dólares que comenzaba a aumentar su cotización por el disgusto de los hombres de negocios que dan forma a los mercados por la amplia derrota del oficialismo y de la victoria del candidato que es demonizado y presentado como el pasado ligado a la corrupción.
La prensa internacional reflejó este nuevo escenario argentino donde una crisis se abrió dentro de la crisis que ya venía golpeando fundamentalmente a los trabajadores y jubilados por la pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos pero también a los sectores más vulnerables, con un incesante aumento de la pobreza y también del desempleo, lo que muestra en marcado deterioro socioeconómico.
Tras la derrota del domingo, el Gobierno perdió el respaldo que aún tenía de influyentes medios especializados en el mundo de las finanzas a pesar de la profunda recesión y de la continuidad de la inflación. En este marco, la revista Forbes editorializó sobre las nuevas sensaciones del corazón financiero internacional con el título "Wall Street convencido de que el presidente Macri está de salida", mientras que Bloomberg, la agencia de noticias económicas de cabecera de los mercados financieros, advirtió sobre un creciente riesgo de default de la Argentina.
Por su parte, el periódico británico Financial Times lanzó duras críticas al presidente Mauricio Macri y dijo que a su gobierno "se le acabó el tiempo". El medio, influyente en los mercados financieros, consideró que tras la derrota en las PASO el gobierno de Macri "tambalea". Además, dijo que el Presidente debe actuar como presidente, no como candidato. En este contexto, se pregunta qué puede hacer ahora Macri ante las respuestas de los mercados y sostuvo que Alberto Fernández quedó en la extraña posición de "presidente electo" sin haber sido elegido formalmente. Recordó, además, que desde el regreso de la democracia en 1983, dos gobiernos no peronistas concluyeron anticipadamente por crisis económicas, y dijo que el objetivo central del actual mandatario debe ser evitar ese destino.
El Financial Times define a Fernández como "populista, a pesar de sus esfuerzos de distanciarse de su compañera de fórmula, la ex presidenta Cristina Kirchner". El periódico advierte, además, que la renovada volatilidad del peso es preocupante. Con el 80% de la deuda de Argentina denominada en moneda extranjera, una depreciación continua presionaría aún más la dinámica de la deuda del país y aumentaría la probabilidad de otro incumplimiento soberano argentino, alertó. El diario recoge un pronóstico de la consultora internacional Capital Economics, con sede en Londres, que pronosticó que la relación deuda-PIB de la Argentina alcanzará el 100% para fines de 2019, frente al 86% que tenía a fines del año pasado.
Ante tanta incertidumbre y desorientación, el interrogante central es ¿por qué los mercados entran en pánico? Por temor al "populismo" según concluye el Financial Times. Alberto Fernández se ha esforzado por distanciarse de su compañera de fórmula, la ex presidenta Cristina Kirchner. Pero no todos están convencidos de que, como presidente, sería completamente independiente, subraya en su análisis. El diario británico recordó que el propio candidato a presidente del Frente de Todos hizo, antes de las PASO, comentarios que perturbaron a los inversores. Puntualmente, Fernández dijo estar decidido a bajar los intereses de las Leliq, un instrumento que utiliza el Banco Central para contener el dólar aunque con el pago de tasas extremadamente elevadas que condenan a la actividad productiva a no tener acceso al crédito. Es que no hay rubro que pueda generar la rentabilidad necesaria para repagar esos préstamos a tasas que están por las nubes ahora por encima del 70 por ciento.
De este modo, las miradas que llegan desde el exterior -en particular de los medios que responden al capital financiero internacional- sobre el proceso electoral y la profundización de la crisis económica consagran con tristeza el final del mandato de Macri y prácticamente dan la bienvenida, o para decirlo más adecuadamente, se resignan a la llegada al poder de Alberto Fernández más allá de que aún falte una campaña y la elección general de octubre. La contundencia de la victoria lograda por la principal fuerza de la oposición en una elección puede herir de muerte cualquier gobierno cuando no está en línea con lo que esperan los mercados.
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