Por REDACCION
Días atrás fue publicado un muy interesante y curioso informe tomando como base de desarrollo la deuda de la Argentina y la extraordinaria evolución que va adquiriendo en estos dos últimos años, comparada con el tiempo, mejor dicho con el crecimiento que va teniendo en cuestión de horas, minutos y segundos, con una vorágine de características inéditas. El trabajo en cuestión es autoría del periodista especializado en temas económicos, Ismael Bermúdez, y publicado en el suplemento Eco del diario Clarín, del cual tomamos los datos esenciales para el desarrollo de esta nota.
En primer lugar y como forma descriptiva más que contundente, puede decirse que la deuda que van acumulando la nación, las provincias, los municipios y el propio Banco Central, crece a razón de 1.204 dólares por segundo. Una cifra realmente inmanejable y casi imposible de medir en su total magnitud sin recurrir a una calculadora, y aún así, con dificultades para llegar a resultados veraces. Otras evoluciones en dinero y tiempo, referidas en la nota, dan cuenta que el gasto público -junto a la inflación, los grandes males que tiene la economía para intentar un verdadero despegue- aumenta a razón de 134.000 pesos por segundo, en tanto que la recaudación se expande en cambio a 109.000 pesos por segundo.
Si dimensionados estas cifras, para trasladarlas primeros a horas, luego a días y llegar así a meses y el año, corremos el riesgo de perder la verdadera expresión del resultado, pues todo corre con una celeridad que no hace otra cosa que sembrar nubarrones y dudas sobre el futuro, pues continuando por este rumbo, al frente no hay otra cosa que el abismo, ya lo hemos pasado otras veces. No es cuestión de caer en exageraciones, pero de eso se trata, siempre y cuando no se produzcan las necesarias correcciones en el tiempo y forma necesarios.
Todos estos datos en realidad tuvieron origen en una organización identificada como Observatorio, conocida como un ámbito institucional privado no partidario, en la cual confluyen financistas y docentes de varias universidades del país. Una curiosidad es que la página web de la entidad cuenta con un reloj que va actualizando segundo a segundo los datos clave de la economía, quedando claramente a la vista la gran velocidad que tienen la suba del endeudamiento, del gasto y del déficit fiscal. Como manera de mayor precisión, se destaca que la deuda es un reflejo del desequilibrio fiscal que tiene la Argentina, ya que además en caso de agregarse la deuda del Banco Central, reflejando de tal modo el déficit cuasi fiscal, entonces se subiría a 1.200 dólares segundo, mencionándose en tal sentido que un endeudamiento de tal naturaleza puede ser sostenido por un lapso breve, pero no puede ser en cambio una política permanente, ya que un país que tiene estas necesidades de endeudamiento tiene que salir todos los años a obtener entre 40.000 y 50.000 millones de dólares, quedando expuesto a shocks externos que en algún momento le impidan conseguir ese indispensable financiamiento. De llegarse a esa situación entonces sería inevitable realizar un fortísimo ajuste, como exclusiva alternativa de comenzar a reducir esa brecha, que es justamente lo que el gobierno está tratando de evitar en las actuales circunstancias, aplicando un gradualismo cuyos resultados se encuentran aún en una nebulosa.
Con relación a las cuentas públicas, Observatorio sostiene que el resultado primario, sin los intereses, ha experimentado mejoría, pero en cambio el resultado financiero, incluyendo los intereses, ha ido en aumento, ya que en poco más de un año la deuda creció más de 10 puntos del PBI. Se vuelve a insistir que por un tiempo prudencial puede ocurrir, pero no es sostenible en el tiempo, por lo cual -se remarca- debe ser corregido en poco tiempo más.
El gasto consolidado de nación, provincias y municipios crece a razón de 134.000 pesos por segundo, mientras que la recaudación lo hace a 109.000 por segundo, con lo cual tenemos que el déficit fiscal se expande a razón de 25.000 pesos por segundo, lo cual lleva a un nivel de 7 puntos del PBI. Pero si se agrega el Banco Central hay que sumar otros 2 puntos, con lo cual la situación es cada vez más comprometida, y por ahora al menos, sin que se advierta una luz al final del oscuro túnel.
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