Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Viernes 4 de Octubre de 2013

Culpa del hombre

Existe un 95% de certeza que las alteraciones que sufre el planeta en sus condiciones ambientales, son responsabilidad del hombre.

REDACCION

Por REDACCION

El Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, reunido estos días en Estocolmo (Suecia), que actualizó los estadios desde el último informe brindado en 2007 respecto a la situación del clima en el mundo, llegaron a un nivel de certeza del 95% en el sentido que el hombre es el principal responsable del calentamiento global, que es lo que está generando desde hace tiempo una fuerte modificación en las condiciones climáticas del planeta. Hasta 2007 se decía en el documento elaborado entonces que era "muy probable" la responsabilidad de las acciones humanas en perjuicio de las condiciones medioambientales, pero en cambio ahora -seis años después- se señala que es "extremadamente probable" que sea de esa manera.

Esta intervención del factor humano en la descomposición del medio ambiente en realidad comenzó a advertirse en 1950, cuando al comenzar la era industrial fue notándose una persistente acumulación de gases con efecto invernadero en la atmósfera, subiendo sostenidamente hasta provocar graves deterioros en la capa de ozono que protege a la tierra de los rayos ultravioletas del sol, que se fueron filtrando a través de esas enormes brechas, causando el recalentamiento y consecuentemente el deterioro de las condiciones ambientales, con fuerte avance de zonas áridas, inundaciones y otras alteraciones que también pueden exponerse en sismos y terremotos. El derretimiento de los hielos alguna vez calificados de "eternos", esa una de las comprobaciones más fuertes de la afectación del planeta, ya que ambos polos vienen experimentando un sostenido deshielo, desprendiéndose de los mismos enormes masas de hielo que, a su vez, se deslizan por los océanos y mares, incrementando sus caudales.

El informe señala que "el calentamiento es inequívoco" ya que cada una de las últimas décadas ha ido en aumento, siendo cada una de ellas de mayor temperatura que las anteriores, estimándose que el período que va desde 1983 al 2012 ha sido el más caluroso de los últimos 1.400 años, señalándose además que el ritmo creciente de la temperatura se haya reducido en el lapso 1998-2012 con respecto a 1950-2012 en 0,5 grado responde seguramente a la atenuación del sol por las erupciones volcánicas y la redistribución del calor en los océanos.

En el documento se deja clara constancia que "las emisiones continuadas de gases invernadero causarán más calentamiento y cambios en todos los componentes del sistema climático", lo cual no es por cierto nada optimista para el futuro inmediato, ya que la comprometida situación existente continuará agravándose en lugar de alcanzar alguna señal de mejoría. Es que, según se conoce, nunca se ha logrado poner en práctica las reducciones comprometidas en las diversas "cumbres del clima" realizadas en los últimos años, ya que cada uno de los países principales emisores -casos concretos de Estados Unidos y China, que entre ambos justifican dos tercios del total de gases- nunca han mostrado predisposición hacia la medida, y aún más, pues han respaldado una nueva hipótesis dando cuenta que los gases no tendrían la responsabilidad por las enormes grietas provocadas en la capa de ozono. Algo que, como queda visto, queda totalmente desvirtuado por este trabajo de los científicos reunidos en Estocolmo.

El nivel del mar experimentó una suba de 0,19 centímetro entre 1901 y 2010, en tanto que debido a la aceleración del derretimiento de los hielos podría crecer entre 26 y 82 centímetros de aquí hacia fines del presente siglo, lo cual deja claramente expuesto la aceleración del deterioro de la situación. Algo que se debe mencionar, y que consta en el informe, es que los océanos absorben más de un 25% de las emisiones de dióxido de carbono, lo cual provoca la acidificación del mar a velocidad sin precedentes en 300 millones de años. Es decir, que además de los efectos negativos en la tierra, también se aprecian de manera contundente en el mar.

Precisamente, sobre lo anterior, se refiere que de no ser por la absorción del calor y el dióxido de carbono por parte del mar, el impacto del cambio climático sería muchísimo peor que el que ahora se está experimentando.

De todas maneras y más allá de las responsabilidad que no se cumplen, bien puede decirse que la única verdad es la que está a la vista, es decir, la realidad. Y esta muestra que el hábitat humano está seriamente resentido, y que las posibilidades de recuperación son cada vez menores.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso