Por REDACCION
Cuando la economía no ofrece garantías sobre lo que puede suceder con las reglas de juego en pocos meses a partir de la incertidumbre electoral sobre quién puede ser el próximo presidente, una buena parte de los empresarios optan por paralizar sus inversiones hasta que el tiempo aclare, es decir hasta después de los comicios. Más aún teniendo en cuenta las múltiples alternativas financieras que existen en esta coyuntura revuelta para hacer dinero con la tasa de interés, letras o bonos. También es cierto que hay una importante cantidad de empresarios que no están en condiciones de invertir sino que más bien su único objetivo es sobrevivir a la crisis en una suerte de economía de subsistencia en la que apenas pueden pagar salarios, insumos y costos operativos. En estos casos, otra vez, la consigna es pasar el invierno.
Como los contextos pueden tener diferencias según el sector productivo del que se trate, las realidades son distintas. Así mientras cientos de pymes se esfuerzan con pocas ventas y sin créditos para no bajas las persianas, otros agentes económicos deben tomar decisiones condicionados por el clima, es decir por la época del año para sembrar tal o cual semilla, léase cereales u oleaginosas.
Es el caso del sector agropecuario: la incertidumbre electoral no afecta por ahora las decisiones de la campaña agrícola 2019-2020, según siete de cada diez productores consultados, de acuerdo con un sondeo privado. Así lo consignó la edición mayo/junio del índice "Ag Barometer Austral", elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral en Rosario. La encuesta indica que un 68% de los productores agropecuarios manifiesta que la incertidumbre electoral no tiene impacto en sus decisiones de producción. Al mismo tiempo, y teniendo en cuenta que se van a comprometer recursos económicos antes de las elecciones y las ventas se harán después, un 54% no ve cambios significativos cualquiera sea el resultado de los comicios.
Entre otros datos, el Ag Barometer Austral afirma que hubo una mejora tanto en la situación financiera actual, como en las expectativas futuras. De este modo, la confianza de los productores argentinos alcanza el mayor nivel desde octubre de 2018, según este índice del productor argentino que aporta información sobre las percepciones del campo, la situación financiera actual, las perspectivas y la oportunidad o no para realizar inversiones importantes, entre otros aspectos para el sector.
El Ag Barometer Austral en junio alcanza un valor de 117, que es el máximo desde octubre 2018 en que comenzó a estimarse y por primera vez, los productores piensan que su situación financiera es mejor que la de un año atrás. Un 35% (contra el 24% en marzo) de los productores manifiestan estar mejor y un 29% (41% en marzo) dicen estar peor que un año atrás. También es la primera vez que este índice toma un valor mayor a 100, ascendiendo hasta 106.
Asimismo, el estudio muestra que sigue siendo malo el momento para realizar inversiones, un 71% piensa que no es buen momento y un 29%, que sí lo es; el 42% opina que va a estar mejor en los próximos 12 meses, contra un 12% que sostiene que van a estar peor. El mismo sentimiento se da con relación a la opinión general sobre el sector agropecuario, mejorando sensiblemente la medición de mayo 63% contra 51% de marzo.
A largo plazo se acentúa el optimismo con un 83% de respuestas favorables. Teniendo en cuenta que se van a comprometer recursos antes de las elecciones y las ventas se harán después, un 54% no ve cambios significativos cualquiera sea el resultado electoral, mientras que un 24% teme un impacto negativo del proceso eleccionario. No obstante, el 19% piensa que el impacto va a ser favorable y un 68% precisa que la incertidumbre electoral no tiene incidencia en sus decisiones de producción y un 32% cree que las afectará.
No deja de ser un dato alentador que la última campaña agrícola refleja una cosecha récord en un mercado internacional que ofrece oportunidades a la Argentina. Por caso China compra cada vez más carne y otros mercados han abierto sus fronteras a productos de nuestro país. Así, parece haber quedado atrás el temor de los productores de retornar a las políticas de restricciones a las exportaciones, aumento de las retenciones y tipo de cambio retrasado, aunque en la Argentina uno nunca sabe, pues la previsibilidad no es un activo local. De esta forma, según el estudio de Barometer Austral, el productor mantiene la expectativa de obtener buenos márgenes en la próxima campaña, con el cultivo de maíz a la cabeza de obtener los mejores resultados, seguido por el trigo, y luego la soja. La intención del campo es seguir avanzando para ganar posiciones ante una demanda mundial de alimentos que se encuentra en alza.
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