Por REDACCION
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Etchevehere, se despachó con durísimas críticas contra el Gobierno nacional, algo que viene poniendo en práctica desde que asumió la conducción de la entidad pero que muy pocas veces anteriores lo había hecho con tanta crudeza, pudiendo ser una síntesis de las mismas calificando al gobierno como "depredador".
Aunque con ciertos excesos, estas críticas establecen el posicionamiento de gran parte de la Argentina de este tiempo, contrastando con la visión oficial que aún admitiendo que restan cosas por hacer y problemas por resolver, nunca se ha hecho tanto como en el presente. Lo cual puede resumirse en la década ganada, la década perdida, o lo que algunos expresan como desperdiciada.
La economía, sin dudas, tiene por un lado la visión política, provista de argumentaciones que pueden ser diametralmente diferentes ante una misma situación, e igualmente sostenidas, pero además cuenta con índices y estadísticas que sólo difieren cuando son adulteradas, pero que realizados con precisión los números terminan por ajustarse a la verdad. En algún momento, desde ese punto de vista, las cosas terminarán poniéndose blanco sobre negro, sin disimulados por un lado ni exageraciones por el otro.
Es que, en realidad, para juzgar a un gobierno hay que esperar que termine su gestión, trazar la línea y comparar la estadísticas del momento con las que existían cuando comenzó la gestión. Eso es irrefutable, todo el resto queda sólo para la discusión estéril, esa misma que aunque parezca increíble, a veces suele darle la razón a ambas partes, aunque las separe una enorme distancia.
"El Gobierno nacional sigue causando una política de menoscabo a las economías de las provincias. Es un gobierno depredador que se ha querido servir del trabajo, la inversión, el riesgo de todos los sectores productivos del país en beneficio propio y no en beneficio del país", fue una de las contundentes definiciones del titular ruralista, añadiendo "ya probó el gobierno intervenir mercados, apropiarse de la renta agraria logrando que se reduzca o estanque la producción agraria. Y fracasó. Hay que hacer lo contrario para que se produzca más y haya alimento y materia prima de sobra no sólo para el consumo interno, para exportar y general divisas". En síntesis, estas críticas inducen al sentido de "sacar recursos para mantenerse en el poder", con lo cual no hace otra cosa que generar condiciones de absoluta incertidumbre que han perjudicado muchísimo a todo el conjunto de la producción.
Para sostener tales afirmaciones, Etchevehere acudió a la cita de los ejemplos de Brasil, Paraguay y Bolivia, que frente al mismo escenario en lugar de cerrarse fueron al mundo para definir las necesidades y aumentar la producción en consecuencia. "Produjeron más alimentos, no generaron inflación -con exceso del gasto público-, aumentaron las divisas de reserva", lo cual les valió poder exhibir hoy una situación totalmente distinta a la Argentina, quien en cambio siguió a Venezuela, un país que se está cayendo a pedazos.
En cuanto a la búsqueda de dólares que hacen los argentinos, el dirigente rural lo adjudicó que pueden implementarse todas las medidas que se imaginen, pero que es consecuencia de la desconfianza que genera el propio gobierno. "Hacer una devaluación y con combatir la inflación es algo insostenible, y ahí tenemos los resultados", lo cual deja latente la reprobación sobre la metodología única de los precios cuidados para enfrentar la onda inflacionaria, lo que es a todas luces insuficiente. Puede ser parte de un conjunto de medidas, que alcancen también a la reducción del gasto público y la emisión monetaria para financiarlo, pero nunca quedar como única. Los que producen esos alimentos para la canasta de precios cuidados también deben pagar impuestos cada vez más altos, energía más cara, fletes en suba, salarios ajustados en el orden del 30%, y por lo tanto en imposible sostener en el tiempo precios bajos. Se trata de pérdida pura, por lo cual es necesario acompañamiento desde otras muchas áreas, es decir, un esfuerzo generalizado. Da la impresión en cambio, que desde el gobierno se responsabiliza al resto, en especial a los empresarios, pero que se excluye del ajuste.
¿Cuál será el resultado? Se conocerá cuando se comparen los resultados.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.