Por REDACCION
Nuestro coterráneo Ricardo Lorenzetti, quien desde hace varios períodos viene ocupando la presidencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, también se ha sumado a quienes admiten el gran avance que ha tenido el narcotráfico en la Argentina, en declaraciones formuladas recientemente en un reportaje en el diario cordobés La Voz del Interior, poniendo de relieve una realidad que abruma en este tiempo a todos los argentinos, ya que por una u otra razón, nadie queda exceptuado del riesgo que significa el importante auge del consumo de drogas.
"La gente que está excluida de la sociedad y además tiene un acceso muy fácil a la droga es un cóctel explosivo", expresó con gran poder de síntesis y reflejando una realidad bien concreta el titular de la Corte. Justamente, ese es el aspecto de mayor repercusión, pues es evidente que en este presente de la realidad socio económica es muchísima gente la que ha quedado al margen de las posibilidades de desarrollo, incluso de muchos otros aspectos básicos como son la educación y la atención de la salud. Se estima en cerca de un millón los jóvenes a los que se identifica como "ni ni", pues no trabajan ni tampoco estudian, habiéndose convertido en un masivo grupo con clara exposición a las drogas, tal como sucede con los marginales, si bien debe admitirse al momento del balance, que aún estando en esos sectores el mayor índice de expansión, la droga se disemina por todos los sectores sociales, eso también forma parte de la realidad.
Es verdad que hoy en la Argentina el acceso a la droga es muy sencillo, y para todos los bolsillos, pues desde la más cara y de alta calidad que se consume habitualmente en los sectores sociales más pudientes, se llega hasta la denominada droga basura, como el caso del paco, a la que se puede acceder por unos pocos pesos, aunque sus efectos sean realmente letales para la salud, provocando daños irreparables en poco tiempo debido a la nula calidad del elemento que se consume.
Una de las consecuencias más directas que provoca este enorme avance del consumo de drogas de todo tipo, también puntualizado por el Dr. Lorenzetti, es que "trae como consecuencia muchos problemas de inseguridad, los delitos son más violentos", lo cual es absolutamente verdadero. Aún cuando no existen estadísticas precisas en tal sentido, es evidente que la criminalidad en todo sentido fue incrementándose y con un grado de violencia abrumador al compás de la suba del consumo de drogas. En muchos, tal vez la mayoría, de los episodios violentos, habitualmente seguidos de muertes, la droga tiene un elevado grado de presencia y participación.
Una vez más, tal como lo puntualizó en otras oportunidades, el titular del máximo tribunal de justicia volvió a reclamar la instrumentación de políticas de Estado para solucionar estos problemas que aquejan al país. Allí les fue dirigida a los políticos que integran el abanico opositor, incluso a los propios oficialistas, una muy buena sugerencia en este tiempo previo al momento de renovación de autoridades que se producirá en 2015, para aunar criterios y acordar políticas comunes que vayan más allá de las ideologías y otro tipo de planteos. Lo que se requiere, tanto en el caso del narcotráfico como de otros temas centrales, es que haya respaldo masivo de la dirigencia para cumplir acciones y alcanzar objetivos que hacen al interés y al bien común.
"Si hacemos el listado de los temas que preocupan, se vienen repitiendo, pero los problemas se trasladan más que solucionarse. La inseguridad, los jubilados, los problemas de las crisis cíclicas, entre otros. En la Argentina nos hace falta trabajar en temas comunes con políticas de Estado porque si no lo que se hace es declarar sobre los problemas o atacar lo urgente. Pero a la causa, a la matriz que genera el problema nunca se llega porque no hay tiempo", fue el resumen que formuló el jurista rafaelino respecto al tema.
De todas maneras y aún dentro de la crudeza del planteo sobre el narcotráfico, Lorenzetti fue optimista en las posibilidades de poder encontrarle solución, pues "en el país todavía estamos a tiempo de encontrarle solución", luego de establecer un paralelo con lo ocurrido en otros países.
Sin dudas, una muy importante visión más sobre una problemática que no conmociona y sobre la cual, al menos en lo inmediato, no se visualizan perspectivas de solución
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